En el primer semestre de 2025, el turismo internacional experimentó un empuje notable: unos 690 millones de turistas realizaron viajes internacionales, lo que supone un incremento del 5 % respecto al mismo periodo de 2024.

 Este dato supera en un 4 % los niveles previos a la pandemia de 2019, según cifras del Barómetro del Turismo Mundial de la Organización de Naciones Unidas para el Turismo (ONU-Turismo).

Este crecimiento vigoroso refleja, de un lado, la recuperación sostenida de la movilidad mundial tras los años de restricciones sanitarias, pero también la capacidad de adaptación del sector frente a los obstáculos económicos, ecológicos y geopolíticos que persisten.

Datos recientes que amplían la fotografía

Para entender mejor este panorama, conviene incorporar otros hallazgos del mismo organismo y de fuentes vinculadas:

  • En 2024, los ingresos por turismo internacional (sin incluir transporte de pasajeros) alcanzaron aproximadamente 1,6 billones de dólares, lo que representa un crecimiento del 3 % sobre 2023 y alrededor de un 4 % por encima de los niveles de 2019, en términos reales. 
  • Si se consideran además los ingresos por transporte de pasajeros, los “export revenues” totales del turismo internacional se elevan a cerca de 1,9 billones de dólares en 2024, cifra récord que supera también los niveles prepandemia. 
  • En el primer trimestre de 2025 hubo más de 300 millones de llegadas internacionales, un 5 % más que en 2024, y aproximadamente un 3 % por encima de los mismos meses de 2019.
  • Las regiones muestran comportamientos diferenciados: África lidera ese primer trimestre con un crecimiento del 9 % frente al mismo periodo de 2024; Asia y el Pacífico recuperan terreno con +12 %, aunque todavía ligeramente por debajo de 2019. 

Regiones, destinos y desequilibrios

Mientras algunos territorios se benefician plenamente del resurgir turístico, otros enfrentan desafíos para alcanzar los niveles anteriores a la pandemia o para traducir el incremento de visitantes en beneficios sostenidos:

  • África muestra un crecimiento robusto, tanto en número de visitantes como en ingresos, aunque con retos de distribución interna de los beneficios.
  • Europa ha vuelto a posicionarse como la principal región receptora, superando los niveles de 2019 en muchas subregiones; sin embargo, la recuperación no es uniforme. Las áreas centrales y orientales registran mejoras más pronunciadas.
  • Américas avanza en conjunto pero de forma más moderada; algunos países de América del Sur destacan con crecimientos fuertes, mientras que Norteamérica enfrenta estancamientos o caídas comparativas desde ciertos mercados emisores.
  • Asia y el Pacífico se encuentran en clara recuperación: algunos destinos como Japón han reportado aumentos de ingresos del orden del +34 % en los primeros meses de 2025, mientras que otros países muestran también crecimientos de dos dígitos. Esto indica no sólo más visitantes, sino gasto más alto por turista. 

Perspectivas y desafíos para un turismo sostenible e inclusivo

Los datos pintan un escenario optimista, pero también evidencian áreas de riesgo que requieren atención urgente:

  • Resistencia económica global: inflación, variaciones de moneda, costos del transporte, y tensiones geopolíticas siguen siendo frenos para la estabilidad del crecimiento turístico. Los destinos con costes elevados o con menor conectividad aérea probablemente enfrenten mayores retos. ONU-Turismo lo advierte en sus índices de confianza. 
  • Impacto ambiental y sostenibilidad: con el turismo volviendo, crecen también las preocupaciones sobre el efecto sobre biodiversidad, emisiones de carbono, uso del agua y gestión de residuos. Hay estudios recientes que muestran que destinos que fortalecen sus políticas “verdes” —ecocertificaciones, regulaciones ambientales, turismo comunitario— logran mejor aceptación, pero muchas regiones aún no cuentan con instrumentos suficientes. 
  • Distribución del beneficio: mejoras macroeconómicas —más visitantes, más ingresos— no garantizan que las comunidades locales reciban una parte justa, especialmente en regiones que han dependido del turismo de lujo vinculado a cadenas extranjeras. 
  • Empleo y condiciones laborales: el turismo puede generar muchos puestos de trabajo, pero también plantea desafíos relativos a la calidad del empleo, estabilidad, salarios justos, jornadas óptimas y profesionalización. ONU-Turismo y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han iniciado trabajos conjuntos para mejorar la medición de empleo en el sector y avanzar en condiciones decentes.

