Paradores de montaña

Ahora que el frío y la lluvia comienzan a hacer acto de presencia, te proponemos una escapada de otoño a algún Parador de montaña.

 Vas a ver que hay mucho dónde elegir y que en ninguno de ellos te faltarán alternativas de ocio, cultura o simplemente descanso al amparo de una buena chimenea y un suculento plato de cuchara.

Seguro que conoces los Paradores. Son establecimientos hoteleros, de gestión pública, repartidos por toda España. Suelen localizarse en edificios y lugares emblemáticos que destacan por su valor histórico, cultural o natural.

El primer Parador inaugurado fue el de Gredos, allá por 1928. Desde entonces, la red no ha dejado de ampliarse y diversificarse. A día de hoy, hay casi 100 paradores.

Como curiosidad, decirte que desde el año 2015 incluso existe un parador fuera de España, en Portugal. Se trata del Parador Casa da Ínsua, en Penalva do Castelo, una pequeña localidad situada a pocos kilómetros de Visau.

El amplio abanico de opciones de Paradores existentes podemos dividirlo en tres grandes grupos: paradores de costa, paradores urbanos y paradores de montaña.

En esta ocasión, vamos a centrarnos en los paradores de montaña. ¿Quieres saber cuántos hay, dónde están, cómo son y qué servicios ofrecen? Aquí tienes más información sobre ellos.

Parador de Gredos

Parador de Gredos nevado 1

  • El primero en funcionar, el Parador de Gredos, se merece ser también el primero de nuestra lista.
  • Piedra y pizarra conforman el esqueleto de un edificio de estilo castellano rústico en el que destacan las terrazas, impresionantes miradores a la Sierra de Gredos.
  • En particular, su amplia terraza lateral, soportada por columnas de piedra y vigas de madera y acondicionada como bar-restaurante.
  • En su interior, la sobriedad no está reñida con la comodidad, ni con la calidez... ni con la buena mesa, con recetas heredadas de la gastronomía de los pastores y abundante en platos de cuchara que puedes disfrutar en el restaurante.

Parador de Artíes

Parador de Arties 1

  • En pleno Pirineo catalán encontramos el Parador de Artíes.
  • El edificio es una joya de la arquitectura aranesa de los siglos XIV y XV y el entorno constituye una delicia para los amantes de la montaña.
  • Porque Artíes es un típico pueblo de montaña, con callejuelas empedradas y casas con tejado picudo para sortear las habituales nevadas.
  • El Parador de Artíes destaca como enclave para los aficionados al esquí, ya que la estación de Baqueira Beret se encuentra a escasos kilómetros.
  • En su interior, salones con chimenea y estancias con toque rústico en las que predomina la madera.
  • Además, un fantástico spa en el que puedes relajarte y disfrutar de diferentes tratamientos termales y estéticos.
  • Y para probar la típica gastronomía catalana de montaña, especialmente los productos a la brasa, dáte un capricho en el restaurante del parador, "La Cuina de Portolá".

Parador de La Seu d’Urgell

Parador de La Seu dUrgell 1

  • No nos vamos del Pirineo catalán. A escasos kilómetros de la vecina Andorra, localizamos el Parador de La Seu d’Urgell.
  • Un lugar entre ríos (Segre y Valira) y paraísos naturales (Parque Natural de Cadí Moiseró, Parque Natural del Alto Pirineo y arque Natural de Aigüestortes) perfecto para disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
  • Los amantes del arte tienen al lado una joya del románico catalán, la Catedral de Santa María.
  • El interior de este parador responde a un estilo moderno, predominio de colores marrones, azules y verdes, minimalismo, líneas básicas y mobiliario actual.
  • En cuanto a la gastronomía, cocina regional catalana y pirenaica con toques innovadores y con dos grandes protagonistas: quesos y embutidos.

Parador de Vielha

Parador de Vielha 1

  • La capital del valle de Arán bien se merece un parador.
  • En Vielha, la nieve y el discurrir de los ríos se combinan con el ajetreo de los turistas, esquiadores y las concurridas tiendas de artesanía local.
  • La zona wellness es una de las joyas del Parador de Vielha, con solarium, jacuzzi o sauna.
  • Mención especial para el precioso comedor circular rodeado de un gran jardín, en el que también se encuentra una amplia piscina.
  • Hablando de comer, el Parador de Vielha es un buen lugar para disfrutar de la cocina tradicional aranesa (imprescindible la olla aranesa) con toques de delicattesen francesa.

