Rotary una red mundial compuesta de 1.400.000 vecinos, amigos, líderes y personas dedicadas a solucionar problemas, quienes ven un planeta en que las personas se unen y toman acción para generar un cambio perdurable en el mundo, sus comunidades y en sí mismos.
“Solo entre gente de bien puede existir la amistad… la gente perversa solo tiene cómplices… únicamente la gente buena tiene amigos.” Voltaire.
Maturín, Venezuela, 1977. Imposición del Botón Rotario, por el Obispo del Estado Monagas, en la sede del Rotary Club de Maturín, ante las principales autorizadas de la región.
ROTARY INTERNACIONAL Y SUS PRINCIPIOS
Relacionar los principios de Rotary, con el estado actual del mundo, nos parece más que necesario. Una campaña mundial basada en estos principios es una cruzada que hay que iniciar con la mayor urgencia.
Los clubes que están dominados por la indolencia y personajes inicuos que solo Rotary les sirve para figurar y cometer las mayores tropelías, deben desaparecer.
“El desarrollo del conocimiento mutuo como ocasión de servir. La observancia de elevadas normas de ética en las actividades profesionales y empresariales; el reconocimiento de toda ocupación útil, y la dignificación de la propia en beneficio de la sociedad. La puesta en práctica del ideal de servicio… en su vida privada, profesional y pública. La comprensión, la buena voluntad y la paz entre las naciones a través del compañerismo de las personas que ejercen actividades profesionales y empresariales…” (Extracto de los principios de Rotary Internacional) Esta es la base positiva sobre la que debería sustentarse el mundo.
Son los clásicos elementos que se conjugan todas las semanas del año, durante una hora de reunión, en los Rotary Clubs del mundo. Es un imperativo de esta modélica organización, desde los tiempos de su fundación por Paul Harris hace más de 100 años. Una norma que enaltece a Rotary, y le da un contenido excepcional ya que “obliga” a sus asociados a compartir sus dotes amistosos con sus compañeros junto a propiciar un debate útil y necesario sobre las cuestiones sociales que ocurren en sus lugares de vigencia, marcando una línea efectiva donde la ética tiene que ser, como es, su factor dominante.
Esta “obligatoriedad” de asistir semanalmente a las reuniones rotarias la hemos practicado durante toda nuestra vida, y la norma se lleva controlada rigurosamente por los secretarios de los clubes, dándose el caso que los rotarios reciben Diplomas de asistencia, para lo cual está previsto que si por razones circunstanciales no pueden asistir a la reunión de su club, pueden compensar su asistencia asistiendo a otro club, el cual les emitirá una tarjeta de compensación que le servirá para acreditar su comparecencia. Esto provoca una verdadera promoción de una zona, como es el caso de las Islas Canarias, donde sus clubes emiten una tarjeta de compensación que es todo un reclamo con fotografías turísticas de sus más emblemáticos lugares.
Antonio-Pedro Tejera Reyes, siendo invitado por el Rotary Club de Lima presidido por el Ing. Marco Zapatel en su visita a Lima en el año 2018.
Nuestra hermosa colección de estas tarjetas esperábamos poder integrarlas a un museo particular junto a nuestros cinco libros sobre Sociología Rotaria – pronto serán seis – ya que ellas son un testimonio ejemplar que va desde el Club Rotario Calle-Calle, Valdivia, Chile, hasta el mismísimo Rotary Club de Niza, Francia.
LAS REUNIONES ROTARIAS
Fuente segura para desarrollar el espíritu de comprensión y con-vivencia social, nuestras reuniones están marcadas por unos tiempos que las hacen sumamente efectivas, y que consideramos deberían se imitadas por otras organizaciones para mejorar la efectividad de sus objetivos.
Dentro de ese radio de acción, hay un tiempo para el “programa de la reunión” que se dedica a un tema de interés común generalmente con alguna idea para mejorar el lugar, lo cual viene desde los tiempos de la fundación de Rotary, ya que Paul Harris y sus amigos, eso era lo que pretendían hacer en el Chicago de aquellos años.
Como es natural, son cientos las anécdotas que podemos contar sobre la actividad rotaria, donde, en esas reuniones que señalamos uno de sus principales motivaciones está en ofrecer alguna ayuda a la comunidad donde siempre hay alguien que necesita una silla de ruedas, una operación complicada, o una prótesis, para lo cual no tienen los medios suficientes para costeárselos. Los clubes rotarios ayudan en todo eso.
