“Los confinamientos son recursos medievales que, lejos de amainar las cifras de decesos, probablemente las aumentan.
Las cuarentenas no funcionan y tampoco salvan vidas.” Michael Levitt, Premio Nobel en Química, director del laboratorio de biología estructural de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (California, EE.UU.)
“Silencio en la noche, ya todo está en calma, el músculo duerme, la ambición descansa…” Esto cantaba Carlos Gardel, en el hermoso tango de Alfredo La Pera, “Silencio”.
“Hoy todo ha pasado, renacen las plantas, un himno a la vida, los arados cantan…” Otra estrofa del señalado tango.
Pues bien, en este mundo nuevo que nos toca vivir – y en el que hemos pasado – ni el músculo duerme, ni la ambición ha descansado, ni todo ha pasado. Desgraciadamente sigue ahí.
Quizá podamos ver renacer las plantas… Hay ya varios himnos a la vida, y los arados irremediablemente seguirán abriendo surcos con su sobrio sonido al ritmo que el hombre o la mujer le impriman…Es la ley de la vida.
Como un ejemplo vivo, nuestro comentario de hoy en tres frentes de la vida humana, cuyas puertas tenemos abiertas a todas las opiniones que gusten, pero cuya realidad no admite dudas sobre su existencia.
Turismo religioso
¿El músculo duerme? Esto nos llega ahora mismo desde Nicaragua. “Gran entusiasmo en el sector turístico. Durante las vacaciones de Semana Santa el Instituto Nicaragüense de Turismo espera una movilización de al menos 2 millones de nicaragüenses a lo largo y ancho del país, superior al millón de personas del año pasado por las afectaciones de la pandemia global del COVID-19, dijo a INFORME PASTRAN la codirectora del INTUR, Anasha Campbell”. Así es como no duerme el músculo, no solo en Nicaragua sino en mundo entero.
La famosa Semana Santa de Sevilla, España, mueve miles de personas que llenan los hoteles de la ciudad del Guadalquivir todos los años, ante un espectáculo de honda tradición religiosa convertido en un poderoso o de promoción turístico cultural.
No hace falta que resaltemos que este movimiento tiene su principal incidencia hacia las zonas de recreo, playas, montaña, etc. etc.
Frente a esto, el turismo religioso aporta su poderío en muchos lugares del mundo cristiano, si bien lleno de matices que no es esta la tribuna para analizarlos, sino más bien resaltarlos como una conquista poderosa de la sociedad mundial, que mueve millones de personas.
“Las tradiciones populares son un patrimonio cultural propio de los pueblos que debemos conservar y darlos a conocer, con el respeto y la solvencia necesaria, para que aporten su mejor contribución a la cultura mundial”
Conmovedora Procesión del Santo Sepulcro en Ayacucho Gihan Tubbet/ PERU/ Promperu
El Cristo de La Laguna, un referente religioso de la ciudad Patrimonio de La Humanidad, visitado cada año por miles de fieles.
“Las celebraciones tradicionales de los lugares que sean destinos turísticos, deberán tener una especial atención de los poderes públicos para que cumplan su finalidad como atractivos con sus propias señas de identidad.”
Dejando atrás todo el triste panorama que nos azota actualmente, y recordemos aquellos memorables pasajes de una Semana Santa que se nos fue, allá en esa España añorada – si, añorada – gestionada por el franquismo, sus curas y sus monjas.
La Semana Santa pasó con la evolución del país, salido de la pobreza gracias al turismo, a convertirse en unas vacaciones, que en el caso de Canarias, gracias a su “eterna primavera”, llenaba al 100 x 100 sus hoteles, parques de atracciones, etc. etc. En los 60-70 del siglo pasado comenzó esa costumbre que se convirtió en una constante en la vida social española. Todos gozábamos de una u otra manera la Semana Santa.
Los pasajes de las procesiones con sus imponentes parafernalias, cargadas de mitos y leyendas, nos llevan al recuerdo donde como soldado del ejército español, cubríamos calle, mosquetón en mano, boca abajo, en una de las esquinas, en la famosa Calle del Castillo – en la cual nacimos – de Santa Cruz de Tenerife, tradición que se cumplía con tremenda devoción.
El espléndido marco histórico de las construcciones de la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, ofrecen una pura sintonía acorde con la celebración religiosa de la tradicional y fervientemente acogida Semana Santa, referenciada con las más prestigiosas obras de los célebres imagineros canarios.
