Entre Sanlúcar de Guadiana y Alcoutim se encuentran las aguas del río Guadiana que desde hace mucho tiempo dejó de ser una frontera entre estos países. Con 700 metros de largo, un cable de hierro conecta ambas orillas.
Tomar la carretera y viajar desde Sanlúcar hasta Alcoutim en Portugal, toma casi dos horas y un poco más, sin embargo cruzar en tirolina apenas toma un minuto. Las dos localidades se unen por la única tirolina transfronteriza del mundo.
La empresa Límite Zero ha sido la encargada de darle vida a esta excitante aventura; desde el puerto sale un coche todoterreno que lleva a los aventureros hasta la zona más alta del pueblo. Por el camino se puede apreciar el castillo de San Marcos y se finaliza en la cima del cerro, un sendero de madera que dirige hasta uno de los extremos de la plataforma de la tirolina, el único requisito indispensable es disfrutar la experiencia, la edad mínima para realizar el recorrido es de 14 años y no hace falta tener algún tipo de experiencia, el costo es de 20 € lo que también incluye el ticket de regreso a la embarcación.
Una vez se llega a la plataforma, el personal encargado, entrega un casco de protección y asegura los arneses, es ahí cuando la emoción llega al máximo al estar en frente de un gran vacío, ambos pueblos al final de la montaña y entre estos el río Guadiana.
Al iniciar el recorrido, la velocidad de arranque puede llegar a unos 80 kilómetros por hora, tiene una distancia de 720 metros y solo se tarda 50 segundos en llegar al otro lado.
Al llegar al otro extremo, se tiene la certeza de que uno se encuentra en un país distinto, pero también se ha ganado una hora más del día, ya que es necesario regresar los relojes 60 minutos, una vez allí, los expertos ayudan a desmontar el equipo de seguridad y así poder apreciar con más claridad la otra orilla española.
El sendero de llegada se encuentra a las afueras de Alcoutim, un mágico pueblo de casas blancas de una sola planta con tejas árabes y con pequeñas puertas. El Velho Castelo se encuentra en el cerro de Santa Bárbara, que tiene orígenes árabes que datan del siglo IX, mientras que el Castelo Novo data del siglo XVI.
En la ribeira de Cadavis se encuentra el puerto fluvial de Alcoutim, desde donde cada hora sale un ferry que comunica los dos países. En la parte de España se encuentra un puerto donde amarran los veleros y barcos de ocio que navegan por el Guadiana hasta llegar a la desembocadura de Ayamonte a una distancia de 32 kilómetros. En el puerto hay un espacio para kayaks y una playa ideal para tomar un baño.
Al momento de regresar a Sanlúcar, se comienza a descubrir el pueblo blanco con calles estrechas en torno a un cerro, que en la cima alberga la iglesia de la Virgen de las Flores, con una fachada barroca. El castillo de San Marcos se ubica más arriba y en sus murallas se guarda la historia que durante siglos se mantuvo entre los dos países.