El éxito del buen funcionamiento de un ente turístico depende en gran manera de la adecuación del perfil profesional del máximo responsable, el director generalmente
En varias oportunidades hemos mencionado que la conducción del turismo en el contexto de la Administración Pública no puede quedar en manos de inexpertos. Hemos mencionado incluso que debería respetarse la formación Universitaria, tal como sucede en otras ramas de dicha Administración, y nos seguimos preguntando, ¿por qué no se emplea el mismo criterio? Pensamos que no es algo difícil por cuanto se conoce con exactitud los cometidos que el responsable del sector debe cumplir, los cuales están claramente establecidos en la Ley Nacional de Turismo. Por lo que si se analiza el perfil académico del posible candidato, se puede saber si tiene o no la capacidad necesaria para conducir el sector, y de ello nos ocupamos precisamente en este artículo.
PERFIL DEL RESPONSABLE DE LA CONDUCCIÓN DEL SECTOR
No hay duda de que el turismo es una actividad Globalizada, sensible a las variaciones y cambios que se producen en el transcurso de su desarrollo por múltiple factores, la mayoría no controlables, por lo que la capacidad de adaptación a los mismos es un requisito que debe reunir todo profesional con formación y experiencia en la actividad.
Ahora bien, si se conoce las funciones que dicho profesional debe cumplir en el contexto de la Administración Pública, no es difícil conocer el perfil que el mimo debe tener para conducir el sector. Por ello pensamos que al igual que en otras ramas de la citada Administración debería confrontarse las funciones que el mismo debe cumplir, con el Perfil Académico de los estudios realizados durante su formación, especialmente si el candidato es egresado de una Licenciaturas Universitarias en Turismo, para verificar si dicho perfil es coherente con los cometidos que le son asignados en la Ley Nacional de Turismo.
En tal sentido queremos señalar que nos referimos a las Licenciaturas en Turismo, y no a licenciaturas con otros nombres relacionadas con el Turismo, por cuanto el perfil de los egresados en ellas no garantiza el conocimiento del turismo en su total magnitud, por el hecho de que generalmente tienen el sesgo del ámbito universitario en el cual está inserta. No debe olvidarse que por su carácter complejo el turismo tiene relación con varios sectores y actividades en los campos económico y social, razón por la cual existen varios conceptos del mismo en función de la disciplina en la cual es objeto de estudio.
Tampoco debiera considerarse el perfil de un egresado de una Tecnicatura en turismo pues existe una gran diferencia con el perfil universitario, por las siguientes razones:
Primero en cuanto a los estudios. La Licenciatura es un Título Universitario de grado que se obtiene luego de 4 años de estudio, y de aprobar las exigencias académicas de una formación amplia e integral del turismo como actividad. Mientras que la Tecnicatura es una carrera corta de solo 3 años, y brinda los conocimientos técnicos necesarios para el desempeño de una función específica, otorgando a los egresados un Certificado que acredita su capacidad para el desempeño de dicha labor, y
Segundo en el campo laboral. La Licenciatura Universitaria, en virtud del amplio conocimiento que otorga sobre el campo específico de estudio, brinda a los egresados la capacidad necesaria para incorporarse a los diferentes niveles de gestión de la actividad; Nacional, Estatal o Provincial, y Municipal. Mientras que Tecnicatura forma para el desempeño de una actividad específica, y no habilita para que el egresado pueda seguir estudios más avanzados en el sector Universitario y, mucho menos, para conducir la Promoción y Desarrollo del Turismo en el contexto de la Administración Pública.
COMENTARIOS EN TORNO A LOS PERFILES ACADÉMICOS
Consideramos conveniente hacer algunos comentarios en torno al Perfil Académico al cual hacemos mención, para aclarar algunas dudas que puedan surgir al respecto, dado las críticas que se han efectuado sobre el referido perfil.
Conocemos las críticas que alrededor de los años 90 surgieron sobre el Perfil Universitario Tradicional adoptado desde fines de la década de los 60, siendo la más relevante que el mismo brinda un perfil académico teórico basado en el conocimiento, lo cual propicia una desvinculación entre la teoría y la práctica, proponiendo algunos de sus críticos, un perfil más ocupacional denominado Perfil por Competencia.
No concordamos con dichas críticas porque seguimos pensando que el principal propósito de la Universidad es precisamente brindar conocimientos sobre diferentes campos de estudio, y el perfil de los egresados de esos campos debe expresar los conocimientos adquiridos al término de dichos estudios. Pero además, por el hecho de no tomarse en cuenta que la Universidad otorga también, mediante una Especialidad a nivel de post grado, la posibilidad de profundizar más en el campo específico de conocimiento para desarrollar habilidades en el ámbito laboral, y en tal sentido se debe saber que dentro de una misma área de conocimiento puede haber varias opciones de especialidad, y que este es el caso precisamente del campo del turismo, donde existen especialidades en Planificación del Desarrollo Turístico, Ordenamiento del Territorio Turístico, y Marketing y Promoción Turística Institucional. Además de actualizar a los egresados sobre avances que se van registrando en el campo de su formación profesional, mediante los Programas de Educación Continúa.
Por lo expuesto entonces, es que opinamos que si se conoce las funciones que debe cumplir el responsable del sector, para conocer la idoneidad del posible candidato a desempeñar tal función, se debería confrontar las referidas funciones con el Perfil Académico de su formación en turismo. Tal como sucede en otros sectores de la Administración Pública, y no designar a inexpertos para ello.
COMENTARIO FINAL
A los efectos de evitar dudas al respecto, aclaramos que la confrontación del perfil académico de los estudios realizados por el candidato al cargo, con las funciones que este debe cumplir en el desempeño del mismo, tiene como finalidad verificar que dicho perfil sea adecuado para el cargo que será designado. No se trata por lo tanto de una evaluación de los conocimientos adquiridos, de eso se ocupa las instituciones educativas, es una comprobación de la idoneidad de su formación con el mandato que le establece la Ley de Turismo al responsable del sector y que este tiene que cumplir.
Otro aspecto a contemplar es que los únicos estudios que profundizan en los estudios académicos cursados por los candidatos en el campo del turismo son las Especialidades. Por lo que se debe tener cuidado con las Maestrías que pueda incluir el candidato en su currículo vitae, dado que las mismas son de libre acceso al que cuente con una Licenciatura Universitaria. Si el candidato al cargo menciona una Maestría en Turismo en su formación, se tiene que verificar el campo y el Perfil Académico del cual es egresado. Si no es egresado de una carrera en Turismo, es altamente probable que carezca de conocimientos para conducir el sector. Por más curso de nivelación que se menciona en el programa de la Maestría, por el nivel superficial que tienen dichos cursos los cuales no pueden reemplazar una formación Universitaria de 4 años.
En nuestra opinión la verificación de la adecuación de los estudios efectuados por los candidatos a conducir el turismo en el contexto de la Administración Pública no es tampoco algo que pueda ser realizado por personas carentes de conocimiento y experiencia en turismo. Es una decisión de la cual depende el éxito de la conducción del sector en la referida Administración, y que está sujeto al control del Poder Legislativo a través de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados y de la Contraloría General en los aspectos administrativos y contables, órgano que reporta directamente al Poder Legislativo, y de la propia Administración Pública por la Dependencia de Planeamiento y Presupuesto que asigna el presupuesto para la gestión de la referida Administración.