Las cifras de deforestación en América Latina y el Caribe son realmente bajas en los territorios indígenas, donde los gobiernos reconocieron de forma precisa los derechos colectivos del territorio, para mejorar la seguridad al tener estos territorios de una forma rentable y eficiente para así poder disminuir las emisiones de dióxido de carbono.
Este es uno de los hallazgos más importantes en las investigaciones de “los pueblos indígenas y tribales y la gobernanza de los bosques” a manos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo para el Desarrollo de los pueblos indígenas de América Latina y el Caribe (Filac).
Teniendo en cuenta los más de 300 estudios que han sido publicados por varias décadas, los nuevos hallazgos revelan que por primera vez la ciencia ha demostrado que los pueblos indígenas son mejores protectores de los bosques en comparación de los que están a cargo de otros bosques de la región.
Allí también se muestra que la función de protección está cada vez más en riesgo en el momento en que la Amazonia está más cerca de su punto de desviación y que podría llegar a tener impactos muy negativos en las precipitaciones y en las temperaturas, y en un futuro también se verá afectada la producción de alimentos y el clima global.
Los resultados más favorecedores fueron más evidentes en los territorios de los pueblos indígenas que tienen títulos legales reconocidos entre 2000 y 2012, los números en cuanto a la deforestación de los territorios en la Amazonia boliviana, colombiana y brasileña, son la mitad a un tercio en comparación de los otros bosques que tienen algunas características ecológicas similares.
Con este informe se busca pedir a los gobiernos, a los financiadores climáticos, a las diferentes empresas del sector privado y sociedad civil, para que hagan inversiones e iniciativas para el fortalecimiento del papel que realizan los pueblos indígenas en la conservación forestal y así reforzar los derechos de los territorios comunales y que compensen a las comunidades indígenas por los servicios que brindan al medio ambiente.
Los estudios que se han realizado muestra que las tasas de deforestación en los bosques indígenas han asegurado las propiedades de la tierra en un 2,8% menos que las que están fuera de estas áreas en Bolivia, 2,5 en Brasil y 2 veces menos en Colombia.
Los territorios que han sido titulados disminuyeron entre un 42,8 y 59,9 millones de toneladas de emisiones de CO₂ durante cada año en los países de la selva amazónica, las emisiones sumadas sacaron de circulación entre 9 y 12 millones de vehículos al año.
La población indígena solo constituye el 5% de la población mundial; sin embargo, son los mayores cuidadores del medio ambiente; el 28% de la superficie de la tierra, en la cual se incluyen zonas forestales intactas en cuanto a ecología y que albergan una gran biodiversidad son administradas en su mayoría por pueblos o comunidades indígenas de la región.