Hay una forma distinta de acercarse a conocer Menorca con experiencias turísticas basadas en el sector primario para conocer desde dentro la esencia de la isla.
Menorca es un mucho más que un entorno natural impresionante; patrimonio cultural e histórico sin igual; la Cultura Talayótica; las puestas de Sol; Los faros y sus mágicas playas... Hay algo más. Hay un aspecto que define muy bien la forma de ser de los menorquines y no es otra cosa que su sector primario.
La situación geográfica de la isla, su clima y el estilo de vida calmado y tranquilo, hacen de Menorca un enclave singular, propicio para obtener unos productos con sello de calidad 'made in Menorca'. Se puede conocer un poco mejor esta parte de la isla a través de experiencias para todos los públicos.
Imagina que como viajero puedas vivir una experiencia única y particular, participando activamente, no como un espectador, sino como protagonista de lo que son las tradiciones de la isla. El visitante tendrá un amplio abanico de experiencias auténticas y muy personales que le ayudarán a entender cómo se desarrolla el sector primario de Menorca.
Uno de los productos estrella de la gastronomía menorquina es sin duda el queso, (D.O.P Mahón-Menorca). Elaborarlo con tus propias manos, según la manera artesanal y degustar tu propia creación, lo hace aún más sabroso. Sin contar que es una actividad que le chifla a los más pequeños de la casa. Estos quesos se envían al domicilio de los participantes, para que puedan disfrutarlos en la mesa tras unas ocho semanas de maduración.
El aceite de oliva, presente en la dieta mediterránea, es un producto que se trabaja con mucho cariño en Menorca. Realizar oleoturismo, visitar alguna de sus almazaras, recorrer las fincas para conocer de la mano de sus productores todos los secretos para conseguir ese oro líquido tan codiciado y hacer una cata con productos de la zona.
Quizás ver de primera mano un productor de miel, con su propio sello de calidad 'Mel de Menorca', desde 2006, que todos los días cuida sus abejas, cuida sus panales y produce de una forma directa una de las mieles más reconocidas en todo el mundo sea un espectáculo. Pero que ahora abra las puertas de su casa para que el viajero entre en contacto directo con la naturaleza y con la magia de las abejas y pueda disfrutar del propio proceso de elaboración de la miel es un privilegio. Los visitantes tienen la posibilidad de visitar una fábrica, conocer en primera persona cómo se elabora la miel y, lo mejor... ¡Saborearla!
No se puede hablar de sabor, sin incluir el vino de Menorca, que tiene el sello de Calidad 'Vi de la Terra Illa de Menorca' desde 2002. Es uno de los productos diferenciales de la gastronomía menorquina junto al queso y la miel. Pasear por los viñedos, que te hablen de vino de una forma cercana y amena para concluir con una cata en la que poder descubrir esos matices y sabores que no se consiguen en ninguna otra bodega.
Esto va de familias, de generaciones dedicadas a una pasión, como puede ser el Cultivo de las Setas. Convertir una afición en un oficio y negocio para preservar y perpetuar una tradición milenaria, para seguir defendiendo y mostrando al sector turístico las raíces de un pueblo, el de Menorca, mediante clases de cocina, jornadas de recolección y showcookings.
Menorca enseña sus tesoros culinarios para mostrar la esencia de sus raíces, de su historia y sus tradiciones al viajero para que forme parte de la historia e idiosincrasia de la isla. Imagínate, por lo tanto, un territorio con magia, un territorio diferente a los demás, el último paraíso del Mediterráneo, que abre sus puertas a disfrutar y participar de su historia más íntima, de sus raíces más profundas a través del sector primario y de los productores locales, que son el alma de esta tierra.