En Estados Unidos, más específicamente en el estado de California, una pequeña ciudad ha comenzado a pagar a los turistas para visitarla, con el fin de ayudar en la reactivación del turismo y que las empresas que se han visto afectadas de alguna manera por la pandemia puedan volver a operar.
Uno de los lugares menos visitados de California, por estos días, es el Valle de Santa María, por eso a los viajeros se les invita a que visiten este lugar que es uno de los más accesibles, en cuanto ha presupuesto, del estado y más en esta época de recuperación económica; está ubicado a unos 100 kilómetros al norte de Santa Bárbara.
Con el objetivo de incrementar la visita de los viajeros, el gobierno local ha creado el programa “Visite el Valle de Santa María”, este programa consiste en que los turistas que visiten la zona y se queden como mínimo dos noches, en los hoteles del lugar, se les pagará 100 dólares.
Este dinero no se entrega en efectivo, en cambio se otorga cupones por el valor que pueden ser usados en restaurantes, cervecerías, etc., con el fin de contribuir en los negocios locales, este programa solamente estará disponible para los viajeros hasta el próximo 31 de marzo.
La alcaldía de la ciudad creó este programa teniendo como objetivo la reactivación del turismo, ya que esperan que las visitas aumenten en los próximos días y así poder recuperar la economía por medio de los negocios locales que buscan crear una experiencia segura y memorable para todos sus visitantes.
Esta región, ubicada en la costa central de California ofrece a sus turistas 13 playas, 34 salas para la degustación de diferentes vinos, entre otras actividades, todo esto a tan solo 30 minutos en coche desde el Valle de Santa María, donde también se pueden disfrutar de actividades como excursiones, golf, observación de fauna entre otras.
Los lugares de catas de vino, los espacios al aire libre, restaurantes hoteles y todos los establecimientos relacionados con el turismo han trabajado en conjunto para crear los protocolos de seguridad y salud para que los turistas puedan disfrutar de la bella de la zona de forma segura y tranquila sin correr ningún tipo de riesgos en cuanto a los contagios por la pandemia.
Al ser un lugar con una población relativamente pequeña, es más fácil poder implementar y cumplir normas como el distanciamiento social, protocolos que han sido recomendados desde el inicio del covid-19. Por otro lado, al ser un lugar al que los turistas viajan en coche, en lugar de avión o transporte público, hace que las normas sanitarias y los protocolos sean aún más efectivos.