Caminar por las calles para descubrir fragmentos de la historia medieval, combinados con la visión más moderna de la vida. Las magníficas casas, las modestas y los amplios muros de piedra del antiguo castillo albergan nuevos talleres de artesanos, tiendas de moda, salas de exposiciones, restaurantes, todo ello muy relacionado con la vida cotidiana de estos pueblos.
Todas estas regiones nacieron hace más de mil años y se encuentran en una encrucijada que las hace prósperas e importantes. Todos estos pueblos han sabido conservar un patrimonio especial que merece la pena visitar.
1. ZAFRA (BADAJOZ)
La ciudad fue fundada hace unos mil años como una fortaleza fronteriza entre Sevilla y Badajoz, y gradualmente se convirtió en una de las ciudades más importantes de España. Sus dos plazas principales y anexas y el palacio de los duques de exposición (actual parador nacional) son excelentes referentes de la ciudad, además, la ciudad también se encuentra dispersa en sinuosos callejones encalados. La combinación de actitud defensiva e historia andaluza lo convierte en un lugar encantador.
2. PERATALLADA
Es como un museo al aire libre, pero la vida es vibrante, así se siente visitar este pequeño pueblo, que está rodeado de sólidas murallas y calles estrechas y sinuosas llenas de encantadores bares y restaurantes. Conserva su estilo rural y su trazado medieval original, y se ha conservado maravillosamente.
3. AÍNSA (HUESCA)
Sus calles antiguas, el castillo del siglo XI, las murallas de la ciudad, la plaza mayor, la iglesia de santa María (siglo XII) son algunos ejemplos de la larga historia de la ciudad, que conserva la cultura celta y romana en los restos del pueblo. Aínsa es una de las puertas de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
4. PEDRAZA
La infraestructura en esta localidad de Segovia es uno de los mejor conservados y ha ganado varios premios. Desde mediados del siglo XIV hasta el siglo XVII, Pedraza fue un importante centro de producción de lana de oveja merina, y las fábricas proporcionaban productos a ciudades como Florencia y Brujas. Pero, además, está llena de animación y vida cultural, con muchos restaurantes y eventos anuales, como el Concierto de Velas en julio
5. LA ALBERCA
La localidad está situada en el corazón de la sierra de Francia, a unos 70 kilómetros de Salamanca, en la ruta del camino de Santiago y ruta de la plata. La fusión de las tres culturas del cristianismo, musulmana y judía, un laberinto de calles estrechas que conducen al centro de la ciudad, la plaza mayor con hermosos balcones y soportales.
6. SANTILLANA DE MAR
El origen de esta población cántabra se remonta al siglo VIII, cuando unos monjes construyeron una pequeña iglesia para albergar las reliquias de Santa Juliana, y un siglo después la iglesia universitaria unida a Santillana. La calle del rey y la plaza del mercado son sus dos núcleos principales, flanqueados por sublimes edificios. Además de su patrimonio medieval, también destaca por su importante patrimonio renacentista y barroco.
7. ALBARRACÍN
Desde la distancia se pueden ver las fortificaciones de este lugar, bañadas por las aguas del río Guadalavira. Se asienta sobre un pico rocoso a más de 1.100 metros sobre el nivel del mar, y sus calles están conectadas a terrenos difíciles, entre casas con entramado de madera y tierra. Con los restos de los celtas y romanos, el nombre de Albarracín se benefició de la presencia musulmana que se prolongó durante casi un siglo hasta el siglo XII. No debes perderte el paseo por las murallas y detenerte en la Plaza Mayor y Calle de la Catedral (centro histórico de la ciudad).
8. BESALÚ (GIRONA)
Es uno de los núcleos medievales mejor conservados, de hecho no le falta nada. La localidad está ubicada en la Garrotxa de Girona y se accede a ella a través de un gran puente románico que conduce a un lugar amurallado. Después de llegar allí, los callejones empedrados se entrelazaron, lo que nos llevó a recorridos sugeridos, como la iglesia de Sant Vicenç del siglo XII y las salas góticas de la Real Curia
9. MONTBLANC
Es imposible no realizar las visitas que se realizan a las Torres de la Muralla, además redondearla para apreciar sus magnéticos muros antes de cruzar sus majestuosas puertas. Vale la pena ver su moderna bodega y degustar todos sus vinos. Sin embargo, remontándonos a una época lejana, aguarda un pueblo que aún conserva su trazado ancestral y que poco a poco desemboca en rincones mágicos, como la iglesia de Santa María La Mayor, La Plaza Mayor o El Mirador de Santa Bárbara, desde donde te sientes como el rey del mundo.
10.FRÍAS (BURGOS)
Han pasado los años y esta localidad burgalesa seguirá llamándose la ciudad más pequeña de España. Este privilegio concedido por el rey Juan II de Castilla en el siglo XV dista mucho de ser un eslogan turístico. Esto es una prueba, sobre todo cuando se va conquistando poco a poco, pero antes de que cruce el puente medieval del Ebro. Por supuesto, en cada checklist de viajes y pueblos, no deben faltar su encantador castillo, su preciosa parroquia San Vicente Mártir y las casas colgadas. Hay otras sorpresas no muy lejanas, como la ermitaña Santa María de la Hoz junto al Salto de Tobera.