No es casualidad que este templo gastronómico cuente con tan espectacular estructura, ya que 8 comedores, con un aforo total de 750 comensales, necesitan de un horno en el que quepan hasta 90 cazuelas de cochinillo y cordero a la vez.
Comer en un asador es una experiencia que hay que disfrutarla cada vez que se pueda. El simple hecho de pasar por delante y detenerse una milésima de segundo a cerrar los ojos para agudizar el resto de sentidos y percibir esos aromas saliendo de un impresionante horno giratorio es algo increíble.
El Restaurante – Museo Mesón Cuevas del Vino tiene un corazón gigantesco… un horno sobre el que cimentar 60 años de historia y amor por la gastronomía, convirtiéndose en el pionero de Chinchón y uno de los imprescindibles de toda España.
25 toneladas de leña de encina al año. Es la asombrosa cantidad de leña que necesita el horno giratorio que se encuentra en la bodega del Mesón Cuevas del Vino. Con una capacidad de 90 cazuelas de asado (cordero y/o cochinillo), es el horno de leña más grande de España. Y no es nada casual, ya que en una cocina de 160 metros cuadrados, Mesón Cuevas del Vino es capaz de servir 525 comidas a la carta a la vez. Sorprendente, desde luego. Pero es más sorprendente aún que el servicio de cocina los despacha un equipo de 8 personas…
Este magnífico horno también lo utilizan para asar los pimientos de su famoso asadillo, las patatas panaderas, o para hornear sus deliciosas tartas y bollitos de manteca. Por si fuera poco, en Mesón Cuevas del Vino se enorgullecen de sus tradiciones. Una de ellas es la de no emplear el sistema de comandas, es decir, que no hay un perfil específico que lee las notas que llegan de la sala. Lo que hacen es que los camareros ‘cantan’ los platos que necesitan y el equipo de cocina se mueve como un engranaje para dar salida al servicio. ¿Y por qué? Porque este sistema era el idóneo en los inicios del Mesón. Una época en la que había cocineros y camareros que no sabían leer, y no había otra forma de comunicarse entre el personal de sala y el de cocina. Ver la cocina a pleno rendimiento en un fin de semana es un auténtico espectáculo. 60 años de práctica ininterrumpida hacen mucho…
Como última curiosidad, la media de tiempo necesaria para que el equipo de cocina sirva un plato es de 10 segundos. Hasta la fecha, Mesón Cuevas del Vino tiene un récord personal de platos servidos en un servicio de comidas, la nada desdeñable cantidad de 2.104 platos, el Viernes Santo de 1993.
En un templo culinario cuyo corazón arde incesante cada día con leña de encina, cada cazuela, cada plato, cada comanda cantada, cada carrera, cada servicio frenético, es una historia fascinante. Y todas, absolutamente todas, caben en el horno de leña más grande de España…