Conclusión: ¿una nueva normalidad turística?

El turismo internacional en 2025 parece encontrarse en un punto de inflexión. La cifra de 690 millones de turistas en seis meses, los ingresos / exportaciones récord en 2024, y el crecimiento interanual robusto son señales de que el sector no solo se recupera, sino que incluso excede expectativas en muchas regiones.

Pero para que esta recuperación sea duradera y equitativa se necesitará:

1. Políticas públicas que promuevan la sostenibilidad ambiental: tanto para reducir los impactos como para aprovechar la disposición creciente de los viajeros a preferir destinos responsables.

2. Mecanismos que aseguren que el turismo beneficie realmente a las comunidades receptoras: formación, participación local, estructuras que retengan valor económico internamente.

3. Mejoras en la conectividad y la infraestructura, especialmente transporte y alojamiento, para destinos emergentes.

4. Atención a la calidad del empleo y condiciones laborales dignas, una pieza clave para mantener la competitividad y el consenso social.

En definitiva, el turismo mundial navega por aguas favorables —el viento sopla fuerte—, pero no está exento de corrientes adversas. El verdadero reto será convertir este impulso en un desarrollo turístico más justo, sostenible y resistente para el futuro.

España en el contexto del turismo global: récords, retos y oportunidades

Mientras que el turismo internacional crece globalmente —ya cruzando los 680-690 millones de viajeros en el primer semestre de 2025 según ONU-Turismo—, España continúa destacándose como uno de los destinos más fuertes del mundo, mostrando síntomas de consolidación de recuperación post-pandemia, pero también enfrentando tensiones y desafíos internos.

Los números que hablan por sí solos

Aquí algunos de los hitos más recientes para España:

  • En los primeros seis meses de 2025, España recibió más de 44,5 millones de turistas internacionales, un aumento de aproximadamente 4,7 % respecto al mismo periodo del año anterior.
  • El gasto total de esos turistas en ese semestre supera los 59.622 millones de euros, lo que supone un crecimiento interanual del 7,5 %.
  • Si extendemos hasta julio, los visitantes acumulados ascienden a 55,5 millones, con un gasto total que ya supera los 76.000 millones de euros, también alrededor de un 7,2 % más que en los primeros siete meses de 2024.
  • En julio específicamente, España recibió 11 millones de turistas internacionales, un crecimiento interanual mucho menor (+1,6 %), pero el gasto ese mes creció un 6,1 %, demostrando que los visitantes están gastando más por persona.
  • Canarias, Cataluña y Baleares destacan como las comunidades autónomas que reciben mayores flujos de gasto acumulado del turismo extranjero. En el primer semestre, Canarias lidera con cerca del 20 % del gasto total, seguida de Cataluña y Madrid.
  • En cuanto a mercados emisores, Reino Unido sigue siendo el país que más gasta en España, aproximadamente el 17,6 % del total acumulado hasta julio; luego Alemania y Francia.

Comparaciones con tendencias globales

Relacionando estos datos con los globales de ONU-Turismo:

  • España está alineada con la tendencia mundial: el aumento en número de visitantes junto con un mayor gasto promedio. Globalmente, la recuperación del turismo ha implicado no solo más viajes, sino también viajes más caros o de mayor duración. (Ej: Asia-Pacífico crece más del 10 % interanual, aunque aún no todos los destinos han recuperado los niveles de 2019).
  • Donde España marca diferencia es en la magnitud del gasto acumulado: mientras en muchos países el alza del número de visitantes es impresionante, en España el gasto crece proporcionalmente más que las llegadas, lo que sugiere un perfil de turista que gasta más, estancia quizá más prolongada o que el coste de servicios turísticos está inflado. Esto es coherente con la tendencia global de “turismo de calidad” que favorece quienes puedan pagar más por servicios, experiencias o ubicación.