En la Plaza de la Candelaria, de esa misma ciudad, frente a donde hoy está el edificio de un banco, estaba el “Café Cuatro Naciones”, allí, al pasar la procesión de Jueves Santo, invariablemente, año tras año, la banda de música que regularmente acompañaba la procesión interpretaba el “Adiós a la vida” de la opera Tosca, de Giuseppe Verdi.
Los grupos que recorrían las calles a pie, visitando Las Siete Estaciones, y todo el olor a incienso que se respiraba en las calles, era una mística acompañada de velos y libros de misa a uno de los cuales dedicamos un Padrenuestro escrito por nosotros en un palillo de aquellos fósforos que tantísimos recuerdos nos traen a nuestra mente. Turismo religioso en nuestro particular recuerdo.
Responsabilidad social
¡Ay, responsabilidad social! Hace ya algún tiempo, escribimos sobre la responsabilidad social, invitados por una importante revista argentina, que ofreció una amplia visión de este panorama a nivel mundial, a sus millares de lectores. Nuestra aportación – como se nos solicitaba – se refirió a la responsabilidad social en las empresas de turismo.
El tratamiento que le dimos se concretó en ofrecer el modelo de las empresas del líder canario, José Fernando Cabrera, poniendo varios ejemplos de su implicación en el tema recordando el aprovechamiento que se hizo de la presencia en Tenerife del experto en “Calidad Total”, Manuel Pérez Sánchez, para impartir sus sabias lecciones al personal de Grupo Golf Resort, mediante un cursillo al que acudieron los altos personajes de esa, su principal empresa. Un modelo a imitar, desgraciadamente poco frecuente.
El complejo turístico Royal Garden River, la reciente unidad hotelera del Grupo Golf Resort, de la más pura esencia en calidad medio ambiental dentro de la excelencia.
Hoy, la responsabilidad social de los gobernantes y grandes empresarios, parece entrar en el terreno de la utopía, pues se toman las decisiones de cualquier forma, sin importar para nada a quienes van a afectar, siempre y cuando no sea al entorno de la sociedad que les rodea. Parece cosa del pasado asumir esa responsabilidad en todos los sentidos, pues el caso que comentamos, que puede muy bien ser un ejemplo, es un oasis en el desierto, no digamos ya en el aspecto empresarial, si no en el gubernamental donde todo tiene como finalidad un interés político o económico.
Íntimamente unido a este escenario de la responsabilidad social, está el ofrecer a la comunidad los medios más apropiados para su subsistencia, naturalmente en toda su extensión, entre ellas el uso y disfrute de todas sus necesidades incluidas las culturales, como puede ser, entre muchas otras, su participación en la tradicional Semana Santa Cristiana.
Confinamiento
En este apartado de nuestro trabajo de hoy, no queremos hacer otra cosa que informar escuetamente de algo sobre lo que esperamos tratar más extensamente en la intervención que tenemos programada en la conferencia magistral que organiza la Cámara Nacional de Turismo de Perú, el próximo día 30, con motivo de su 50 Aniversario, sobre ““LA NUEVA NORMALIDAD POST PANDEMIA Y SU IMPACTO EN LA ACTIVIDAD TURÍSTICA”.
Según hemos visto publicado, firmado por 540.502 profesionales de la salud, médicos, científicos y epidemiólogos, en su Declaración Great Barrington, sostienen que “las actuales políticas de confinamiento (lockdown) están produciendo efectos devastadores en la salud pública a corto y largo plazo.”
“Los efectos, para mencionar solo algunos, incluyen tasas de vacunación más bajas, empeoramiento en los resultados de enfermedades cardiovasculares, menores detecciones de cáncer y deterioro de la salud mental, lo que conducirá a un mayor exceso de mortalidad en los próximos años, siendo la clase trabajadora y los miembros más jóvenes de la sociedad aquellos sobre los que recaerá el peso mayor de estas medidas”.
La catástrofe producida por la supresión del movimiento de personas en el ámbito internacional – el turismo – es un hecho sin precedentes a nivel mundial, que ha arruinado a grandes países y cuyas consecuencias todavía están nebulosas en el horizonte…
“Silencio en la noche…Un coro lejano de madres que cantan…
Nuevas esperanzas…”
*Miembro activo del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. OMT. de las Naciones Unidas. ONU. Conseiller International, Associazione Intenazionale Stampa Turística AIST. (Italia) Diplome D´Honneur. Unión des Escrivans et Journalistes Hellenes du Tourisme. FIJET. Federación Mundial de Periodistas y Escritores de Turismo. Pluma de Oro de Rotary Internacional. Puerto de la Cruz Tenerife. Islas Canarias