Luego de seis años de reparaciones, la obra de Mies van der Rohe, abrirá nuevamente sus puertas una vez la pandemia lo permita y la Staatliche Museen zu Berlin comience a realizar de nuevo sus programas habituales. Con esto, Berlín suma una nueva razón para ser un destino importante en la cultura europea, ya que no siempre se puede disfrutar de un icono moderno como este que ha mantenido su esencia desde 1968.
Con menos notoriedad de lo que la ocasión podría ameritar, la reapertura depende de las medidas de salubridad que se apliquen por la tercera ola de la pandemia en el mundo. La ciudad alemana cerró todos los museos desde el 24 de abril de 2020 y hasta el momento aún no se ha hecho la reapertura, sin embargo el estudio de David Chipperfiel entregó las llaves a la Fundación Patrimonio Cultural Prusiano, por medio de un evento digital, esperando que la situación actual permita su apertura a finales del mes de mayo.
La Neue Nationalgalerie, fue considerada todo un icono de la modernidad luego de su inauguración en 1968. Este fue el único edificio que se construyó en Alemania luego de la posguerra y fue levantado la parte oeste de Berlín. Creado como un santuario en acero y vidrio con una base de granito, que estuvo aislado en esta parte de la ciudad que estaba dividida en dos.
El objetivo de este lugar es mantener el aspecto visual original del edificio y conservar la estructura histórica en su mayoría, la reconstrucción estaba enfrentado a un edificio legendario que no había sido remodelado antes. La estructura había soportado los efectos climáticos sin embargo sus paredes se encontraban en un estado de inestabilidad. En el proceso de obra, se debió hacer una elección de los materiales de la misma calidad que los antiguos.
El museo ha sido catalogado como un patrimonio histórico y ha sido reconstruido sin exponer su apariencia original dentro y fuera, para este trabajo han sido invertidos cerca de 140 millones de euros. Se ha dedicado una gran parte a la renovación de 1.600 metros de vidrio que rodean al templo superior y lo transforman en un lugar con vista directa a la Potsdamer Platz. Cerca de 35.000 componentes del lugar fueron modificados con el fin de cumplir los estándares modernos de seguridad y accesibilidad al público.
Algunas de las nuevas características que se encontraran allí es la climatización del lugar, cafetería, museo y un acceso adecuado para todo tipo de público, también se ha plantado un jardín con esculturas originales que rodean el edificio y reacondicionado junto a la terraza.
Por el momento todo esto tendrá que esperar a que la reciente ola del virus termine y pueda darse la apertura de los museos de Berlín. Sin embargo, La Fundación Patrimonio Cultural Prusiano ha iniciado el traslado de las obras del siglo XX que se han mantenido en depósitos a lo largo de estos años.
Sin duda la reapertura de este lugar es la oportunidad ideal para que el mundo se reencuentre con antiguas obras y pinturas que datan de entre 1900 y 1945 de diferentes artistas. Así pues, si la pandemia lo permite, se espera que las exposiciones inicien en el mes de agosto.