El pueblo Rapa Nui, el cual es originario de la polinesia Isla de Pascua, que se encuentra a 3.700 kilómetros al oeste de la costa de Chile en el océano pacífico, tomo la decisión, con un 67% a favor de no reabrir la isla al turismo luego de mantenerse por casi dos años en aislamiento debido a la pandemia.
La comunidad indígena, conformada por cerca de 10.000 personas, que habitan en este lugar, fue convocada a votar sobre el futuro de la isla remota, tanto en el ámbito turístico como económico.
Desde hace varias décadas, los locales de esta isla han basado su desarrollo económico en la atracción de los turistas de todo el mundo gracias a la belleza del lugar y a los emblemáticos moais, esculturas de piedra con forma humana.
Solo 972 personas ejercieron su derecho al voto, menos del 20% de la población, ante la pregunta de ¿Quieres reabrir el turismo en enero? El “no” recibió 649 votos, mientras que el “si” solo contó con 320 y tres votos nulos, así lo dio a conocer la comunidad por medio de sus redes sociales.
Sin embargo, las autoridades locales, dependientes de la región costera de Valparaíso no han pronunciado su opinión al respecto sobre los resultados de las votaciones.
Sin embargo, la última palabra sobre esta decisión está en manos de la autoridad sanitaria regional o el ministerio de Salud quienes tampoco han dado declaraciones sobre si se tendrán en cuenta los resultados de la votación de los locales.
La preocupación de los locales de la isla está encaminada a saber si la isla es apta para habilitar de nuevo el único vuelo comercial, de la compañía Latam desde Santiago a la Isla de Pascua, que fue suspendido desde el 16 de marzo de 2020, momento en el que Chile dictaminó el estado de emergencia debido a la llegada del coronavirus, lo que llevó al cierre de fronteras, cuarentenas y toques de queda.
Desde aquella fecha, Chile suma cerca de 1,6 millones de casos y 36.000 decesos por Covid-19 y por esto nadie ha podido viajar desde o hacia la isla, a excepción de los vuelos de abastecimiento que contienen las vacunas.
En la isla tan solo se han registrado 8 casos de covid y no se ha presentado ningún nuevo contagio desde septiembre de 2020, en este lugar tampoco hubo hospitalizados ni fallecidos a lo largo de lo que va de la pandemia.
Aunque el principal ingreso económico de la isla es la industria turística, también se debe valorar la capacidad del lugar para enfrentar casos graves del coronavirus. El 73% de la población ya ha sido vacunada, pero el centro médico no cuenta con unidades de terapia intensiva aunque sí cuenta con respiradores, y un vuelo de urgencia al lugar más cercano tiene una duración de cerca de 5 horas y media. Adicional a esto, solo se cuenta con una ambulancia medicalizada, que fue enviada hace un mes desde Chile, que está equipada para atender a un solo paciente de riesgo vital por el virus.
Los funcionarios de la municipalidad de la isla están de acuerdo en que aún no están convencidos en que sea una buena idea dar una apertura pronta al turismo hasta que la pandemia no haya sido controlada a nivel mundial, ya que aseguran que la isla puede vivir sin abrir, solo deben reinventarse y rememorar lo que realizaban sus antepasados quienes vivieron sin el turismo.