Consumo, contaminación y  seguridad, desafío contante de la aviación. Dos ejemplos.

Aunque la pandemia trajo consigo crisis e incertidumbre en el sector de la aviación, dos ingenieros, un piloto y un comercial vieron esto como una oportunidad para fusionar sus conocimientos, y crear una startup que desinfecta hoteles y aviones, llamada Loop.

Esta iniciativa española ha diseñado para Iberia un sistema de bajo consumo eléctrico de  desinfección de cabinas.Este sistema permite una limpieza diaria más profunda de los aviones, ya que cuenta con una pulverización homogénea de todas las superficies, desde las zonas ocupadas hasta las zonas más inaccesibles de los asientos, baños, galleys, etc, en la que el líquido desinfectante se seca prácticamente al instante.

loop

Loop se compone por tres equipos:  Airline Loop, Standard Loop y Portable Loop, que están compuestos por unas lanzas pulverizadoras de largo alcance, que generan unas gotas de un diámetro de 100μm; lo cual consigue una eficaz desinfección de las superficies vulnerables de contener focos infecciosos, por su pequeño tamaño.

Este sistema de desinfección e higienización que ha implementado Iberia en el aeropuerto de Madrid, está diseñado de acuerdo con las normativas internacionales de salud, EASA e IATA; y cuenta con varias certificaciones aeronáuticas, entre ellas las de los fabricantes de aviones Airbus y Boeing. 

Vuelos cero contaminantes

Hacer volar un avión comercial sin contaminar va a ser ahora una realidad gracias a la Universidad de Oxford, que parece haber dado con el descubrimiento que reduciría a cero la contaminación y seguir volando con los mismos aviones que operan hoy.

El responsable del proyecto, James Barth, dió cuenta básicamente que para que los aviones dejen de contaminar, se debe  cambiar el keroseno de aviación (que se utiliza en la actualidad), por un producto llamado amonia. Cuando la amonia se calienta para dividir el hidrógeno y el nitrógeno, arde y crea energía. La amonia aunque no es tan combustible como el keroseno de aviación, cuando se quema no produce CO2, por lo tanto, este nuevo combustible tiene grandes ventajas en comparación con otras posibilidades como el hidrógeno y las baterías. La amonia se almacena en las mismas alas donde se almacena el keroseno, así que no sería necesario rediseñar los aviones, como en el caso de utilizar el hidrógeno, que exigiría un nuevo tipo de aparatos. 

oxford

Este nuevo combustible es ligeramente más caro que el keroseno, pero no suficiente como para causar un problema, porque son los mismos aviones actuales los que podrían operar con el nuevo combustible. La única diferencia al usar este nuevo combustible, es que el alcance de los vuelos no llegará tan lejos. 

La Universidad de Oxford está a punto de acabar las investigaciones que permitirían en breve el uso de este combustible que emite cero contaminantes.

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