Parador de Bielsa

  • Si buscas un refugio de montaña, te gustará el Parador de Bielsa, ubicado en el pirenaico Valle de Pineta.
  • Piedra y madera en un edificio de los años 60 situado en uno de los enclaves más espectaculares del Pirineo salvaje.
  • El río Cinca y las aguas provenientes del deshielo del glaciar configuran un paisaje impresionante que puedes disfrutar en este parador situado en la entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, que por algo son merecedores del título Patrimonio de la Humanidad.
  • En su restaurante, no faltan las carnes de caza y los postres artesanales típicos de la zona.

Parador de Cangas de Onís

  • Nos vamos ahora a los Picos de Europa. Allí se encuentra el Parador de Cangas de Onís.
  • Una zona catalogada como Reserva de la Biosfera y Red Natura 2000 que respira aires de montaña y del mar, que se encuentra a solo 15 kilómetros.
  • De entrada, ya te sorprenderá el edificio. Se trata de un antiguo monasterio benedictino rehabilitado, en el que se fusionan la tradición y las comodidades de la vida moderna.
  • Sobresalen el jardín junto al río, las vistas y la amplitud de sus elegantes estancias de corte clásico.

Parador de Fuente Dé

  • Seguimos en los Picos de Europa, ya que hay otro parador; en este caso, del lado cántabro.
  • La estética es similar. Un refugio de montaña en el que son protagonistas la piedra y la madera.
  • Al lado, un teleférico que salva un desnivel de 753 metros y te lleva a 1.823 metros de altitud en tan sólo 4 minutos. En la cima, un bacón mirador desde el que disfrutarás de una panorámica espectacular, el encanto de un auténtico paisaje de montaña y, si te apetece, puedes volver caminando a través de la ruta de senderismo habilitada.
  • Ya en el parador, habitaciones luminosas en colores cálidos y neutros y salones de clásica elegancia.
  • Un consejo: no te vayas sin probar en su restaurante el cocido lebaniego.

Parador de Cazorla

  • El parador de montaña situado más al sur de la Península es el de Cazorla.
  • Es un cortijo andaluz enclavado en pleno Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.
  • Se trata de un espacio natural protegido en el que se entremezclan los paisajes rocosos de montaña con pronunciados valles y cañones.
  • El parador de Cazorla es un buen punto de salida para rutas de senderismo por la sierra o para visitar la cuna del río Guadalquivir.
  • El acceso a este parador ya apunta maneras: un imponente portón con cubiertas de madera.
  • Dentro te encontrarás habitaciones decoradas con gusto y vistas a la montaña, cómodos salones que invitan al descanso y un restaurante en el que probar exquisiteces típicas de la tierra, como el cordero.

Parador de Cervera de Pisuerga

  • En la montaña de Palencia también se erige un acogedor parador. En concreto, en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre.
  • Tejos, robles y pantanos. O iglesias románicas y muestras de arte rupestre. Tú eliges tu excursión favorita desde este enclave.
  • En cualquier caso, no te pierdas las vistas al cercano Pantano de Ruesga desde la terraza del parador.
  • Por cierto, cuenta con zona infantil especialmente habilitada para niños y diferentes instalaciones deportivas, como un campo de fútbol.

Parador de Las Cañadas del Teide

  • Aunque pueda sorprenderte, también hay paradores de montaña en las islas.
  • Frente al pico más alto de España y a más de 2.000 metros de altitud, Tenerife acoge el Parador de Las Cañadas del Teide.
  • Un establecimiento que es un todo un observatorio astronómico, desde el que puedes observar el pico de un volcán y que cuenta con dos telescopios a disposición de los huéspedes.
  • Dada su ubicación, su autonomía es fundamental y ello lo convierte en un buen ejemplo de arquitectura sostenible. Tanto es así que recoge el agua del entorno y genera su propia electricidad.
  • Jardín, piscina, salones con chimenea... pocas veces ver las estrellas resulta tan cómodo.

Parador de Santo Estevo

  • Terminamos nuestro recorrido en el norte, en tierra gallegas.
  • Escondido entre el agreste paisaje de la Ribeira Sacra está el Parador de Santo Estevo.
  • Es uno de los paradores con mayor tamaño y capacidad y uno de los más valorados y puntuados por los usuarios.
  • Ubicado en un antiguo monasterio benedictino, está al lado del Sil y se trata de un refugio natural único entre bosques, ríos y montes.
  • Las habitaciones destacan por su sobriedad y líneas puras y rectas. En otros tiempos, fueron las celdas de los monjes que habitaban el lugar.
  • La carta de su restaurante está repleta de comida típica del interior de Galicia y reserva un protagonismo especial a los valorados vinos de la zona, con Denominación de Origen Ribeira Sacra.

Este otoño, elige destino y prepara una escapada a algún Parador de montaña.

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