Las búsquedas de vuelos y hoteles para una escapada de fin de semana han aumentado un 28% en el último año
Los usuarios de Jetcost proponen 14 ciudades. Lugo, Alicante y Granada, en Italia, se encuentran entre las elegidas
No siempre se tienen días de vacaciones para un gran viaje. Pero sí que hay cada año 52 fines de semana en los que poder hacer una escapada a bellas ciudades, tal vez no tan monumentales como otras, pero que tienen mucho que ofrecer. Las escapadas de fin de semana son una tendencia en alza, de hecho, según datos del potente buscador de vuelos y hoteles www.jetcost.es las búsquedas de vuelos y hoteles para una escapada de fin de semana han aumentado un 28% en el último año.
Por ello, los usuarios de Jetcost.es han seleccionado algunas de estas ciudades europeas para una escapada de fin de semana y Lugo, Alicante y Granada se encuentran entre ellas. Estas son las 14 elegidas:
Copenhague (Dinamarca)
No hay grandes monumentos en la capital danesa, de hecho, el más popular es una pequeña escultura de una Sirenita sobre una roca cerca del puerto, que rinde homenaje a uno de los cuentos de su más conocido autor: Hans Christian Andersen, pero eso es parte de su encanto. Lo más visitado y lo que justifica su visita es el pintoresco barrio de Nyhavn, con sus casas de tonos pastel con vistas al canal, ideal para relajarse en las mesas de sus típicas terrazas. Copenhague ofrece un equilibrio perfecto entre vegetación urbana, diseño vanguardista y un ambiente relajado. En pleno centro se encuentra otro de sus iconos, los jardines del Tívoli, un viejo parque de atracciones con todo el encanto del pasado y sus viejos artefactos, que en verano alberga conciertos y espectáculos nocturnos. También muy cerca está el barrio alternativo de Christiania, precursor del movimiento hippy que cautiva con su historia de espíritu libre y sus icónicos murales. La capital de Dinamarca ha sido reconocida en varias ocasiones como la ciudad con mejor calidad de vida del mundo.
Lugo (España)
En Lugo se dan cita tres Patrimonios de la Humanidad reconocidos por la Unesco. Además de las murallas, que fueron incluidas en el año 2000, las más completas de tiempos de los romanos, la catedral y su entorno es igualmente Patrimonio de la Humanidad desde 2015 y también Lugo como etapa importante en el Camino Primitivo de Santiago. El valor adicional de estos patrimonios es que están vivos, no son meros monumentos. Las murallas, con su base de pizarra y granito y sus más de dos kilómetros de recorrido son el gran paseo popular de la ciudad de Lugo, donde los lucenses disfrutan de un agradable y tranquilo recorrido mientras contemplan la ciudad desde lo alto. También Lugo es una de las etapas fundamentales del Camino Primitivo de Santiago, la ruta más antigua de peregrinación a Compostela, itinerario muy frecuentado por el pueblo astur-galaico durante el siglo IX y buena parte del X, que atrajo también a peregrinos procedentes de otras partes del norte de España y de Europa. También la catedral, en la que se dan cita distintos estilos: románico tardío, gótico, renacimiento, barroco, neoclásico y muchos más. Pero la gran joya e su capilla mayor, dedicada a Nuestra Señora de los Ojos Grandes, en la que se descubre como se pueden fundir madera y piedra en una sola creación. Además, “Ir a tomar os viños” es toda una tradición. Con cada bebida siempre hay una tapa o un pincho: empanada, callos, fabada, guiso de pulpo, patatas riojanas, tortilla, queso, chorizo, chicharrones... Y si se quiere ser auténtico el vino debe ser de la Denominación de Origen Ribeira Sacra.
