“El turismo es una fuerza viva de amistad y comprensión entre los pueblos, gracias al contacto directo espontáneo e inmediato que permite entre hombres y mujeres de culturas y formas de vida distintas.” Código Ético Mundial para el Turismo. (Organización Mundial del Turismo)
Horas para reflexionar
Las noticias que nos llegan ahora de manera precipitada, nos forman un tropel de incógnitas de difícil solución cuando la realidad es que nos beberían llevar a firmes y decididas acciones en su contexto, elaboradas por gobiernos y organismos públicos que de verdad hayan tomado en consideración todo un conjunto de medidas que los estudiosos del tema y de sus consecuencias, han elaborado en base a unos conocimientos sabios de aquellos “Consejos de Ancianos” que desde tiempos inmemoriales nos avalan las leyendas de esas comunidades indígenas que supieron trazar “las líneas de Nazca, los poblados de Ceren, pirámides de Giza, Chichén Iza…¿Para que seguir? Los múltiples ejemplos que han dejado de su conocimiento y laboriosidad para que esta, nuestra generación, pueda gozar de todo lo que hoy es asombro de los mas “viejos de la localidad”… Una realidad como la copa de un pino, que diría un canario.
Asombrados quedamos cuanto vemos como países que por su historia y educación deberían tomar ejemplo en estas manifestaciones de vida de la antigüedad, no solo olvidan estas ilustrativas lecciones, sino que incluso a sus mayores – tercera edad, en términos actuales, para entendernos – los aíslan ante la sociedad, no permitiéndoles siquiera ejercer como profesores en sus centros de enseñanza. Insólito y ridículo sino fuese miserable.
“La experiencia es la madre de la ciencia”. Esto les debe sonar a música de jazz a unos dirigentes políticos que desprecian el conocimiento que la vida les ha dado a sus mayores, anteponiendo barreras a sus sabios conocimientos, y cercenando a su población llegar a disfrutar de las experiencias que el mundo ha brindado a esa privilegiada tercera edad, pues sin duda en este mundo de las pandemias, y los Covid-19, llegar a la tercera edad con la lucidez que han llegado los millones de seres que habitan el mundo, perece ser una odisea.
Mas todavía, cuando quienes nos dirigen desprecian esos conocimientos aludidos que deberían ser la base de todo el desarrollo mundial sostenible. Si, sostenible. Aunque la inmensa mayoría de esos aludidos dirigentes no sepan de lo que se trata.
Ignorancia, incertidumbre y poder
La avaricia, la prepotencia, y el “yoquepierdismo” - que acuña nuestro ilustre compañero Alejandro Gallard Prio – se han apoderado del mundo, y a “los viejos” hay que arrimarlos como trastos inservibles. Que se lo pregunten a los dirigente peruanos y a sus “medidas preventivas“ para atajar el Covid-19. Verlo para creerlo. Mayores de 65 años confinados en sus casas, sin apenas un resquicio para comunicarse con sus familiares. No se puede ir de peor forma “contra natura”.
Este es el mundo en cuyo escenario estamos viviendo, despertándonos todos los días con nuevas alucinantes ordenanzas que nada tiene que ver con estudios científicos, experiencias evaluadas, ni conocimientos saludables. Aquí lo que se estila es la imposición de nuestros criterios, nacidos de impulsos e ignorantes lucubraciones. Ante ese panorama nos encontramos y tenemos que luchar todos los días.
Una auténtica ruina que ha llevado a algunos países a la más triste miseria.
Base fundamental en la que el mundo se ha desarrollado, es y ha sido, la enseñanza: La capacitación. Sin conocimientos nos estrellamos ante la realidad, sin otra razón que no sea, el haber acertado por casualidad, como en la famosa fabula de Iriarte.
Para capacitar sobre algo, lo primero que hay que tener es el mas serio conocimiento sobre la cuestión, y eso solo se consigue con las bases de unos antecedentes lo mas indiscutibles posibles.
Volvemos a los consejos de ancianos de las tribus ancestrales. ¿No les dice nada esta señal?
Habría que ir desenterrando a toda ese serie de ilustres antepasados para que nos recuerden como hay que gobernar.
El conocimiento tiene que ir aparejado con una capacitación adecuada y eficaz. Eso es tan importante para dirigir un país, como puede serlo el saber pelar una papa para un cocinero. Así se lo hicimos ver una ilustre ignorante dama del poder judicial español, cuando nos preguntara sobre el tema,
Volver a empezar, esa es la cuestión
Hoy marchamos equivocados, por no decir exactamente lo que sentimos. No es justo que una sociedad desprecie la profesionalidad descalificándola y ridicularizándola, frente a lo que se ha dado en llamar “académico”. Hemos llegado hasta aquí. Un “avance de la sociedad que nos está costando la vida de millones de personas.
Sin una enseñanza eficaz, basada en conocimientos probados, es imposible que el mundo pueda avanzar hacia el “estado de bienestar” que parecía habíamos logrado en una buena parte de la sociedad, hasta que apareció Mr. Trump y toda una tropa que quiere imponer un socialismo que ni ellos mismos saben de lo que se trata. Es un decir, pues lo que si saben es el beneficio económico que su avaricia les produce, caso concreto el de España, donde el propio presidente del gobierno está enfrentado con todo el sector turístico, decretando medidas, y haciendo declaraciones anti-turismo que perjudican gravemente el desarrollo del país y su posible recuperación después de sufrir las terribles consecuencias de su desafortunada y descerebrada gestión gubernamental
Esa y otras mas abundantes “lindezas” son las que nos han llevado a esta ínsólita situación en la que estamos, y de la que pretendemos salir airosos, sin somos capaces de distinguir entre el grano y la paja, pues de “asesores” y “especialistas” esta el mundo lleno ahora, ofreciéndonos sus calificados servicios, avalados solo por unas letras sobre el papel. Salen hasta de debajo de las piedras… Van de la ignorancia a la prepotencia que les da el poder y el vigor de su juventud, aislando todo lo que sea conocimiento acendrando, como son los que aportan los mayores de 65 años en el comentado insólito caso de Perú.
Para profundizar mas en este escenario que nos ofrece el mundo, y en nuestro estudio analítico de la situación solo tenemos que ir directos al capítulo de la enseñanza, donde hemos dejado las mas significativas huellas, copiando textualmente el final de una acertada crítica sobre las enseñanzas virtuales, que hoy intentan extender por el mundo como si fuese una panacea indiscutible – caso Perú, insistimos – para contrarrestar los efectos del confinamiento en el que han colocado al mundo.
“Si bien sería absurdo ir contra las tecnologías que, bien usadas, son medios de aprendizaje, comunicación y formación extraordinarios, estas advertencias nos deberían ayudar a desmitificar la educación virtual y fortalecer la educación presencial que es la más idónea para socializar y formar.”
Ahora, dejamos estas líneas abiertas al entendimiento del mundo. Como dice, nuestro amigo Lorenzo Soriano: a reflexionar.