Impenitente viajero, Alejandro-José Gallard y su esposa María Cristina, en la ruta del Parque Nacional Mount Rainier, en el Estado de Washington. EE.UU. Un rico exponente del turismo tradicional, recientemente viajeros a Anchorage, Alaska, una ilusión cumplida, hace ahora dos años…

PANEGIRICO
Si, a sus 99 años nos abandonó Alejandro José dejándonos la inmensa tristeza de no recibir su semanal revista internacional EL ARCHIVO, cuyo pasado se referirá al número DCCCLXXI que fue su última entrega, en la cual como siempre, aparecía su sesudo comentario esta vez, sobre las próximas elecciones en Estados Unidos, un tema que dominaba como el que más.

Viviendo muchos años en Philadelphia, este nicaragüense – que fuera el primer encargado de la gestión turística en su país de nacimiento - se adaptó de tal forma a la convivencia en este país de norte América, que hasta llegó a ser nombrado Embajador Municipal para las negociaciones con la provincia de Ciudad Real, España, impulsado e incentivando la instalación de una réplica de la estatua ecuestre de Don Quijote de La Mancha que fue colocada en una plaza diseñada y construida al efecto, a la entrada del Barrio Hispanoamericano de esa ciudad, lo cual destaca la historia de Philadelphia, al tener la primera y única estatua ecuestre del benemérito Quijote, símbolo de tenacidad, hombría y humildad en los Estados Unidos.

Agallard quijotelejandro-José Gallard, ante la estatua ecuestre de Don Quijote, en Philadelphia, réplica de la que se encuentra en la plaza principal de Ciudad Real, España, y cuya reproducción se encuentra entronizada en Philadelphia a la entrada del barrio latinoamericano, obsequiada por esa ciudad española gracias la gestión de Alejandro-José, como embajador de la alcaldía de Philadelphia, única estatua ecuestre de Don Quijote en Estados Unidos de América

 


Hoy nos deja marcados con su profunda amistad y esa admiración que le llegaba a considerarnos como un número uno del conocimiento turístico del mundo, exhortándonos a que propusiéramos a la Organización Mundial del Turismo, que nos comisionara para desarrollar el turismo latinoamericano en todos sus países. Era un profundo conocedor de nuestro trabajo, de nuestros artículos, de toda nuestra historia turística en las enseñanzas del turismo mundial. Sus grandes razonamientos y consejos sobre nuestras actividades, las llevamos en la mente y las hemos tenido siempre en la consideración que se merecen por venir de un sabio hombre político que vivió las más intensas aventuras en su larga y convulsiva vida.

Desde su originario aprendizaje junto a los famosos Somozas, su vida tuvo siempre un marcado interés por el desarrollo democrático de su país, Nicaragua, lo que llevaba hasta los últimos rincones del mundo, desde esa publicación que mencionábamos, y que esperábamos como agua de Mayo todos los fines de semana, donde volcaba sus razonamiento demócratas, junto a las más profundas reflexiones humanas como su exaltación a toda la sociedad mundial. A la madre, el padre, a los hijos, los amigos, etc. etc. Su visión no podía ser de otra forma cuando nos enviara un día de los tantos que nos escribiéramos el célebre poema de José Martí que aquí reproducimos en honor a su memoria, para ver como pensaba Alejando José: “Cultivo una rosa blanca / en junio como en enero / para el amigo sincero / que me da su mano franca / y para aquel que me arranca / el corazón con que vivo / cardo ni ortiga cultivo / cultivo una rosa blanca.”

No quedaría ahí su mensaje y cuando sufrimos la trágica injusticia que cambiara nuestra vida, nos enviaría la célebre poesía de su más que admirado Rubén Darío: La calumnia, “Puede una gota de lodo / sobre un diamante caer / puede que así de ese modo / su color oscurecer / pero aunque el diamante todo / se encuentre de fango lleno / el valor que le hace bueno / no perderá ni un instante / y será siempre diamante / por más que le manche el cieno.”

Se nos ha ido un hombre bueno. Un gran admirador del turismo, perfecta-mente conocedor de sus valores, algo que comentábamos continuamente a través de este medio y alguna vez hasta por medio de whats/App viéndonos en imagen.
Su destino final ha sido Colombia, el Valle del Cauca, junto a nuestra querida ciudad de Cali. En Buja, allí residía últimamente, localidad a la que le dedicamos uno de nuestros reportajes en estos últimos años inspirados por él y nuestros viejos recuerdos de esta privilegiada región de Colombia.

No se nos olvidará nunca, nuestro primer encuentro vía telefónica cuando nos llamó desde Philadelphia a Puerto de la Cruz, Tenerife, donde interrumpimos una partida de dominó para atender la sorpresiva llamada desde los Estados Unidos, propiciada por nuestra particular amiga María Cristina Arroyo que le había facilitado nuestro número de teléfono. Fueron más de veinte años de continua relación siempre apoyada en nuestro trabajo alrededor de la promoción del turismo mundial.
Sus razonamientos, nacidos de sus múltiples experiencias, y la valoración que daba a nuestro trabajo, han sido un estímulo que llevaremos siempre presentes en nuestro pensamiento, recordando al amigo que fuera uno de los principales impulsores de nuestra actividad actual, con sus generosas muestras de entusiasmo por cuanto le enviáramos para recibir sus comentarios y sus lecciones sobre los mismos. Algo que apreciábamos inmensamente y que ahora recordaremos con enorme tristeza y lágrimas en los ojos, como una reliquia imponente del pasado.
Alejando José, nos ha dejado físicamente, pero su legado, sus grandes lecciones, y sus inagotables muestras de cariño, nos estarán acompañando para siempre, como un arraigado recuerdo sentimental imperecedero.

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