Sevilla aún alberga rincones que recuerdan a esos días en los que los ciudadanos de todas partes del mundo se acercaban a conocer la maravillosa exposición de 1992.
La Exposición Universal de 1992 se celebró en España, en la ciudad de Sevilla, en un recinto articulado en el margen derecho del río Guadalquivir. En este se dispusieron los diferentes pabellones e instalaciones que dieron vida a un evento singular.
Hoy en día, muchos de estos edificios siguen en pie, pero no todos conservan su esencia original. Un viaje al pasado recorriendo estas localizaciones debe terminar en los Hoteles América y el Derby.
Para quienes lo vivieron y fueron partícipes, 1992 fue un año espectacular para España, ya que acogió dos eventos de gran calibre: los Juegos Olímpicos, en Barcelona, y la Exposición Universal, en Sevilla.
La capital hispalense se vistió con sus mejores galas y creó un proyecto en la orilla derecha del río Guadalquivir, para dar cabida a 102 pabellones y espacios, de los que actualmente se conservan 32. La Expo del 92 es un ejemplo de cómo las infraestructuras, que en un momento determinado fueron ideadas para una actividad, han perdurado en el tiempo cambiando su finalidad, mientras que otras fueron desmanteladas.
Son un ejemplo de esta situación el pabellón de navegación, el cual funciona como museo de navegación y sus alrededores han tenido un gran desarrollo urbanístico. El pabellón de Marruecos, uno de los mejores conservados, es a día de hoy la sede de la Fundación Tres Culturas.
El pabellón de Hungría fue declarado Bien de Interés Turístico, pero en la actualidad permanece cerrado. Mientras que el pabellón de Puerto Rico alberga el Instituto Andaluz de Administraciones Públicas, o el pabellón de Nueva Zelanda, que, aunque en un primer momento era candidato a ser desmantelado tras la feria, es la sede del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía.
Otros ejemplos de cómo estás edificaciones siguen vivas en el legado de la ciudad son el pabellón de Kuwait, obra de Santiago Calatrava, que se conserva sin apenas cambios y es la sede de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la junta. O el pabellón de Mónaco, en cuyo interior todavía se conserva el acuario, y hoy en día es la estación de ecología acuática Alberto I de Mónaco.
Este viaje por la historia, realizado en un tranquilo paseo por la orilla del Guadalquivir, es un reflejo de lo importante que fue la Exposición Universal de 1992 para los españoles, pero sobre todo para los sevillanos, que mostraron al mundo la maravillosa ciudad que tienen. Pero, después de este paseo por la memoria viva de un destino con luz propia, lo mejor es hospedarse en los Hoteles América y el Derby de Sevilla, y rendirse a los encantos de este paraíso.
El Hotel América se presenta como tu mejor opción cuando buscas estar como en casa. Un alojamiento moderno, óptimo y bien ubicado, en la Plaza de Duque de la Victoria. Ideal para aquellos viajeros que quieren conocer el centro de la ciudad sin necesidad de transporte. A su lado, el hotel Derby, el cual garantiza descansar en las mejores habitaciones y disfrutar de las mejores vistas desde su espectacular terraza.
Pero, para quienes busquen una alternativa distinta a un hotel, tienen a su disposición los Apartamentos Lumbreras 16, que ofrecen un ambiente familiar en el barrio de la Alameda. Alojamientos ideales en un barrio con mucha vida, encanto y posibilidad de llegar en un tranquilo paseo a la ribera del Guadalquivir.