Retos que afloran

Animado por los datos positivos, el panorama español también muestra signos de vulnerabilidad:

1. Desaceleración en julio: Aunque el crecimiento sigue siendo positivo, el mes de julio mostró solo un +1,6 % en llegadas internacionales, lo que indica limitaciones en la capacidad de crecimiento continuo. Ministerio de Industria y Turismo

2. Brecha entre gasto y visitantes: Mientras el gasto crece con fuerza, el crecimiento en las llegadas es más moderado, lo que pone presión en proveedores de servicios para ajustar costes, precios, oferta de alto nivel, y mantener la calidad, sin perder competitividad.

3. Estacionalidad persistente: Gran parte del turismo se concentra en los meses de verano, lo que genera picos de ocupación, tensión en infraestructuras y oferta local, así como grandes variaciones en empleo terminado vs temporal. Desestacionalizar sigue siendo un objetivo, pero de difícil implementación.

4. Presupuesto ecológico y social: Con los precios al alza en alojamiento, restaurantes y transporte, hay preocupación acerca de cómo se traducen estos aumentos para los residentes españoles, la vivienda, los costes de vida en destino. También, la presión sobre los destinos turísticos más saturados, como las islas o ciudades costeras, demandan gestión sostenible, regulaciones ambientales, control del turismo masivo y equilibrio con las necesidades de la población local.

5. Competencia internacional: Otros destinos emergentes, especialmente algunas regiones en Asia, Medio Oriente o América Latina, están mejorando su oferta, reduciendo costes, invirtiendo en conectividad aérea. España necesita seguir innovando para no perder cuota de mercado.

Oportunidades y recomendaciones para España

Para consolidar esta recuperación y avanzar hacia un turismo más sostenible y rentable:

  • Invertir en renovación de infraestructura fuera de los principales polos turísticos, para mejorar la oferta en destinos de interior, rurales o menos conocidos, fomentando la dispersión geográfica del turismo.
  • Mejorar la calidad del servicio laboral: formación, mejores condiciones, profesionalización del sector, para que el turista perciba valor añadido, que justifique el mayor gasto.
  • Políticas de sostenibilidad más estrictas: control de flujos en destinos sensibles, políticas de turismo responsable, gestión de recursos naturales, agua, residuos, movilidad sostenible.
  • Diversificar productos turísticos: no solo playa y sol, sino gastronomía, naturaleza, cultura, turismo de salud, de naturaleza, experiencias personalizadas que permitan captar visitantes con mayor capacidad de gasto y prolongar la estancia.
  • Mejor marketing y promoción internacional con enfoque en mercados emergentes, pero también afianzando los clásicos, asegurando conectividad aérea y facilidad de viaje (visados, transporte, accesibilidad).

España se encuentra en un momento dulce: bate récords en número de visitantes y en gasto turístico, lo que confirma su regreso al liderazgo global como destino de primer orden. Sin embargo, la salud del sector no dependerá solo de estos récords numéricos, sino de cómo se gestione la presión sobre precios, servicios, territorio y comunidades locales.

La gran pregunta que subyace es si este año 2025 será el año en que España no solo recupere, sino que redefina el turismo: no simplemente “más turistas”, sino un turismo mejor, más equitativo y sostenible. Y en ese reto, los próximos meses serán decisivos.

Tendencias generales observadas por CCAA

  • En general, el gasto turístico crece más rápido que las llegadas de visitantes en casi todas las comunidades principales, lo que indica que aunque los incrementos en número se han moderado en algunos meses, los turistas que llegan gastan más. 
  • Las comunidades insulares (Canarias, Baleares) continúan liderando tanto en gasto como en visitantes, con claro perfil de “turismo de sol y playa”, mayor estacionalidad, pero también alta capacidad de gasto.
  • Las comunidades con grandes ciudades culturales o capitales (Madrid, Cataluña) sacan ventaja en turismo urbano, congresos, y turismo de alto valor.
  • Hay signos de moderación en el crecimiento: los incrementos interanuales en visitantes han sido más altos en años anteriores; en 2025, aunque positivos, los crecimientos son más comedidos. 
  • Estacionalidad sigue siendo una variable clave: los meses de verano concentran los mayores flujos, especialmente para Baleares, Canarias, Andalucía, Valencia; lo cual provoca presión en capacidad alojativa, transporte, servicios locales, etc.
Escribir un comentario