Rotary nace con la visión de un hombre, Paul Harris, abogado de Chicago quien fundó el Club Rotario de Chicago un 23 de febrero 1905, aquí junto a sus compañeros fundadores.
Son estas reuniones puntos de referencias del ambiente social y económico del lugar, ya que sus socios deben ser los líderes en sus profesiones para que puedan aportar la visión real del comportamiento de su sector, ya sea un panadero, un arquitecto, un productor de zapatos, muebles, etc. pero siempre la persona líder en esa producción.
LOS PASOS ADELANTE
Tratando ahora, una vez más, el tema del desarrollo mundial, es inevitable que vayamos al movimiento de personas generalmente conocido como turismo.
El veterano rotario español – con un extraordinario currículum – Bernardo Rabassa, nos ilustra esta vez desde sus permanentes noticias, todo un espectro de lo que ocurre en el mundo, que nos envía periódicamente, sin faltar un solo día, nos ilustra, decimos, con una frase que lo dice todo sencillamente recreándonos en sus raíces: “Hagamos de la imagen de Rotary, una prioridad”.
Así de sencillo y claro está este consejo: “Dar de sí antes de pensar en sí”… Repetimos: “El aprecio a toda ocupación útil y la dignificación de la propia en servicio a la sociedad”. “La buena fe como norma en los negocios y en las profesiones”. “La aplicación del ideal de servicio en la vida privada, profesional y pública”. Son estos unos principios, que habría de gravárselos a fuego en la mente a quienes presumen de ser rotarios por pertenecer a uno de sus clubes y tener un botón nacido Dios sabrá como lo consiguieron, pues sus actitudes y andanzas por la vida, dicen muy poco favorable a sentir y practicar los principios que enumeramos. Lo hemos vivido más de una vez, y lo estamos padeciendo inmisericorde. “Hagamos de la imagen de Rotary una prioridad”, les sonará a esperanto.
Nada más relacionado con la práctica del compañerismo y la comprensión – dos prioridades de Rotary – que el movimiento de personas sobre la faz mundial llamado turismo. También están recogidos en los principios de Rotary el compañerismo y la comprensión, y también los sonará a esperanto a quienes no tienen la formación mental adecuada para entender siquiera de que se trata – mucho menos practicarlo – eso de compañerismo y comprensión. A los hechos nos remitimos.
“Se beneficia más, quien mejor sirve”
Publicado en uno de nuestros varios libros, encontramos esas líneas que subrayamos aquí. “En un rápido análisis de ese entorno que apuntamos, resalta de una manera clara y precisa, la pérdida absoluta de la vergüenza. Nadie se avergüenza ya de nada. Bastaría con leer los periódicos diarios para tener las más irrefutables pruebas de lo que decimos. Se provocan los más irreparables daños sin que nadie se avergüence de ser sus responsables. En la vida política, empresarial, social, en el trabajo, en la familia… Dentro y fuera de las casas… En todos los lugares aparece la mentira, la burla y el desprecio a los compromisos – aunque sea el de sus propios padres – a lo que antes eran valores humanos ancestrales. Se ha perdido la vergüenza.”
2023. En el Club Rotaria Real Ica, recibiendo el título de Socio Honorario por la presidenta Sra. Noemí Mestanza, un acto de excepción en los clubes rotarios del Distrito Ica, de Perú.
A MODO DE EPÍLOGO
Ahí nos encontramos y nos obligamos a insistir en lo que señala Bernardo Rabassa: “Hagamos de la imagen de Rotary una prioridad”. Es una necesidad, es una obligación que tenemos impuesta los que sabemos que el mundo mejor, el ideal, solo se consigue siguiendo los principios que hemos señalado. “Servir es mi ocupación”. Lejos, muy lejos, de quienes su formación elemental no da para más, y de alguna manera se les ha impuesto en su triste mentalidad un ego que difícilmente podrán apartar de sus obligaciones y deberes, y que por desgracia, trasmite por generaciones.
Esa “imagen de Rotary” es difícil e imposible trasmitirla cuando no se le conoce, tarados de origen desde unos principios que no tienen nada en común con ella. Complicado escenario donde la conjunción de los intereses personales, arrollan cuanto se les pone por delante sin ningún género de contemplaciones.