La tradición y la cocina…..
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La Champagne es tradición, es historia, es gastronomía
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Desde caracoles o manitas de cerdo hasta deliciosos postres
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La fragancia de las trufas
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O el plato medieval de los pobres
Después de haber festejado la coronación de prácticamente todos los reyes de Francia, la Champagne se ha habituado a sabrosos y refinados placeres, y pone especial atención en perpetuar sus tradiciones gastronómicas, que van desde los caracoles de la Champagne hasta la salsa de Champagne pasando por las míticas y preciadas manitas de cerdo “a la Menou” o el delicioso pastel de biscuits roses con un sutil perfume de almendra, la gastronomía de la región es sorprendente y refinada, a la altura de sus grandes vinos y champagnes.
Sin entrar en la alta cocina, aquí algunos tips de productos tradicionales de la zona….
La morcilla blanca de Rethel
Esta antigua receta, cuyo origen se remonta al siglo XVII, da renombre a la pequeña ciudad ardenesa de Rethel. Etiqueta Roja e Indicación Geográfica Protegida dan testimonio de la calidad de esta especialidad de Rethe: una morcilla sin conservantes, elaborada de manera artesanal con carne fresca de cerdo de calidad, leche, huevos enteros, chalotas, sal y pimienta. Todo esto garantiza un plato untuoso y suculento.
La morcilla blanca de Rethel es típica de Navidad, pero también se toma como aperitivo, -frita y servida en rodajitas- como entrante o como plato, acompañada de manzanas.
El último fin de semana de abril de cada año, la morcilla blanca es la protagonista indiscutible en Rethel, ya que en su honor se realizan degustaciones y actividades, como el concurso del mayor comedor de morcillas
La galleta rosada de Reims
La galleta de Reims, especialidad de la ciudad de Reims desde el siglo XVII, es un delicioso pastelito crujiente espolvoreado con azúcar glasé de forma rectangular y color rosa.
Esta famosa galleta acompaña de maravilla a una taza de té o de chocolate caliente, o de una copa de champagne.
En la cocina, la galleta rosa añade un toque de originalidad a las recetas azucaradas y saladas.
El queso de Langres
Fabricado en la meseta de Langres, en Alto Marne, el Langres es un queso fabricado con leche entera de vaca, con pasta blanda y corteza lavada, de color amarillo anaranjado y de forma cóncava, con Denominación de Origen Controlada.
Esta especialidad cremosa con un sabor fuerte se distingue asimismo por el hueco característico, llamado fuente, que se forma durante el afinado, en el que, según los gustos, se puede depositar un chorrito de orujo de Borgoña o de Champagne
La fondue champenoise
La fondue champenoise, ideal para el invierno, es un plato para compartir que consiste en una mezcla de queso de Langres y queso de Chaource a la que se añade nata líquida, vino blanco, fécula de patatas y pimienta. Se calienta todo en una fondue para obtener una mezcla parcialmente líquida en la que se puedan mojar trozos de pan.
Normalmente, la fondue champenoise se sirve con una ensalada verde y un surtido de embutidos regionales, de forma que constituya una comida completa.
Todo ello se riega con un vaso de vino blanco, como un Coiffy blanc Chardonnay.
La cacasse à cul nu
Plato típico de Ardenas, la cacasse à cul nu se consideraba antiguamente como el plato del pobre. Creada en el valle del Meuse, esta receta estaba vinculada a la economía autárquica de esta zona de Francia.
Los habitantes solo disponían de sus escasos recursos, ya que no tenían acceso a los productos de otras regiones. No se conoce el origen de la cacasse à cul nul, pero aparece mencionada en libros de cocina desde finales del siglo XVIII.
La cacasse à cul nul consiste en una fricasé de patatas cocidas en un roux. Antiguamente no solía contener carne, porque este plato era demasiado caro. Bastaba con frotar la olla de hierro con una tira de tocino para darle un poco de sabor. En la actualidad, se cocina con salchicha ahumada y lonchas de tocino, y recibe el nombre de cacasse rhabillée. Forma parte de la gama "Ardenas de Francia".
La cofradía de la cacasse, fundada en 2001 y establecida en Aiglemont, difunde este producto por toda Francia, desfilando en las reuniones de cofradías con un enorme caldero.
La ensalada de torreznos
Es difícil encontrar un plato más completo que la ensalada de torreznos de Ardenas. Aunque no se conoce el origen exacto de esta ensalada, sabemos que existía ya a finales del siglo XIX, pues aparece mencionada en diversas obras.
En ella encontramos: diente de león, torreznos, pulpa de patatas aplastadas y calientes, así como diversas hierbas aromáticas como el perejil. Y aunque a veces se le añade vinagre para aliñarla, no se le añade nunca aceite, ya que la grasa de los torreznos en la que está bañado el diente de león es suficiente. La receta se sirve caliente para conservar todo su sabor. En general, se prepara entre marzo y mayo, cuando el diente de león aún está verde. En Ardenas, es habitual decir que limpia el estómago de las toxinas del invierno.
Dependiendo del pueblo, encontramos diferentes recetas para la ensalada de torreznos, con algunas diferencias, como las patatas sin pelar o peladas. Una cofradía de la ensalada de torreznos, creada en 2001, da a conocer esta receta tradicional, y celebra su gran capítulo dos veces al año en el castillo de Sedan.
La trufa de Alto Marne
Símbolo de fiesta, la Tuber uncinatum, llamada trufa gris de Borgoña, se recoge en Alto Marne de septiembre a enero, en los bosques que cubren los alrededores de Chaumont.
Esta joya de los bosques, apreciada por los gastrónomos, adorna los platos más refinados. En otoño se ofrecen estancias de descubrimiento de la trufa, con demostración de "cavage" (búsqueda de la trufa con un perro trufero) y cursos de cocina.
