Los lugares turísticos de nieve en España, se encuentran en Aragón, que representa el 7% del PIB de la comunidad y el 10% de la provincia de Huesca, lo que genera alrededor de 1.300 empleos directos, más de 10.000 de forma indirecta, y genera una ganancia de más de 200 millones de euros al año, lo que deja ver la importancia de esta parte del sector turístico para la economía de la región.
Allí podemos encontrar 8 estaciones de esquí nórdico, de travesía y lugares aptos para no esquiadores en el Pirineo para realizar diferentes actividades relacionadas con la nieve.
Se han visto obligados a cerrar estos lugares de atracción turística, por la pandemia, en el pasado puente de la constitución y en Navidad, todo esto por las restricciones de la movilidad entre comunidades y provincias y por otras tantas normas de bioseguridad impuestas por el gobierno para controlar los contagios.
El impacto se ha dado directamente sobre las personas que viven en el Pirineo y todo su eje productor, es un territorio que depende netamente del turismo, de lo contrario sería solo un lugar más dentro del mapa sin atractivo alguno, se han perdido más de 6 meses de facturación y el futuro se ve amenazado como sus esperanzas de volver en un mediano plazo.
La situación en este lugar es crítica, al igual que los lugares con una base de economía turística, sin embargo día a día se lucha por una supervivencia, pero esto solo se podrá determinar en el futuro si continuan siendo un lugar con atractivo turístico o solo serán una ciudad del montón.
En estos momentos de crisis en todo el país, España no se puede dar el lujo de descuidar a sus mayores atractivos turísticos, por lo cual el sector ha reclamado constantemente ayudas para poder subsanar un poco todo lo que ha traído consigo el coronavirus. Estas ayudas también serán para el futuro de los Pirineos para el plan de recuperación y consolidación del lugar para los próximos 30 años.
La población es consiente de lo que se avecina si no se toman cartas en el asunto, nadie es ajeno a la situación y desde el comienzo de la pandemia han demostrado un compromiso social aportando las mayores ayudas posibles para bajar el riesgo de contagio al momento de darse una apertura, los trabajadores han estado en constante formación, sobre la crisis sanitaria, para así poder mantener sus negocios abiertos para de alguna forma reducir el impacto negativo.
El objetivo es la sensibilización, para así poder crear un plan de crisis con las ayudas necesarias y acciones concretas que permitan un sostenimiento del territorio en el cual su único medio económico se vea afectado en su totalidad, ya que muchas las personas que viven de esto han tenido que abandonar sus negocios y buscar una fuente de ingresos alterna.
Se necesita un apoyo real para poder solventar lo que trae el presente y el futuro, se quiere entrar a una era digital, demandada por las circunstancias, y que sea sostenible y que los fondos europeos y el Gobierno los vean como una alternativa clara para apoyar la economía del país, en este momento esperar, es una opción poco viable porque se está jugando la vida del territorio y podrá morir a la espera de decisiones que puedan salvarlo.