Galicia es tierra de pescados y mariscos. Una tentación irresistible es la langosta con chocolate, pero tienes otros caprichos para deleitarte.
La gastronomía de Pontevedra hace una contribución muy importante para la fama y prestigio de la gastronomía gallega en todo su esplendor. es rica y variada y se basa en productos locales de calidad en donde sobresalen los pescados, mariscos y bivalvos de sabor con propiedades únicas en el mundo debido a las aguas de las rías gallegas.
Para facilitarte las cosas, hoy te presentaremos los platos más tradicionales de esta tierra:
Ostras de Arcade:
Pontevedra es conocido por la excelencia de sus otras, un platillo esencial en cualquier mariscada y las cuales tiene una relevancia especial en la Festa da Ostra de Arcade que se ha celebrado desde 1987.
Lo ideal es poder probarlas recién abiertas, servidas al instante, en crudo y con un chorrito de limón.
Almejas de O Carril:
Es una de las recetas más populares en la región, y con más triunfó entre los comensales y amantes de las almejas, la especialidad: almejas a la marinera, sazonadas con cebolla, ajo, harina, aceite de oliva, perejil y un buen albariño son los elementos necesarios para obtener el sabor inigualable.
Sopa de ostras al estilo de Lérez:
La forma más tradicional de consumir este producto es crudo y con limón pero también se puede resaltar el delicioso sabor de la receta de la sopa de ostras al estilo de Lérez.
Es un caldo básico y muy sencillo, para su preparación se machacan las ostras para conseguir una pasta que posteriormente será integrada al agua que resulte de la cocción de las propias ostras.
Langosta con chocolate de Picadillo:
La langosta gallega generalmente se sirve cocida y acompañada con una salsa o vinagreta. Sin embargo, con el tiempo se han ido implementando recetas diferentes como añadir chocolate, perdiz o liebre al elemento principal.
Tarta Llanderas de Vigo:
Es un postre creado por un pastelero local más o menos en los años 50. Es un dulce tradicional que no podría dejar de tener protagonismo en fiestas y celebraciones.
En su interior tiene una galleta crujiente de almendras, azúcar y claras de huevo, y sobre estas se extiende una capa de crema de mantequilla junto a otro piso de galleta y otro de crema de mantequilla, para terminar con finas láminas de almendra y canutillos de chocolate como decoración.