Hoy ha fallecido nuestro compañero Lluís Mesalles, 82 años de camino y la misión cumplida. Afable y entregado al turismo, su profesión, en la que ha dejado una impronta imborrable en un montón de amigos.
Desde la humildad fue parte importante de la historia del turismo. Su experiencia en tres de los cinco continentes estaba ligada al desarrollo profesional de la hostelería. Una hora con él equivalía a un máster en administración turística. Todo un recorrido que le hizo ganar el apodo de "El predicador". Una fascinante historia a la que hoy queremos rendir homenaje.
La persona
Hay personas que son indispensables en una actividad; Lluís era un luchador, empedernido defensor y promotor de turismo en su máxima expresión. Ahí estaba, en cualquier rueda de prensa, en una presentación, en un evento de promoción de un destino o en una ponencia fuera en una feria, en un foro universitario o apoyando a un organismo público. Su capacidad de empatía le hizo conectar con mucha gente, en muchos países; era próximo y cercano, por eso, ha dejado una pléyade de amigos que reconocen su persona y que, quien más quien menos, tiene algo que agradecerle.
Tenía también algo incalculable para un sector que se basa en la relación humana, además de su don de gentes: el multilingüismo. Podía comunicarse perfectamente en 4 o 5 idiomas. Eso cualquier viajero, en un país que ha sido durante mucho tiempo monolingüe, era un activo importante y base para una confraternización inmediata.
Era una persona bien formada y su know how era útil en cualquier lugar o planteamiento. Siempre se agradecen las personas con una perspectiva horizontal y completa. El criterio es una de las grandes facetas para encarar con éxito una situación.
La obra
Muchos se quedarán con la persona, pero, ésta es ineludible referenciarla a su obra. Fue ante todo un profesional de la hostelería, pero su eclecticismo lo llevó a gestionar otros ámbitos muy diferentes. La edición siempre le cautivó y hace 30 años fundó EL BOLETIN TURÍSTICO.
Hoy parece algo trivial porque existen cientos o miles de publicaciones del sector, pero en aquellos momentos, en realidad solo existía el hegemónico semanario Editur. Lluís lo plantó pronto en más de 100.000 destinatarios que representaban la flor innata del turismo, aquellos que estaban al frente del sector, tanto en el sector privado, como público.
Más tarde, le cambió el nombre por aquello de hacerlo más nuestro e intimista, y nos llegaba con la cabecera de NUESTRO TURISMO; es el legado que desde hace más de un año lo actualizamos como EL PERIÓDICO DEL TURISMO, siguiendo su esencia y concepto, basado en la pluralidad y profesionalismo del sector, recogiendo cada día las emociones -como la que hoy nos sentimos obligados a comunicar- y los reveses que, a veces, se producen.
Pero, junto a su querido Periódico, se le unen otros méritos: en su haber tiene una docena de libros, todos referidos al sector y que son una contribución al buen hacer y al ensalzamiento de la vocación turística. Son publicaciones escritas desde una óptica experta y, muy útiles, prácticas y pragmáticas para quienes se inician en la profesión. Lo que ha visto y vivido lo traduce a la letra para que sirva a quien quiera progresar o corrija los errores más comunes.
Junto a sus títulos, hay otra caterva de colaboraciones. En el PLAN DE MODERNIZACIÓN DE ESTABLECIMIENTOS DE HOSTERÍA, por ejemplo, que hemos aplicado en diferentes territorios como una herramienta indispensable para “modernizar” cada uno de estos locales y que es un conjunto que permite al restaurador y a su equipo actualizarse; él escribió el primer manual de los 10 que consta el programa (SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRABAJO). Seguro que ahora, como recopilación póstuma, irán saliendo méritos que no se le reconocieron en vida.
La trayectoria profesional
Su actitud y habilidades le permitieron acceder a altos cargos de gestión y regentó los mejores hoteles del mundo tanto en Europa como en Asia o América. Una vez liberado de la tarea de gestión, emprendió con todo el fervor la labor periodística y docente. Muchas universidades como la de San Marcos en Lima o la Universidad de San Gregorio de Portoviejo han disfrutado de sus tutorías o conferencias.
Después, en la gestión informativa, era un asiduo a todos los eventos del sector y mantenía una relación personal con los altos directivos. Su labor de hormiga era recoger de primera mano los contactos con los cargos con poder de decisión: recogió miles de tarjetas personales y que luego conformaron la base de receptores del Boletín Turístico, de Nuestro Turismo y finalmente del actual Periódico del Turismo. Cada destinatario no era, no es, un anónimo que recibía la publicación, era un amigo que continuaba un saludo que nacía casi por casualidad. Hoy nos honramos de seguir teniéndolos con nosotros.
Todo este equipo que continuamos la labor, sentimos la inmensa aflicción de tener que despedirlo, pero nos congratulamos de haber vivido momentos cordiales y saber que siempre lo tendremos con nosotros.
VA POR TI, buen amigo Lluís.