Poner a Venecia en orden sin duda es una tarea muy difícil, sobre todo en épocas sin pandemia, es decir en temporada alta, donde miles de turistas llegan a la ciudad y sus calles se convertían en algo intransitable. Para esto ha existido un grupo de policías, ángeles del decoro, quienes se encargan de vigilar las zonas más transitadas para evitar alguna mala práctica por parte de los turistas.

La ciudad italiana no deja de implementar medidas y al parecer una nueva tasa turística está próxima a llegar. Esto contribuirá a que la ciudad sea más sostenible tanto para visitantes como para los locales. Esta nueva medida no rechaza ni impide la entrada de nadie, solo se busca que sea más fácil el acceso para quienes no hagan reserva de hospedaje.

Por otro lado, varios sectores afirman que esta es una solución poco democrática y sobre todo excluyente, que establece semejanzas a un parque de atracciones del que Venecia siempre ha buscado huir.

Durante varios años los policías encargados, llevan multando a los turistas hasta con 500 euros, por actos indebidos, y como forma de hacer de la ciudad más sostenible en especial con los ciudadanos. Estos personajes han generado bastante controversia, junto con las medidas que toma la ciudad para darle una nueva dirección al turismo,

Desde el 2019, los medios han estado informando de una nueva tasa para los turistas que visiten la ciudad. Nombrada como tasa de aterrizaje, debió comenzar a aplicarse desde julio del año pasado pero por motivos de la pandemia aún no se ha hecho efectiva, pero si todo sale bien en cuestiones de contagios y manejo del virus, esta norma comenzará a hacerse efectiva el 1 de enero de 2022.

Esta tasa será aplicada a los turistas que solo vayan a pasar el día, como por ejemplo los que viajan en los cruceros, deberán pagar una cuota de ingreso a la ciudad y deberán hacerlo reservando un boleto de acceso que comenzará en 6 euros en un día normal, subirá a 8 en días rojos y a 10 en días negros, (depende de la afluencia de turismo y la época). Los turistas que se hospeden dentro de la ciudad, no deberán pagar esta tasa, ya que dentro de la tarifa hotelera ya se encuentra el impuesto.

Todas estas medidas que han sido adaptadas por la ciudad, son consecuencia de la masificación del turismo, pero esto es una realidad que ha ido avanzando en más destinos. Sin embargo la ciudad de Venecia ha estado luchando con esto y sus consecuencias durante muchos años; al año pueden llegar alrededor de 25 millones de turistas.

Se sabe que los viajeros son quienes alimentan la economía de la ciudad, pero son ellos mismos el mayor problema, y es que en 2019 alrededor de 32.000 pasajeros provenientes de cruceros desembarcaron en la isla a diario, en agosto el número aumentó a 465.100 turistas que solo llegaban para pasar el día y a estos se deben sumar los turistas que se hospedan allí.

Estas cifras sin duda sobrepasan el límite que la ciudad puede soportar,  ya que según estudios, la isla tiene una capacidad para soportar 55.000 turistas por día, lo que se traduce como 20 millones al año. Por esto desde finales de 2017, el gobierno aplicó una prohibición de tránsito por el canal a los cruceros con más 100.000 toneladas.

Con los cruceros causando daños ambientales, las visitas de solo unas pocas horas, hace que se ponga a prueba el soporte de la estructura de la ciudad, a esto también podemos sumarle el aumento del costo de los hospedajes y sobre todas las condiciones de vida de los ciudadanos locales.

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