Si tu cuerpo te pide pasta, La Penya es el lugar adecuado. Este restaurante es un rincón encantador situado en Talarn, un pequeño pueblo de la comarca de Pallars Jussà, en Cataluña.
Este bar se ha convertido en un punto de encuentro para locales y visitantes, ofreciendo un ambiente acogedor y lleno de vida.
El local destaca por su decoración rústica que refleja la cultura y tradiciones de la región, creando un ambiente cálido e íntimo y una terraza con una vista inigualable que alcanza hasta el pantano Sant Antoni. En verano le da vida la terraza y en invierno, la chimenea interior que propicia un caliu acogedor.
La Penya se caracteriza por su pasta excepcional. Su oferta es imbatible en cantidad y calidad. La carta se resume pronto: las pizzas, pasta fresca, ensaladas y postres, especialmente helados. Trabajan con productos de la tierra y de temporada. La harina , por ejemplo es del propio Pallars, de la harinera Altisent de Tremp, que nada tiene que envidiar a la mejor harina de Italia.
En pizzas tienes muchas donde elegir y todas tienen su toque personal. Las hay de jamón ibérico, pero es mas abundante el jamón que las pasta y además el jamón no viene enmascarado con la masa , lo sirven suelto encima, muy amoroso por el calor que le transmite la pasta. Y siguen otras de boletus, farigola, tomate y atún, etc., todas con una pasta fina y crujiente que no desvirtúa el sabor del condimento.
Para variar, puedes alternar con torlelines, spaghetis a la trufa, al pesto o queso.
Lo sorprendente además son las raciones, enormemente generosas que es difícil de darle final una sola persona , así que, lo ideal es compartir y pedir varias sugerencias para probar distintos sabores.
Los postres son caseros , excepto algunos helados y todos acorde con la cultura de la casa: sorprender al comensal con sus especialidades.
Al mando de toda la gestión están solo dos personas : Chus y Luz , una pareja que se responsabiliza de todo el proceso y procura que el cliente quede contento.
Se esmeran además en cuidar los vinos y las cervezas que ofrecen a precios módicos.
El local vale una parada tanto para observar las vistas como para probar la pasta bien tratada