Luego del puente de la constitución y aun con medidas restrictivas de movilidad en gran parte del país, el turismo que se dio en estos días festivos no supero el 20% en los lugares que años atrás eran los preferidos por los turistas.
Sin embargo en lugares más apartados o menos conocidos, este porcentaje supero el 50% en comparación con meses anteriores porque los que lograron viajar querían pasar un festivo tranquilo y que les brindara seguridad en época de pandemia.
A lo largo del país, las personas solo pudieron viajar a lugares dentro de sus comunidades, por medidas propuestas por el gobierno que aún impiden viajar entre ciudades hasta que no se llegue a la siguiente etapa del plan de sanidad para la desescalada de los contagios.
En algunos casos, viajeros decidieron tomar el riesgo y visitar algunos lugares fuera de su comunidad y solo regresaron a sus lugares de residencia el miércoles pasado para así evitar las restricciones de la movilidad.
Muchos empresarios turísticos lamentan la poca ocupación que se ha tenido en los puentes festivos de octubre, noviembre y diciembre, lo que se ha traducido en una situación muy difícil hasta tal punto que una cifra muy alta de establecimientos ha tenido que cerrar sus puertas.
En este momento y con los pocos turistas que se tienen, son ellos mismos quienes deben aportar al buen comportamiento y seguimiento estricto de las normas de sanidad para evitar afectar a los locales de los lugares que se visitan.
En ciudades como Madrid, el turismo rural está sacando adelante la economía, ya que en la misma región se han visto elevados niveles de ocupación en sectores turísticos reconocidos, lo que ha aumentado el flujo de visitantes.
Los que más han sacado provecho de la situación, son los propietarios de casas rurales que están alejadas unas de otras o en muchos casos aislados para así propinar una seguridad de distanciamiento en los visitantes.
A pesar de la situación actual y restricciones en la movilidad, muchos están buscando la forma de salir del abismo económico y están sacando frutos a sus hospedajes alejados para así suplir las necesidades que demanda estar en medio de una pandemia.