IA en el turismo

La Inteligencia Artificial es una de las tendencias tecnológicas más comentadas de los últimos tiempos y ya se está usando en un buen número de sectores como el turismo.

 Más allá de sus ejemplos más conocidos, como el popular ChatGPT, la Inteligencia Artificial se ha convertido en una herramienta útil para mejorar y agilizar las comunicaciones y las gestiones. Por ejemplo, nos puede recomendar visitas, resolver incidencias y agilizar trámites.

Estas son algunas de las funcionalidades basadas en Inteligencia Artificial que ya se están utilizando en el sector del turismo.

  • Asistentes virtuales o chatbots inteligentes que van guiando y ayudando al usuario en tiempo real con los trámites de una reserva o una compra.

Algunos de los operadores de viajes más populares ya los han incorporado en sus páginas web, pero también se pueden incluir en las páginas o en las redes sociales de establecimientos, aerolíneas, estaciones de trenes/autobuses, aeropuertos…

  • Recomendaciones. La Inteligencia Artificial ayuda a conocer gustos y hábitos de los usuarios, así que se pueden hacer sugerencias más personalizadas y, seguramente, más certeras. En función del precio, la ubicación, el tipo de establecimientos, los servicios disponibles...
  • Realizar previsiones. ¿Cuándo es el mejor momento para viajar al destino que interesa? ¿Cuál será el porcentaje de ocupación en unos meses? ¿Se habrá disparado el precio?

La Inteligencia Artificial es capaz de reunir y analizar ingentes cantidades de información. Y puede utilizar esa inmensa base de datos para realizar previsiones que ayuden a elegir cuándo y cómo hacer el viaje soñado, poniendo a disposición del usuario soluciones como el mapeo de habitaciones o el control dinámico de precios.

  • Fijación de precios. La oferta y la demanda son claves para determinar los precios de cada servicio en un momento determinado.

Con la Inteligencia Artificial, estos se adaptan a la demanda y consumo reales y permiten hacer adaptaciones. No solo de cara al cliente, sino en cuanto a la organización interna: personal necesario, stock disponible...

  • Gestión del equipaje. Seguramente, uno de los grandes quebraderos de cabeza para operadores y usuarios.

La Inteligencia Artificial permite agilizar trámites y reducir errores mediante el uso de etiquetas inteligentes que incluyan localizadores GPS o sensores de peso y daños. Así se podrá saber desde cualquier dispositivo móvil dónde se encuentra una maleta o si ha sufrido algún percance.

  • Reconocimiento e identificación. Una llave se puede perder o robar, pero una huella dactilar o una voz son garantía de reconocimiento rápido y seguro para, por ejemplo, acceder a instalaciones hoteleras como una piscina o un gimnasio o para la propia habitación.

Las soluciones de reconocimiento basadas en Inteligencia Artificial aportan, por lo tanto, comodidad y seguridad.

  • Análisis de datos. Para ofrecer un buen servicio, es necesario revisarlo, evaluarlo y analizarlo periódicamente.

La IA recopila toda la información y ofrece estadísticas completas y fiables, que reflejan desde cuáles son los destinos más solicitados a con qué tipo de problemas se han encontrado los usuarios más a menudo.

  • Traducción automática. Tanto para el que viaja como para el que recibe al viajero, no siempre resulta fácil entenderse.

En medio de la gran diversidad lingüística, es imposible tener carteles ni indicaciones ni personal que conozca todos los idiomas.

La Inteligencia Artificial proporciona traductores automáticos rápidos y fiables a los que se accede desde un simple teléfono y capaces de resolver prácticamente todas las dudas, tanto en formato texto como de viva voz.

  • Visitas virtuales. Sin salir del sofá, la Inteligencia Artificial permite recorrer museos y ciudades. Una experiencia enriquecida, además, con un montón de datos y curiosidades adicionales.

La Inteligencia Artificial puede convertirse en un auténtico guía turístico al servicio del usuario de forma personalizada.

E ir más allá. Google se ha propuesto, por ejemplo, que en pleno siglo XXI se pueda pasear por el Manhattan de los años 40 gracias a aplicaciones basadas en Inteligencia Artificial que utilizan imágenes y planos de la época.

También apunta fuerte el metaverso, un nuevo entorno virtual que representa una nueva y revolucionaria forma de relacionarse, interactuar y vivir experiencias a partir de "avatares". Tiene potencial para crear todo un universo nuevo o para convertirse en un buen anticipo de lo que te espera en el destino.

Así que las soluciones de Inteligencia Artificial son innovaciones que ya a día de hoy resultan tremendamente útiles y ayudan a mantener una relación fluida y personalizada con usuarios o clientes.
Y lo que está por llegar.

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