El turismo, el movimiento de personas que es la esperanza de vida de un mundo mejor, es algo totalmente desconocido para la inmensa mayoría de los gobernantes del mundo – locales, nacionales e internacionales – llámense políticos, empresariales o sociales. No saben lo que es ni para qué sirve
El tropel de graves incidencias que nos ha dejado la resiliencia del azote covid-19, ha puesto de relieve una realidad evidente en el mundo, como es la falta de gobernantes mundiales con los suficientes conocimientos y formación, para dirigir el desarrollo de sus respectivos países, e incluso el espectro mundial, con todas sus consecuencias,
Valor del conocimiento y necesidad de formación
Hechos concretos aparecen todos los días, donde elementos intrépidos aventureros asaltan los puestos de mando político de los países sin la más mínima idea de cómo manejar las más sencillas operaciones y no digamos ya nada de su falta de conocimiento y formación para ello. Solo les ampara su oratoria precoz y el deterioro de unos malos antecedentes de sus antecesores en el poder, lo cual les proyecta un marchamo de “salvadores de la patria”.
Todo un esperpento que está conduciendo al mundo, a una triste situación donde los más simples deseos de paz, prosperidad y justicia se estrellan, una y otra vez, sin nada que pueda parecer una esperanza de una vida mejor. Es lo que hay.
Ocurre entonces, que el turismo, el movimiento de personas que es la esperanza de vida de un mundo mejor, es algo totalmente desconocido para la inmensa mayoría de los gobernantes del mundo – locales, nacionales e internacionales – llámense políticos, empresariales o sociales. No saben lo que es ni para qué sirve.
Los denodados ilusionados esfuerzos que tuvimos la suerte de presenciar en vivo en la Universidad para La Paz – allá en los confines del mundo, Ciudad Colón, Costa Rica – de una buena docena de personajes luchando por hacerles entender a grupos de ciudadanos venidos de distintos países a enterarse de como propiciar la paz en sus predios, fueron para nosotros una ventana abierta que nos mostraba hasta donde llega la ignorancia sobre lo que el turismo significa para el mundo.
Grupo de turistas norteamericanos visitando la UPAZ; dentro de un programa cultural estructurado y vendido en los Estados Unidos, que tiene como complemento esta visita base, como atractivo para los amantes de la naturaleza. F/Tejera Reyes.
Dice la Organización Mundial del Turismo: “El turismo es riqueza para la persona, para la familia, para la comunidad, para el mundo entero”. Nada más esclarecedor ni más contundente. A los hechos nos remitimos cuando el mundo tiene todas las pruebas de la veracidad de esta aseveración. Somos testigos presenciales de excepción. Lo hemos vivido.
Estamos ante un escaparate mundial, donde nuestra actividad se proyecta en la formación profesional, por lo cual disponemos de las pruebas más contundentes para insistir en la demostración que sin el valor del conocimiento, es imposible que se consiga una marcha segura ascendente en el desarrollo del movimiento turístico en el mundo que, como decimos, es el imprescindible para conseguir la paz mundial, la prosperidad de las personas, y el beneficio de una vida digna y feliz que es lo que la humanidad necesita.
El espectáculo mundial de dirigentes políticos ministeriales, disputándose la gestión turística sin la menor idea del conocimiento que aquí reseñamos, es una muestra más que suficiente de la ignorancia que está expandida por el mundo, donde prestigiosos centros de enseñanzas detentan serias carencias, no solo en sus obsoletas metodologías, sino en sus propias enseñanzas carentes del rigor, y el conocimiento que la experiencia aporta, y donde se siguen empleando sistemas arcaicos, que no saben ni diferenciar – por poner un simple ejemplo - lo que es un turismo nacional, de lo que es un turismo receptivo.
La enseñanza personalizada, junto a la técnica de grupos, ocupa uno se los mas exitosos lugares dentro de la revolución en la enseñanza que es necesaria, para cambiar el mundo. El modelo se experimentó con señalado éxito, en el programa celebrado en Canarias, durante los años 1999-2012, impartido por el Centro Internacional de Estudios Turísticos de Canarias, en convenio con la Universidad para La Paz, UPAZ, de las Naciones Unidas.
En los años sesenta del pasado siglos en nuestras largas conversaciones con el inolvidable visionario del turismo Arturt Haulot, nos asombrábamos de la ignorancia de los gestores del turismo, que los sacabas de su sector de trabajo, y no sabían casi ni para que lo hacían. El valor del movimiento turístico era un desconocido para ellos.
¿Hemos avanzado algo? Si, algo hemos avanzado, pero el camino es largo, y los acontecimientos que ocurren, no ofrecen precisamente muchas esperanzas ni signos de que estemos apretando el acelerador lo suficiente para alcanzar la velocidad necesaria que el mundo necesita para la consolidación de una propuesta – acabamos de leer – de una luminosa tarea de ayudar a crear entornos armónicos que nos ayuden a tejer el entramado de un mundo más consciente, sensible y solidario que alcance su máximo potencial descubriendo el poder transformador para el bienestar humano que nos ofrece el movimiento turístico.
Servir es mi ocupación..
*Miembro activo del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. OMT. de las Naciones Unidas. ONU. *Conseiller International, Associazione Intenazionale Stampa Turística AIST. (Italia) *Diplome D´Honneur. Unión des Escrivans et Journalistes Hellenes du Tourisme. FIJET. Federación Mundial de Periodistas y Escritores de Turismo. *Inscrito en el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Perú *Pluma de Oro de Rotary Internacional. Puerto de la Cruz. Tenerife. Islas Canarias.