El turismo es en sí mismo una de las maravillas del mundo, ya que a través de él se tiene la oportunidad para experimentar las riquezas culturales y naturales del planeta, acercando a las personas y destacando nuestra humanidad.
Es un pilar clave para la conservación del patrimonio natural y cultural, expresó el secretario de la ONU, António Guterres, además de ser es uno de los sectores económicos más importantes, ya que emplea a una de cada diez personas en el mundo, y es la tercera categoría de exportación más grande después de los combustibles y los productos químicos. Por lo tanto, la necesidad de reconstruirlo de una manera más resiliente y ecológica es de vital importancia, así que el tema escogido para la edición 2020 del Día Mundial del Turismo, será el desarrollo rural, donde se celebrará la capacidad excepcional del turismo para crear oportunidades fuera de las grandes ciudades y preservar en todo el mundo el patrimonio cultural y natural.
El próximo 27 de septiembre, bajo el lema “Turismo y desarrollo rural”, los Estados Miembros de la Organización Mundial del Turismo (OMT) en todas las regiones del mundo, reivindicarán la lucha de las comunidades de las zonas rurales contra los efectos de la pandemia del Covid-19, ya que para dichas comunidades, el turismo es un proveedor principal de empleo y oportunidades.
En muchos lugares, el turismo es uno de los pocos sectores económicos viables, como en el caso de las comunidades rurales, así que se estima que para el año 2050, el 68% de la población mundial vivirá en zonas urbanas, mientras que el 80% que actualmente se encuentran en una situación de “pobreza extrema”, viven fuera de las ciudades.
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La reactivación del turismo post-Covid-19 traerá desafíos desde lo sanitario hasta la conservación de la naturaleza y el resguardo del patrimonio de las comunidades. Por este motivo, la reactivación gradual del turismo debe ir acompañada en una inversión en mejoramiento de la infraestructura, capacitación de operadores y restauración del patrimonio que hoy ya se encuentran deteriorados, por descuido, mal uso y poca protección. Así, se mejoran las posibilidades para que las comunidades puedan manejar sus destinos frente a la reactivación del sector.
En ese sentido, la educación al visitante y capacitación a las comunidades receptoras debe fomentar una “cultura turística del cuidado”, en sentido medioambiental y social. Estos programas deberían ser multisectoriales y ser dirigidos a futuros visitantes usando ampliamente los medios de comunicación. Esto demuestra que el sector del turismo debe avanzar hacia una buena gobernanza con políticas públicas, investigación e infraestructura para un turismo local, nacional e internacional de calidad y sostenible.