Róterdam, Glasgow y Umea se han convertido en guías de ciudades inteligentes, desde hace cinco años, todo a manos del proyecto Ruggedised, que junto a empresas de investigación han trabajado en pro de mejorar las calidades de vida de las personas. Desarrollando espacios que impulsan la movilidad de forma sostenible, energía renovable y servicios inteligentes.
El proyecto está siendo coordinado por la ciudad de Róterdam, junto con el programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, este proyecto dio inicio en 2016 y espera que en los próximos años se unan tres ciudades más: Brno, Gdansk y Parma, en donde se han implementado las herramientas para probar este nuevo concepto y así poder implementar las ciudades inteligentes en toda Europa.
Para cuando el proyecto se dé por terminado, el 31 de octubre de 2021, en las 6 ciudades iniciales se habrán reducido los impactos medioambientales de algunas actividades, creando un entorno que estimule el desarrollo de la economía sostenible implementando las nuevas tecnologías de la información, la movilidad eléctrica y la energía renovable.
En la ciudad principal de este proyecto se han hecho implementaciones de puntos de recarga eléctrica, alumbrado inteligente y una red térmica que une varios edificios, con el fin de sacar provecho a la distribución de las temperaturas, también han comenzado con el uso de buses sin emisiones de CO₂ en las redes de transporte público. Así, se ha dado una transición de la economía que es impulsada por combustibles fósiles a una economía que esté basada en el uso de la energía sostenible.
Las transformaciones han sido posibles gracias a los avances de las TIC, que cada vez más se vuelven un factor indispensable en las sociedades. En la ciudad de Róterdam, en el distrito que se ha desarrollado el modelo Smart City para lograr una eficiencia en cuanto a la energía y a la reducción del CO₂ y también tener un impacto en la economía para generar empleo y que los ciudadanos participen de forma activa para mejorar la calidad de vida.
Glasgow ha desarrollado el proyecto, centrándose en una de las calles en el centro de la ciudad para implementar Smart Street, allí se fomenta el uso de coches eléctricos y así contribuir a la mejora de la calidad del aire, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono. También, se implementó un alumbrado inteligente para aprovechar el consumo de energía que se genera localmente y un sistema energético que permitirá tener una infraestructura de recarga donde se genere mayor demanda.
En ambas ciudades, se han generado espacios para recopilar y analizar todos los datos que se obtienen y así tomar decisiones pertinentes, reducir la pobreza de energía y generar más herramientas para contribuir con la red de energía.
Por otro lado, Umea en Suecia, ha implementado un distrito universitario innovador, el cual está implementando modelos energéticos con fuentes 100% renovables, manejo inteligente en los edificios, puntos de recarga para coches eléctricos, y un sistema de transporte libre de emisiones.
Con esto se pueden apreciar los resultados, y de esta forma contribuir a tomar decisiones en pro de las mejoras a implementar, también poder tener un punto de fusión entre los ciudadanos y los políticos con el objetivo de planificación urbana en conjunto.