El Municipio como destino turístico es, en realidad, una corporación que produce, promueve y comercializa sus productos y servicios turísticos en mercados en los que impera un ambiente altamente competitivo.
Hemos querido culminar estos artículos con algunas sugerencias que consideramos contribuirán a fortalecer la capacidad competitiva del Municipio frente a los destinos competidores. Destacando en estas sugerencias algunos aspectos que, en nuestra opinión, cada vez han ido adquiriendo mayor importancia como elementos competitivos, y cuyo descuido pueden originar percepciones con efectos negativos que afecten los esfuerzos que se realizan en el campo de la promoción turística del lugar. Señalamos algunas sugerencias.
Aspectos cuyo descuido puede afectar la competitividad
Sin entrar en mayores detalles a continuación detallamos algunos de los aspectos a los cuales se le debe prestar especial atención para mantener un buen nivel competitivo, ellos son:
Calidad paisajística del entorno y de la imagen urbana
Este es uno de los aspectos que brinda la primera impresión del lugar, e influye en la percepción escenográfica del conjunto. En este caso su calidad puede verse afectada por los siguientes factores:
a) Desarrollo urbano desordenado, e incompatible con el entorno, y el
b) Deterioro de la imagen urbana del lugar.
Una mala percepción de dichos aspectos puede comprometer la competitividad del lugar como destino turístico. Razón por la cual a los mismos se les debe prestar una especial atención, a los efectos de mantener una armonía de conjunto del lugar.
Calidad de las facilidades y de los servicios turísticos
En cuanto a las facilidades debe decirse que estas constituyen los soportes físicos mediante los cuales se brindan los servicios turísticos, y por tanto son los elementos tangibles de los servicios que más incluyen en la percepción de los turistas sobre la calidad integral del destino. Por lo que ameritan algunos comentarios al respecto.
Calidad de las instalaciones hoteleras
El buen estado de conservación de las instalaciones hoteleras y del equipamiento de estas debe ser una preocupación constante del Municipio, en especial en los destinos tradicionales donde alrededor del 70% de estas son pequeños y medianos hoteles, administrados por sus propios dueños.
El envejecimiento de las instalaciones propicia que estos hoteles pierdan calidad, y ante la incapacidad de poder competir con éxito en sus mismas categorías se prefiere la reclasificación en una categoría inferir, en vez de encarar esfuerzos para su rejuvenecimiento y evitar así que estos caigan en la obsolescencia.
Calidad en la prestación de los servicios turísticos
Con respecto a los servicios turísticos diremos que la intangibilidad de los mismos, y la gran dependencia que estos tienen del factor humano en su prestación, hace que su calidad sufra variaciones de un día para otro, aún en aquellas corporaciones que manejan varios establecimientos, dependiendo de las personas que brindan los servicios.
El alto porcentaje de personal que entra en contacto con el turista, hace que el mismo pase a formar parte integral del servicio. Razón por la cual es necesario hacer un esfuerzo constante, no sólo en su formación, sino también en su adiestramiento y reciclaje, e incluso, hacer cursos de refresco para mantenerlos actualizados en el desempeño de su labor.
Actitud competitiva y habilidad de gestión
Otro de los aspectos intangibles que influye en la competitividad del lugar, son: la actitud competitiva que adopte el destino, y la habilidad de gestión. Aspectos estos que también merecen algunos comentarios.
Actitud competitiva
Por actitud competitiva nos referimos a la disposición de ánimo manifestada en hechos, por parte de todos los involucrados en el desarrollo turístico del lugar, para buscar siempre una clara diferenciación de su oferta ante las ofertas de los destinos competidores en la región.
Esa actitud puede lograrse sensibilizando a la población local, a las entidades públicas directamente relacionadas con la actividad turística, y a los prestadores de servicios locales, para hacer que se interesen en la mejora continua del destino y de sus servicios, y contribuyan así al desarrollo de las ventajas competitivas necesarias para mantener el poder competitivo de su oferta.
Habilidad de gestión.
En cuanto a este segundo aspecto, debe decirse que las condiciones imperantes en los mercados turísticos en la actualidad exigen, cada vez más, de personal altamente capacitado en Marketing.
La responsabilidad por la conducción de las actividades de marketing de un destino, donde se han efectuado cuantiosas inversiones en infraestructura y equipamiento para el desarrollo del turismo, no puede recaer ya en manos de principiantes o de personas improvisadas (como muy frecuentemente sucede en la actualidad). Requiere de personas que cuenten con sólidos conocimientos, posean probada experiencia en el ejercicio práctico de la actividad, y además, de la visión estratégica que exige el desempeño de esta función.
Comentario final
No debe olvidarse que el Municipio como destino turístico, es en realidad una corporación que produce, promueve y comercializa sus productos y servicios turísticos en mercados en los que impera un ambiente altamente competitivo.
No se puede por tanto seguir pensando que comercializar un destino significa promoverlo, y para ello realizar costosas campañas publicitarias y participar en ferias y bolsas turísticas, sin que dichas acciones obedezcan a los lineamientos de un Plan de Marketing que tenga objetivos claros a alcanzar, estrategia definida, y una efectiva integración y coordinación de las acciones de los sectores público y privado, en los mercados.
Por lo que, desde nuestro punto de vista, pensamos que el éxito que tenga el Municipio en la conducción del turismo, depende en realidad del conocimiento y habilidad que tenga para gestionar sus actividades de Marketing en los mercados.