Montilla está enmarcada en la espléndida Campiña Cordobesa; es una ciudad y municipio español en la comunidad autónoma de Andalucía.
Este pueblo destaca históricamente por ser cuna de uno de los personajes más importantes del país, Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, caballero renacentista, militar y diplomático de Montilla.
Es uno de los municipios más importantes de la comarca de la Campiña Sur Cordobesa, con una población actual de 22.739 habitantes, que se destaca por tener una gran riqueza epigráfica y arqueológica, además de ser una tierra rica en patrimonio cultural, histórico y enológico.
Montilla, capital del vino. Cuna de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, fue jefe del ejército de los Reyes Católicos y que en la época romana se le daba el nombre de Munda, es una ciudad llena de monumentos que rememoran el pasado. Conventos e iglesias memorables adornan sus calles y junto a ellos la torre de Santiago, con una belleza inigualable. Esta ciudad es uno de los lugares con más historia de la provincia de Córdoba, y en general de toda la comunidad de Andalucía.
Varios historiadores ubican la zona de los Llanos de Vanda, en la Baetica romana, que fue escenario de la Batalla de Munda en el 45ª.C, fue allí donde se enfrentó Julio César a Cneo y Sexto Pompeyo. Era la segunda guerra civil romana y que luego de salir victorioso de esta batalla, César logró regresar a Roma para luego ser dictador. Sin embargo, no hay claridad en cuanto a asegurar que Montilla realmente era Munda.
Antes de la llegada de los romanos, la zona fue habitada desde el paleolítico, prueba de esto son las cerámicas prehistóricas que se han hallado en el lugar. Pero más adelante, los iberos y tartesios pasaron dejando su huella y cultura. Pero solo hasta la llegada de Gonzalo Fernández de Córdoba, fue que Montilla pasó a un plano importante dentro de la geografía al ser el lugar de origen de uno de los militares más importantes de la historia.
Desde la primera intervención en la batalla de Albuera y las que le siguieron a la conquista de Granada al final del siglo XV, el Gran Capitán pudo demostrar sus habilidades de buen soldado: disciplina, generosidad, respeto por el adversario y valor. Por esto, ya con cuarenta años fue uno de los jefes de las nuevas fuerzas de los Reyes Católicos.