Nápoles (Italia)
La ciudad tiene fama de ser caótica, pero también entrañable y a veces sorprendente. Hay que pasear por sus atestadas calles, atreverse a entrar en el popular Quartieri Spagnoli, que sigue con la ropa tendida entre las casas, y encontrar un hueco para descubrir sus palacios; los museos, repletos de tesoros; las avenidas majestuosas; el barroco absoluto del teatro San Carlo; la altivez de sus castillos, sobre todo el Castel dell'Ovo; el misterio de sus catacumbas y pasadizos subterráneos y todo con el majestuoso Vesubio al fondo vigilándolo todo. Imprescindible penetrar en la Galleria Umberto I, tan bella como la de Vittorio Emanuele II de Milán, situada justo enfrente del teatro San Carlo, el lugar de ópera continuamente activo más antiguo del mundo. Entre los museos, destacan el Museo y Palacio Real de Capodimonte creado en 1738 por Carlos de Borbón, cuando estas tierras eran españolas, que alberga una parte de la colección Farnesio heredada de su madre. La otra parte de Farnesio, las esculturas romanas y griegas, está en el espectacular Museo Arqueológico Nacional, uno de los más importantes del mundo gracias a la calidad y cantidad de las obras expuestas. Fue también creación de los Borbones y en su interior se pueden admirar también mosaicos, frescos y estatuas de las cercanas ciudades de Herculano y Pompeya, pequeñas maravillas que sobrevivieron a la fuerza destructiva del Vesubio y que también merecen una visita.
Edimburgo (Escocia)
La célebre Royal Mile de Edimburgo, capital de Escocia y una de las ciudades más destacadas de Reino Unido, une el castillo de Edimburgo con el palacio Holyroodhouse, residencia oficial de los monarcas británicos en Escocia, separados exactamente por una milla escocesa (unos 1´8 km). En torno a ellas (en realidad son cuatro calles seguidas) se fue construyendo la Old Town, donde actualmente están presentes, además de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, como la catedral de St. Giles, una obra maestra del gótico, o la truculenta Mary King’s Close, que muestra la miseria y la enfermedad (la peste) que reinaba por la ciudad de Edimburgo entre los siglos XVI y XVII, también decenas de tiendas de souvenirs, pubs, restaurantes, artistas callejeros y gente tocando la gaita escocesa. También cerca se encuentra The Elephant House, el lugar de nacimiento de Harry Potter. En una mesa del fondo de la cafetería, junto a la ventana, y con vistas al castillo y al cementerio de Greyfriars, J. K. Rowling cada tarde pasaba las horas escribiendo con una buena taza de café. Aunque toda la ciudad merece una visita, Jetcost.es recomienda llegar hasta Calton Hill, el mejor mirador de la ciudad, una colina muy popular tanto por sus vistas como por sus construcciones neoclásicas inspiradas en la Antigüedad, incluyendo el Monumento Nacional de Escocia, que recuerda un templo griego.
Budapest (Hungría)
Menos conocida que otras grandes plazas de Europa, La Plaza de la Trinidad (Szentháromság tér) es una de las mejores plazas de Europa. Situada en la parte más alta de Buda está rodeada de edificios y monumentos históricos, como la Iglesia de Matías, el Castillo de Buda y el Bastión de los Pescadores. También hay una estatua icónica dedicada a la Santísima Trinidad que rinde homenaje a las víctimas de la peste bubónica de 1691 y otra más moderna, de 1906, de San Esteban frente al Bastión de los Pescadores obra de Alajos Stróbl. También está allí, en el número 6, la Casa del Vino Húngaro (Magyar Borok Háza) que representa la totalidad de las 22 regiones vinícolas del país y tiene botellas de unos 700 vinos diferentes. Muchos de ellos se pueden degustar por el precio de la entrada. Pero esto es solo el principio para descubrir la capital húngara, una ciudad vibrante y llena de encanto que dividida por el majestuoso Danubio, que se ilumina en otoño con festivales, balnearios y eventos junto al río.
