En España, nos enorgullecemos de tener un sinfín de encantadoras villas medievales. Un paseo por el Medievo a través de Paradores
A lo largo de los siglos, su esencia ha envejecido de forma excepcional, permitiendo que pasear por sus míticas calles empedradas y estrechas, entre humildes construcciones de madera y piedra, sea todo un viaje al pasado para explorar la belleza del Medievo.
Y qué mejor manera de sumergirse en esta experiencia que a través de Paradores. ¿Sabías que algunos de nuestros edificios fueron construidos durante la Edad Media? De hecho, la decoración y la gastronomía de nuestros restaurantes invitan a revivir este período histórico a través de los cinco sentidos.
Paradores medievales para revivir la historia:
1-UNA FORTALEZA QUE REMEMORA LOS HALLAZGOS DEL MEDIEVO
El Parador gallego de Baiona, ubicado en el Castillo de Monterreal del siglo XII, es una parada imprescindible para rememorar este período histórico. Al poner un pie aquí, sus robustas murallas, los inmensos jardines y sus torreones traen al presente toda una época de esplendor. Y es que 'La Torre del Príncipe' de la fortaleza fue el primer lugar de Europa en ver el regreso de 'La Pinta'. Más allá de nuestro Parador, el casco histórico es un buen emplazamiento para revivir tiempos pasados mientras caminas por sus vetustas calles. Además, Baiona celebra todos los años la Fiesta de la Arribada para conmemorar el descubrimiento de América, un evento donde caballeros medievales, artesanos y zancudos evocan lo mejor de aquel período.
2-UN PARADOR QUE FUE RESIDENCIA DE IMPORTANTES SEÑORES FEUDALES
En la provincia de Toledo se sitúa el Parador de Oropesa, una antigua alcazaba que data de los siglos XI y XII. Su patio de armas, sus artesonados mudéjares, las armaduras de metal, las escalinatas palaciegas o su portentosa Torre del Homenaje de 25 metros de altura son elementos que te ayudarán a revivir los tiempos de las antiguas y poderosas casas nobiliarias. El castillo fue la residencia de los Álvarez de Toledo, una de las familias feudales más importantes de la época. Gracias a la fortaleza de su muralla y al vigor de sus muros, el Parador de Oropesa fue clave para la defensa de la localidad y, en años posteriores, los descendientes de Alfonso X El Sabio, lo convirtieron en un poderoso centro comercial y cultural. No te pierdas las Fiestas Medievales de Oropesa que tienen lugar en abril. Las calles se llenan de puestos, actuaciones, música, talleres y representaciones teatrales a cargo de malabaristas, acróbatas y otros personajes de época.
3-UN CASTILLO CON ESTANCIAS MEDIEVALES CONVERTIDO EN PARADOR
A 80 kilómetros de Guadalajara, el Parador de Sigüenza es uno de los castillos mejor preservados de la Edad Media. Reyes, cardenales y obispos residieron en esta fortaleza del siglo XII construida sobre una alcazaba árabe. El patio empedrado, las habitaciones con balcones de madera, la capilla románica y el comedor abovedado te harán sentir como un auténtico señor feudal. El atardecer es el mejor momento para explorar la villa. Los tonos rojizos visten con un encanto especial las calles de trazado medieval y otros monumentos representativos de la época, por ejemplo, la Catedral de Santa María, donde descansa el Doncel de Sigüenza, o la fascinante Plaza Mayor, repleta de soportales y arcos inexpugnables.
Villas medievales que debes conocer:
4-LERMA: UNA DE LAS MEJOR CONSERVADAS
Lerma, a unos minutos de Burgos, es una de las villas que mejor ha conservado la esencia del Medievo. En la entrada al núcleo central te recibirá el Arco de la Cárcel, el único vestigio de la muralla medieval que sigue en pie. Tras cruzar sus robustos muros, pasearás bajo la atenta mirada de las pequeñas casas de aquella época, caracterizadas por la austeridad de sus materiales, principalmente, adobe, madera o argamasa. En el corazón del núcleo medieval, la Plaza Mayor porticada, te espera el Parador de Lerma. Desde las habitaciones hay unas vistas espectaculares del conjunto histórico y en él, la excelencia de los asados y del vino D.O. de Arlanza están servidos. El Parador es un precioso palacio renacentista construido por el Duque de Lerma para exhibir su poder político y servir como morada de recreo al monarca Felipe V.
5-PEÑÍSCOLA: ENTRE COSTA Y ARTE MEDIEVAL
Peñíscola, además de ser una ciudad costera, es un auténtico tesoro medieval. Situado en la Costa del Azahar, su imponente castillo es el principal vestigio de esta época. Con un estilo que combina elementos románicos y góticos, la fortaleza alberga numerosas dependencias medievales, incluyendo un zaguán, caballerizas, el cuerpo de guardia, una mazmorra y la habitación que fue ocupada por el pontífice dueño del conjunto, el Papa Luna. Pero eso no es todo, los jardines de artillería y las calles empedradas de la localidad son también paradas obligatorias para sumergirse en la belleza de la era medieval. A tan solo siete kilómetros, el Parador de Benicarló ofrece un refugio tranquilo con amplias y cuidadas zonas verdes en el que podrás disfrutar de vistas inmejorables a la playa durante tu escapada.
6-CANGAS DE ONÍS: EPICENTRO DEL ARTE ROMÁNICO MEDIEVAL
Cangas de Onís es un enclave único para revivir los tiempos de la Reconquista cristiana durante la Edad Media. Entre los vestigios que no puedes perderte se encuentra el Puente Viejo, una estructura emblemática que formaba parte de la principal red viaria que conectaba los principales reinos de España. La localidad asturiana también es un importante ejemplo de muestras de arte románico, destacando el monasterio de San Pedro de Villanueva. Su portada es particularmente impresionante, gracias a su decoración con detalles vegetales. Junto al edificio religioso está el Parador de Cangas de Onís, un acogedor refugio con estancias de piedra y madera, resguardado por los majestuosos Picos de Europa.