Iñaki Gaztelumendi, Anna Tarí y David Mora, han definido el estado de la cuestión de la economía circular y su relación con el turismo en España.
En este sentido, en un informe que han elaborado bajo el paraguas de Segittur, ofrecen orientaciones generales, de reflexión y aplicación de soluciones para destinos y agentes tanto públicos como privados en el sector. También se incluyen oportunidades y retos realistas para el sector turístico, junto a casos de estudios, materiales y bibliografía relevante.
El informe se estructura en los siguientes cuatro capítulos:
• Antecedentes
• La Economía Circular
• La Economía Circular en el sector turístico: el Turismo Circular
• Recomendaciones
Reproducimos aquí las Recomendaciones de los autores como sinopsis de todo el estudio para la aplicación de la EC en el sector turístico y damos igualmente el enlace para los que estén interesados en ampliar la información.
El modelo circular ofrece una oportunidad para mejorar nuestros sistemas de producción y consumo para alcanzar un crecimiento económico que no sea a costa de la explotación de recursos naturales y de la creación de externalidades negativas.
Adoptar dicho modelo supone un proceso de reflexión y esfuerzo para cambiar prácticas actuales que evitan que seamos respetuosos con el medio ambiente y competitivos en la economía de un futuro cercano, para conseguir que la economía circular se aplique en el sector turístico y evitar que quede conceptualizada en un ideal discursivo que nunca se alcanza, consideramos que es fundamental aplicar las siguientes recomendaciones:
1. Impulsar una hoja de ruta para el desarrollo de la economía circular (turismo circular) en el sector turístico español.
2. Articular un ecosistema que promueva el turismo circular en España, en el que participen AAPP, el sector privado, la Red de Destinos Turísticos Inteligentes e instituciones comprometidas con la transición hacia la economía circular, y elegir una institución u organización que se encargue de marcar las pautas a seguir. En este sentido, se propone crear un grupo de trabajo en SEGITTUR con instituciones como la Ellen McArthur Foundation, la Fundación para la Economía Circular, la Fundación COTEC o el Circular Economy Club para profundizar en la creación de un marco de permita una transición en el sector turístico español a un modelo más sostenible, responsable y basado en los principios de la economía circular.
3. Realizar un análisis de impacto sistémico de cada subsector del turismo.
El pensamiento sistémico se basa en la percepción y análisis del mundo integrando cada una de sus partes para entender su funcionamiento, y el impacto de cada elemento del sistema en el resto. La consecuencia de esta perspectiva sistémica a nivel organizativo y de gestión de destinos hace posible ver a la organización o destino como un elemento a ser analizado de manera integral, para identificar las causas y consecuencias de los problemas organizacionales. Pensando en sistemas, podremos ver a las organizaciones y destinos como elementos que se interrelacionan con otras
organizaciones y entes, de forma que facilitemos el mapeo de los recursos utilizados y externalidades generadas, para implementar medidas que maximicen los recursos y beneficios económicos así como minimicen la utilización de recursos y generación de externalidades negativas.
En concreto, cada subsector en la industria turística podría realizar un estudio de impacto económico y medioambiental en el que esclarezcan y mapeen los impactos de cada tipo de organización. Cada subsector debería tener un mapeo de los impactos generados bajo su responsabilidad, y conocer las diferentes recomendaciones que se ponen a su disposición para solucionar dichos retos con soluciones que también les beneficien. Por ejemplo, se propone impulsar un mapeo del sector del alojamiento en el que se clarifiquen los recursos que se consumen y externalidades que se generan, incluyendo soluciones para la disminución de consumo de recursos naturales, y la disminución de externalidades negativas. Asimismo, se podrán cuantificar los ahorros que dichas medidas suponen a nivel organizativo y sectorial, así como la inversión necesaria y el retorno de la misma.
4. Incluir conceptos de economía circular en la contratación pública.
La contratación pública es el instrumento por excelencia que conecta el municipio con los productos físicos. Permite al municipio crear un mercado para productos circulares.
En los últimos años, ha habido una serie de procesos de adquisición en los que se han aplicado principios circulares, con la adquisición circular de mobiliario de oficina.
Esto requiere incluir conceptos de circularidad en la colaboración público-privada, compartir la utilización de recursos en las redes públicas, plantearse el alquiler en vez de la compra, elegir el diseño circular que facilite la reparación, desmontaje y reutilización de productos. Así como crear e incentivar la creación de infraestructura para la devolución de materiales al sistema a través de la reutilización, remanufactura y reciclaje (Comisión Europea, 2017).
5. Impulsar incentivos económicos para la implantación de la economía circular en el turismo.
6. Proveer de infraestructura y logística inversa (reverse logistics).
La logística inversa se ocupa del traslado de materiales desde el usuario o consumidor hacia el fabricante o hacia los puntos de recogida, para su reutilización o reciclado.
Para un mayor uso de los recursos recuperados a través de la logística inversa se ha de incentivar a los productores a crear productos fáciles de desmontar y desensamblar, para facilitar y reducir el coste de la reutilización de los productos. La logística inversa incluye operaciones como la recuperación de embalajes y envases, la devolución de productos de electrodomésticos, electrónica e informática, entre otros.
Este tema es fundamental en numerosos materiales y destacamos el caso del plástico ya que el 95% del valor de los embalajes de plástico se pierde cada año en el mundo, lo que representa entre 80 y 120 mil millones de dólares anuales, con un impacto negativo que incluye la previsión de que en 2050 los océanos contengan más plásticos que pescado (en peso) (Ellen MacArthur Foundation, 2016).
7. Maximizar el uso de los actuales canales de cooperación.
Una de las claves del proceso de transición a un modelo de economía circular en el turismo en España exige la cooperación entre los diferentes agentes que participan en el sector. Se trata de impulsar tanto la cooperación interna dentro del destino (tanto dentro como entre los departamentos) y la cooperación con partes externas, incluso entre la triple hélice del gobierno, las empresas y la ciencia. Para que esta cooperación sea exitosa, una actitud abierta, transparencia y disposición para compartir conocimientos y experiencias son esenciales. Aprender unos de otros no solo implica compartir proyectos exitosos, sino también fracasar. Aprender haciendo y la formación de redes valiosas son unos buenos primeros pasos. Sin embargo, debemos intensificar nuestros esfuerzos para hacer posible la ampliación a la siguiente fase. Por lo tanto, la filosofía de Aprender haciendo se puede complementar con Aprender compartiendo.
8. Comunicar al empresariado las oportunidades económicas de la economía circular.
Comunicar a través de todas las asociaciones del sector, la oportunidad económica que supone la economía circular a través de talleres para identificar y aprovechar oportunidades económicas, la difusión de casos de éxito a nivel circular con un claro componente económico y generación de informes con datos objetivos acerca de las inversiones requeridas en los diferentes sectores y su retorno.
9. Impulsar la educación y la sensibilización sobre la economía circular para favorecer un consumo más responsable en el sector turístico en España.
10. Potenciar que los destinos cuenten con estrategias y herramientas de desarrollo turístico sostenible e inteligente de largo plazo y que integren a todos los agentes en su elaboración y ejecución posterior.
En este sentido, es clave proveer o direccionar a cada subsector a fuentes de información en las que encuentren herramientas que les capaciten para entender realmente cómo implementar este modelo en sus procesos. Dichas herramientas incluyen: metodologías de implantación, indicadores y herramientas para entender qué elementos monitorizar y los objetivos que plantea la economía circular, indicadores y metodologías de adopción, casos de éxito con claros datos acerca de la inversión y resultados en que han desembocado.