La isla reúne todos los ingredientes para disfrutar de unas vacaciones diferentes a las que acostumbran sus visitantes durante la temporada alta.
Al pensar en Mallorca es probable que tu mente viaje automáticamente al verano. Playas, calas, un clima inmejorable… Sí, la isla es un destino clave de la temporada estival, pero Mallorca es mucho más que eso. Ocio, gastronomía, deporte y naturaleza convergen en este paraíso balear para ofrecer a sus visitantes un sinfín de actividades. El invierno es la época del reencuentro con la autenticidad de la isla, más apacible, con más color… en definitiva, más Mallorca. La isla ofrece opciones igual de atractivas para disfrutar de la belleza isleña en un entorno poco masificado y que respeta todas las medidas de seguridad.
Un paseo cultural por la capital balear
Hablamos de una ciudad moderna, cosmopolita y con una rica oferta cultural y artística. Tan solo un paseo por Palma de Mallorca ya es motivo suficiente para planificar tu próximo viaje a la isla. La capital balear es una de las mejores opciones donde alojarse si quieres descubrir el resto de Mallorca. Sus calles estrechas y el ambiente mediterráneo de la ciudad invitan a descubrir los principales edificios del patrimonio histórico y artístico de Palma a pie. De influencias góticas y modernistas, la ciudad es el excelente ejemplo de la mezcla de estos dos estilos con edificaciones más góticas como Santa Eulàlia, la Llotja o el Palacio de la Almudaina y otros ejemplos más modernistas como el Gran Hotel, el Museu Fundación Juan March o Can Prunera. No puedes dejar de visitar La Seu, la Catedral de Mallorca, un ejemplo perfecto de estilo mixto.
Los mercados gastronómicos, el latido de la ciudad
Gastronomía y Mallorca van siempre de la mano. La ensaimada, la sobrasada o el vino mallorquín son los auténticos protagonistas de la cocina local pero, ¿dónde puedes encontrarlos? En los mercados gastronómicos, por supuesto. Puntos de encuentro donde comprar los productos más frescos desde frutas y verduras hasta pescados y carnes, pero donde también disfrutar de una jornada divertida entre tapas y variats. El Mercat de l’Olivar, ubicado en pleno centro histórico de Palma, fue construido en 1951. Este edificio luminoso de arquitectura mediterránea alberga algunos de los mejores puestos de frutas, verduras, carnes, aves, pescados, mariscos, quesos y embutidos. El Mercado de Santa Catalina, en la zona de pescadores de la ciudad de Palma, se encuentra muy cerca del puerto de la ciudad y el Paseo Marítimo y sus especialidades son el pescado y marisco. Delicias del mar, directamente en tu mesa.
¡Adéntrate en la naturaleza mallorquina!
Mallorca es un destino excelente para practicar turismo activo. La orografía del terreno y la belleza de sus paisajes son dos de los motivos que pueden inspirar a los viajeros a indagar en la naturaleza de la isla. El senderismo es una muy buena opción para ello. Con itinerarios sencillos y bien señalizados, podrás recorrer con tu familia algunos de las vistas más agradables y sorprendentes de Mallorca.
Y es que hay opciones para todos los gustos. Desde rutas más culturales como la del Castillo de Alaró, desde donde contemplar el paisaje de la sierra de Tramuntana y el Pla de Mallorca a rutas por los pueblos más bonitos de la isla como la que lleva de Deià a Sóller, un pueblo rodeado por montañas. También puedes elegir recorridos más exigentes como la ascensión a El Fumat, combinando calas y miradores del Cap de Formentor, o la senda que discurre por el Parque Natural de la isla de Sa Dragonera, una espectacular isla desierta con paisajes inigualables.