Nürburgring, un circuito alemán que está en auge para los turistas apasionados por el mundo de los automóviles, se ha convertido en un conector entre la afición por rodar y unas vacaciones convirtiéndolo en un destino especial.
Varias marcas de coches hacen constantes publicidades de los récords que consiguen sus modelos en el circuito. Conocido como el Infierno verde, este lugar es un santuario del automovilismo, allí se pueden hacer carreras y los usuarios pueden acceder en sus coches o motos o si lo prefieren alquilar uno. Sin embargo, las carreras normales solo son hechas en una parte de este circuito, mientras que los test de las marcas es más largo, lo que allí se conoce como el infierno.
Desde sus comienzos, este circuito se dividía en dos partes, una al norte, Nordschleife, que recorre una distancia de 22,8 kilómetros y la otra al sur, Südschleife, con 7,5 kilómetros; en la actualidad, y luego de algunas modificaciones, se puede encontrar un circuito de carreras de 4,5 kilómetros, allí se volvió a realizar la Fórmula 1 entre 2009 y 2013.
La parte norte de esta pista tiene como récord un recorrido de sus 22,8 kilómetros en tan solo 4 minutos con 40 segundos y tres décimas, que fue conseguido hace poco por un Porsche 911 GT2 RS MR, sin embargo es muy posible que pronto sea conseguido por otro modelo con más caballos de fuerza.
Desde España, se puede viajar a esta ciudad alemana en avión o en coche, en caso de ser en avión se puede llegar a Munich y de ahí en coche hasta el lugar; si en cambio, lo que se quiere es viajar en coche, desde Madrid son 1.800 kilómetros.
Es claro que la opción más viable es hacer el viaje en avión, para llegar a la capital alemana y así visitar el museo BMW y también ir hasta Stuttgar, casa de Porsche y Mercedes-Benz, para visitar sus museos y puntos interesantes. Sin duda un complemento perfecto antes de visitar Nürburgring.
Allí el ambiente que se respira, es sin duda un lugar lleno de adrenalina y bullicio de los coches que se agrupan y alitas para correr, se puede observar los turistas aficionados a las carreras, expectantes y listos para rodar.
El lugar es pequeño, pero sus sitios aledaños permiten un fácil acceso a todo tipo de alojamientos y todos los servicios hosteleros necesarios para unas vacaciones inigualables.
Una de las opciones más usadas, es el alquiler de los coches especiales para entrar a correr en el Infierno Verde, y es que cualquiera que piense en entrar con un coche de alquiler convencional puede correr el riesgo de que las mismas empresas de alquiler les cobre una multa, ya que este tipo de vehículos no puede ingresar al circuito.