Oporto (Portugal)
Los platos más típicos de Oporto, y buena parte de Portugal son el bacalao y las sardinas. Solo eso justifica una corta escapada a esta ciudad a orillas del Duero, entre tejados, barquitos pesqueros, balcones de madera gastada y esa decadencia tan característica de Portugal. Pero hay mucho más, como la Capilla de las Almas, una de las iglesias más bonitas con fachadas formadas por más de 16.000 piezas impresionantes azulejos que son de los mejor conservados de Portugal. Y siguiendo con azulejos, hay que entrar en la Estación de san Benito que recibe con sus murales de más de 20.000 piezas. También la espectacular librería Lello, una de las librerías más famosas y bonitas del mundo, en la que hay que hacer cola para entrar y pagar si no se compra un libro. Muy aconsejable es hacer un breve crucero a bordo de un “rabelo”, el barco tradicional de Oporto que se utilizaba para transportar el vino desde los viñedos del valle del Duero hasta las bodegas de Vila Nova de Gaia, contemplando las dos orillas del río y cruzando seis puentes, uno de ellos inspirado por Eiffel.
Turín (Italia)
Sorprende saber que en esta ciudad del norte de Italia se encuentra el más antiguo museo del mundo dedicado exclusivamente a cultura egipcia y el mayor después de el de El Cairo. Con más de 40.000 piezas expuestas, entre ellas tablillas antiguas, momias humanas y de animales, objetos funerarios y cotidianos, papiros, estatuas y esfinges, es el sexto museo más visitado de Italia. No es el único, también está el gigantesco Museo Nacional del Cine, en el que se exhiben 1.800.000 obras, entre películas, fotografías, dispositivos, carteles, documentos, grabaciones sonoras, libros y discos; una joya dentro de la Mole Antonelliana, un monumento simbólico de la capital piamontesa. Elegante y austera, Turín también cuenta con un patrimonio artístico y cultural único: elegantes residencias aristocráticas del pasado, impresionantes palacios barrocos, ricos museos y monumentos de incalculable valor la caracterizan todavía hoy, convirtiéndola en una mezcla única de antigüedad y modernidad. Algunos nombres vinculados a la ciudad: La Juventus y el Torino, Ferrero Rocher, Martini & Rossi, Ferrari, Nutella (la Nocilla italiana)... Mucho que descubrir en la ciudad de los Saboya, donde nació la Italia unida cuando era su capital, el 17 de marzo de 1861.
Alicante (España)
Uno de los valores más importantes de esta ciudad mediterránea (y por extensión, de la Costa Blanca) para ser elegida Capital Española de la Gastronomía en 2025, es su cocina propia y singular, la calidad del producto local y el buen hacer de sus hosteleros. Los arroces de Alicante (ni mencionar aquí la palabra paella), emblema de su gastronomía, destacan como un símbolo de identidad y calidad. Alicante no solo destaca por sus arroces, sino también por una oferta gastronómica variada que incluye mercados históricos como el Mercat Central y más de 700 establecimientos de renombre con estrellas Michelin y soles Repsol. Pero además de buen comer la capital de la Costa Blanca tiene mucho que ofrecer. El icono de la ciudad es el castillo de Santa Bárbara, que data del siglo XIV, una de las más grandes fortalezas medievales de España y de las mejor conservadas, desde la que se divisa a la perfección la ciudad y la bahía de Alicante. Otro de sus encantos está un poco más lejos, en la isla de Tabarca a la que se llega en barco en 20 minutos. Antiguo refugio de piratas berberiscos y de varias familias de pescadores de Génova que estaban cautivos en la ciudad tunecina de Tabarka, es la única isla habitada de la Comunidad Valenciana. Las murallas que rodean su núcleo urbano han sido declaradas Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural. Sus aguas son Reserva Marina del Mediterráneo por su excelente calidad y por la biodiversidad de su flora y fauna.
