Hacer turismo en Caño Cristales es atender un llamado de la madre naturaleza; la cual envía a sus hijos, significativos mensajes por mandato de aquella inteligencia superior que recibe tantos nombres por parte del hombre y sus doctrinas religiosas.
Cuando ella muestra sus crueldades, es para imponer respeto haciéndonos entender que, los actos destructivos en su perjuicio, pueden despertar de sus entrañas. las reacciones más adversas para nuestra vida en la tierra.
Empero, al brindar sus más bellos escenarios, nos hace comprender que la vida es un milagro. Tantas han sido las maravillas que nos ha obsequiado nuestra madre, consagradas como destinos turísticos, que enunciarlas implicaría ocupar páginas enteras de esta edición. Los seres vivos podemos considerarnos privilegiados por habitar un mundo extraordinario.
Descifrar qué quiso decir esta Inteligencia misteriosa, al crear el encantador milagro denominado Caño Cristales, constituye una tarea para los turistas que se animen a visitar sus inigualables paisajes.
Se trata de un hermoso río de cien kilómetros de largo aproximadamente; con manantiales de arcoíris y toboganes policromáticos de agua cristalina destellante, gracias a la acción de la irradiación solar sobre sus aguas. Leer esta descripción es una cosa. Percibirlo de forma directa, a través de los cinco sentidos, es una experiencia excepcional.
El río más hermoso del mundo - así lo han definido - se encuentra ubicado en la Sierra Macarena, bordeando el municipio del mismo nombre, departamento del Meta, en el país colombiano, América del Sur; posee unos veinte metros de ancho. Constituye una secuencia de hermosos pozos, cascadas y breves cañadas, que, a su fondo anidan una rara especie de plantas acuáticas; las cuales, al recibir los rayos del sol, cambian sus colores, formando un espectáculo visual multicolor.
Caño Cristales. Destino cuya belleza quita el aliento
A este enigmático monumento natural se llega visitando el municipio Macarena; paseando por sus calles se puede disfrutar del ambiente sencillo y de su gente amable, hasta llegar al sitio donde aguarda una canoa lista para emprender el paseo por el río Guayabero, el cual conducirá hasta el Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena.
El destino es el río más hermoso del mundo, de cristalinas y coloridas aguas, denominado Caño Cristales. El camino mostrará una diversidad de especies, que también poseen un significado místico, pues, la madre naturaleza dice que el mundo alberga criaturas realmente hermosas y vale la pena cuidarlo para continuar disfrutando escenarios de fantasía.
Ya en el parque, los visitantes podrán despojarse de su atuendo para zambullirse en las traslúcidas aguas del caño, en específico, en la zona denominada piscina de los turistas; así como en el Tapete Rojo; denominado así, pues, los colores reflejados son más intensos en virtud de la concentración de las plantas acuáticas Macarenias clavigeras adheridas a su suelo.
Otros parajes como Los Ocho, Los Cuarzos y Caño Cristalitos, son lugares que se distribuyen más de cuatrocientas veinte especies de aves, diez tipos de anfibios, cuarenta y tres reptiles y ocho primates, los cuales se consideran compañías emocionantes durante la travesía turística.
Se dice que la mejor época para visitar Caño Cristales es después de la primera quincena de junio hasta noviembre, es decir, época lluviosa en que aumenta el nivel de concentración del agua en el hilo de colores, lográndose apreciar mejor vista.
¿Por qué existe una paleta de colores esparcidas por Caño Cristales?
El espectáculo policromático del caño se debe a la cantidad de plantas acuáticas que se encuentran adheridas a los suelos o partes duras del río, como lecho rocoso; es una fanerógama de la familia de las podostemáceas, características de los escenarios tropicales; brillan con el sol.
Esta planta acuática endémica que, cuando recibe la luz solar, despliega halos de luz colorida sobre las aguas, fue identificada y estudiada por el biólogo Jesús Idrobo, a finales del siglo pasado.
Las Macarenias clavigeras se adhieren a las piedras y zonas duras del río para poder alimentarse de sus minerales y se reproducen revistiendo el suelo de muchos matice, reflejando a la vez, sus colores en el agua, dando la sensación de estar pintada. Su textura es frágil y se le atribuye diversidad de colores, como el rojo, rosado, magenta, morado, amarillo y verde.
El único dato que, en nada favorece a la fauna de Caño Cristales es que carece de peces, por cuanto no dispone de materiales de arrastre y sedimentación; lo que significa que no existe en el medio, alimentos para la fauna acuática.
Los sitios de hospedaje y de comida hallados en el pueblo de Macarena, de treinta y cinco mil habitantes aproximadamente, van acordes con las expectativas de muchas personas que ya han visitado el lugar; cuyo casco urbano ofrece su acogedora iglesia, así como las casas de modelo antiguo y otros sitios para visitar como el Jardín Botánico y el Café de Lithos.