Todos sentimos lo mismo: los precios suben. La comida, la gasolina, los transportes… y los viajes también. Sin embargo, a pesar de estos aumentos, nuestro deseo de explorar el mundo no desaparece. Al contrario, se vuelve más estratégico, más consciente, pero sigue tan fuerte como siempre.En 2025-2026, la inflación ha cambiado la forma de viajar. Los viajeros adaptan sus hábitos, buscan nuevas formas de descubrir, y los destinos también se reinventan para seguir siendo atractivos y accesibles.
Todo cuesta más, desde el vuelo hasta un café
La inflación toca cada detalle del viaje. No solo suben los vuelos o los hoteles: todo se encarece.
Vuelos: el combustible y las tasas aeroportuarias aumentan, y los vuelos “low cost” ya no son tan económicos. Además, servicios como equipaje adicional o selección de asiento suman gastos.
Alojamientos: hoteles, hostales y alquileres turísticos deben cubrir el aumento de la energía, el personal y el mantenimiento. La alta demanda también empuja los precios al alza.Comida y actividades: desde un café hasta la entrada a un museo, todo ha subido. Los turistas deben presupuestar más cuidadosamente.
Servicios adicionales: transporte local, seguros, alquiler de coches, excursiones guiadas… nada escapa a la subida de precios.
Los viajeros buscan nuevas formas de explorar
Aunque viajar cuesta más, nadie renuncia a descubrir nuevos lugares. Solo cambia la manera de hacerlo.
Destinos más económicos: los viajeros prefieren lugares auténticos y con buena relación calidad-precio:Balcanes, África Occidental,Sudeste Asiático,Sur de Europa, evitando las grandes capitales,Algunos países de América Latina
Viajes más cortos y planeados: se buscan estancias de 5 a 7 días, optimizando el tiempo y el presupuesto, en lugar de viajes largos y costosos.
Reservas anticipadas: planificar con meses de antelación permite acceder a mejores precios y asegurar disponibilidad.
Consumo más inteligente: transporte público, actividades gratuitas, restaurantes locales y experiencias auténticas se vuelven prioritarios.
Los destinos se reinventan para mantener su atractivo
Los países y ciudades no pueden depender solo de su fama. Deben ofrecer experiencias que valgan cada euro.
Promociones y paquetes: descuentos fuera de temporada, paquetes combinados, city passes y ofertas familiares.
Turismo sostenible: experiencias auténticas y respetuosas con el medio ambiente, desde senderos naturales hasta alojamientos eco-friendly.
Calidad del servicio: limpieza, seguridad, infraestructura y experiencias culturales mejoradas justifican los precios más altos.
Digitalización: entradas electrónicas, reservas rápidas y guías digitales facilitan la visita y pueden reducir costos.
Por qué el turismo sigue creciendo
A pesar de la inflación, el turismo no se detiene. ¿Por qué?
Necesidad de evasión: después de años de restricciones y estrés, viajar es una forma de recargarse y desconectarse.
Inspiración digital: las redes sociales muestran lugares y experiencias que los viajeros quieren vivir.
Viajar como prioridad: no es un lujo, es una necesidad para descubrir, aprender y vivir nuevas emociones.
La inflación ha cambiado la manera de viajar: ahora se planifica más, se elige con cuidado y se valoran las experiencias auténticas.Pero el deseo de descubrir, experimentar y disfrutar sigue intacto. Viajar en 2025-2026 es más estratégico, consciente y, sin duda, sigue siendo apasionante.El turismo sigue vivo, y las ganas de explorar el mundo no han disminuido.