Viena (Austria)
Johann Strauss hijo, el «Rey del Vals» y compositor magistral del siglo XIX, celebra su 200 aniversario en 2025. Nacido el 25 de octubre de 1825 en Viena, Strauss marcó como nadie el panorama musical de su época. Sus obras más famosas, como «El Danubio azul» y «El murciélago», no sólo revolucionaron la tradición musical austriaca, sino que le dieron fama mundial. Numerosas exposiciones en Viena recordarán lo importante que sigue siendo su legado para la música y la cultura. Muchos de los grandes atractivos de la capital austriaca, además de la espléndida catedral gótica de San Esteban y los palacios de Hofburg, Belvedere y Schönbrunn, están asociados a la música, como la Ópera Nacional de Viena, una de las principales instituciones operísticas del mundo, la Mozarthaus Vienna, última residencia del genial compositor, hoy museo, el Musikverein, la sala dorada donde se interpreta el célebre concierto de Año Nuevo, y, por supuesto, el monumento dorado de Strauss en el Stadtpark, que es el objetivo fotográfico más buscado de Viena.
Agrigento (Italia)
La ciudad de Agrigento, en la región de Sicilia, es la capital italiana de la cultura en 2025. Un lugar donde se respira historia, pero también un lugar de acogida, relación e intercambio continuo entre individuos, donde la antigüedad y la contemporaneidad coexisten en una dimensión armoniosa. Es conocida como la Ciudad de los Templos por su extensión de edificios dóricos consagrados al culto ubicados en el llamado Valle de los Templos, incluido en 1997 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Agrigento conserva numerosas huellas de su fastuoso pasado, incluso fuera de la zona arqueológica; el núcleo medieval, por ejemplo, mantiene las calles serpenteantes típicas de las ciudades árabes, con numerosos edificios e iglesias de diferentes estilos y épocas. En cuyo centro histórico destaca la catedral de San Gerlando con su campanario inacabado, desde cuya cima es posible admirar los tejados de Girgenti, y por los lugares literarios de Pirandello y Camilleri, que en sus respectivas obras han dado vida a las seductoras atmósferas de una ciudad que nunca deja de sorprender.
Granada (España)
Descubrir la belleza de la Alhambra, sus frescos patios, sus retorcidas columnas, sus sutiles azulejos y abigarrados relieves de sus yeserías, el susurro melodioso de sus fuentes, la armonía de sus jardines, la réplica idealizada, en suma, del paraíso musulmán cuando no solo en España sino en toda Europa se vivía el final de la oscura y tormentosa Edad Media, permite comprender el grado de cuidada civilización que los árabes trajeron a la Península Ibérica. El recorrido por Granada, una ciudad mixta, nazarí, barroca y cosmopolita; una ciudad de cármenes moriscos y conventos de altas tapias, muestra decenas de lugares interesantes que visitar en un fin de semana.
Perpiñán (Francia)
En el sur de Francia y a la misma latitud que Roma, se encuentra la hermosa y soleada ciudad de Perpiñán, el «Centro del Mundo», como dijo el legendario Salvador Dalí. Situada entre los Pirineos y el Mediterráneo, Perpiñán ofrece una atractiva experiencia y todas las ventajas de un destino turístico mediterráneo auténtico y acogedor. La ciudad tiene un rico patrimonio histórico que sorprende por su densidad, su diversidad y su calidad. Hay mucho que ver en Perpiñán, pero Jetcost.es recomienda tres visitas que no hay que perderse: la primera es Le Castillet y el museo Casa Pairal, lo más destacado de este monumento es, sin duda, su cima, que ofrece una vista de 360 grados del centro de la ciudad. También el Hotel Pams, la joya del Art Nouveau de Perpiñán, la sobria fachada que da a la calle contrasta con el resto del edificio donde destaca la imponente escalera de ónix, mármol y estuco, al pie de la cual se encuentra una escultura de Raymond Sudre, decorada con pinturas de Paul Gervais. Finalmente, el Palacio de los Reyes de Mallorca, ubicado en el corazón de la ciudad, este palacio de estilo gótico, con su patio central, arcadas, capillas y hermosas salas repletas de magníficos tapices, reflejaba el esplendor de la época.
Jetcost ha seleccionado algunas grandes ofertas dentro y fuera de nuestro país, para todos aquellos que todavía no sepan dónde escaparse un fin de semana.