Descubrimiento en la profundidad de la tierra.......
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Un conjunto 100 grabados de arte postpaleolítico
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De arte esquemático y abstracto subterráneo
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Por un grupo de espeleólogos
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En la Cueva de la Vila
Un grupo de espeleólogos descubre un conjunto de grabados prehistóricos a la “Cueva de la Vila”, una cueva subterránea en La Febró, en el Baix Camp. El conjunto está formado por más de un centenar de grabados que los expertos asocian en el mundo funerario durante el proceso de neolitización.
“La Cueva de la Vila conserva uno de los conjuntos de arte postpaleolítico
más importantes del arco mediterráneo”.
El descubrimiento de unos nuevos grabados rupestres en la Cueva de la Vila, al término municipal de La Febró, es un conjunto formado por más de un centenar de grabados prehistóricos del periodo calcolítico-bronce. Están dispuestos en un panel de 8 metros de largo que son excepcionales tanto por su singularidad como por el excelente estado de conservación en el que se encuentran. El hallazgo se ha producido en una pequeña cueva que ha sido encontrada intacto hasta la fecha del descubrimiento y que la convierte una de las pocas representaciones de arte esquemático subterráneo de nuestro territorio. Según los expertos, estaríamos ante una composición relacionada con la cosmovisión de las sociedades agricultoras y ganaderas del territorio.
Se ha realizado la presentación a cargo de la directora de los Servicios Territoriales a Tarragona del Departamento de Cultura, Lurdes Malgrat, la alcaldesa de la Febró, Lourdes Martorell, y el director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), Robert Sala Ramos. También han participado en la presentación los espeleólogos responsables del descubrimiento Julio Serrano, Montserrat Roca y Francesc Rubinat, así como los responsables del proyecto de investigación Josep Vallverdú, Antonio Rodríguez-Hidalgo, Diego Lombao y Ramon Viñas del IPHES.
El descubrimiento de los grabados se produjo en el transcurso de unas exploraciones y trabajos topográficos por parte de un grupo de espeleólogos a la zona conocida como el Barranco de la Cueva del Corral. Allá encuentran la Cueva de la Vila, una cavidad que había sido excavada por Salvador Vilaseca durante los años cuarenta y del que se había perdido su ubicación. A través de una de sus entradas al sistema subterráneo consiguen abrir el acceso en un pequeño agujero que los llevó a una sala oval de más de 90 m².
Después de recibir algunas fotografías del lugar, de parte de los espeleólogos, el Dr. Ramon Viñas y el investigador Josep Vallverdú visitan la cueva para confirmar la autenticidad prehistórica del conjunto de grabados, notificada posteriormente al Departamento de Cultura.
Un conjunto de grabados singular y excepcional
El conjunto de arte rupestre de la Sala de los Grabados de la Cueva de la Vila es un conjunto completamente inédito que, a pesar de no haberse iniciado su fase de estudio, todo parece indicar que figurará entre las mejores composiciones de arte esquemático y abstracto subterráneo postpaleolítico de la cuenca mediterránea.
En una de las paredes de la cueva se ha identificado un amplio conjunto de representaciones esquemáticas-abstractas, de diseño muy simple. El panel de grabados, de unos 8 metros de longitud, está configurado a partir de cinco líneas horizontales, una encima de la otra, y en cada una de ellas hay diferentes figuras grabadas con su propio significado y simbolismo.
Una de las singularidades de este mural es que está hecho exclusivamente con la técnica del grabado, ya sea intermediando con una herramienta de piedra y/o de madera en el caso de los detalles, como directamente con los dedos. Hay representadas diferentes figuras cuadrúpedas, zigzags, trazos lineales, angulosos y círculos, entre otros. Destacan una serie de zoomorfos (posiblemente bóvidos y équidos), esteliformes (solo y/o estrellas) y reticulados, además de una composición que recuerda a un ídolo “oculado”. El conjunto es muy homogéneo estilísticamente y presenta escasas superposiciones. La distribución de los diferentes elementos dentro de la composición: zoomorfos a la parte baja del panel, reticulados, sobre todo a la parte central y esteliformes a la parte superior y con un oculado en lo alto del conjunto.
Desde el punto de vista estilístico, el conjunto se enmarca en el arte esquemático postpaleolítico. Se trata de un arte asociado a comunidades campesinas y ganaderas, a pesar de que suele ser más común en abrigos al aire libre. En Cataluña este tipo de conjuntos, en cavidades subterráneas, son muy escasos, siendo el caso de la Sala de los Grabados de la Cueva de la Vila, excepcional por el hecho de encontrarse en el interior de una cueva y con contexto arqueológico posiblemente asociado.
Este tipo de representaciones son poco conocidas en el territorio catalán, aunque se pueden encontrar algunos ejemplos como la Cueva de la Vallmajor al término municipal de la Albinyana, en el Baix Penedès. En el ámbito peninsular quedaría dentro del grupo “esquemático negro subterráneo y esquemático abstracto” los cuales pertenecen a conjuntos heterogéneos que destacan por sus afinidades formales o tipológicas, temáticas y técnicas. Algunas cuevas andaluzas con representaciones pintadas (negro o rojo) o grabadas y con cronologías similares serían La Pileta y Nerja, en Málaga; la Murcielaguina, en Córdoba; y, de «el estilo esquemático-abstracto», las cuevas de Los Enebralejos a Segovia; la Galería del Sílex, a Burgos, o la Cueva Maja, en Soria.
La protección, clave para su conservación
El estado de conservación de los grabados de la Cueva de la Vila es excepcional, a la vez que muy delicado por la inestabilidad del apoyo en el cual se encuentran. Se trata de una superficie blanda y húmeda y que, por lo tanto, los cambios de condiciones atmosféricas a la sala podrían alterar la conservación del panel. Para garantizar estas condiciones climáticas, el Departamento de Cultura, el Ayuntamiento de la Febró y la IPHES han trabajado de forma conjunta para llevar a cabo el cierre tan exterior cono interior de la cueva, y garantizarme su conservación física. A la vez se ha instalado un cierre en el acceso a la gatera, que da paso directo en la sala de los grabados para garantizar las mismas condiciones climáticas que había tenido hasta el momento del descubrimiento. Los miembros del IPHES, secundados por su equipo de restauración, han elaborado un protocolo de control de los parámetros ambientales mediante una serie de sondas, que se incrementará durante las próximas campañas de excavación. El periodo de sequía en el cual nos encontramos inmersos, puede producir cambios importantes en el medio subterráneo que habrá que mesurar y controlar.
En el marco del Plan de Gestión del Arte Rupestre de Cataluña, del Departamento de Cultura, se están llevando a cabo las tareas por su protección y documentación. El primer paso ha sido la protección del yacimiento como Bien Cultural de Interés Nacional en la categoría de Zona Arqueológica. En paralelo, el equipo técnico del Departamento de Cultura ha estado trabajando en la documentación digital mediante la fotogrametría y el escaneo láser que permitirán crear un modelo 3D de la cavidad. Una documentación que completa la ya realizada de forma previa por el grupo de espeleólogos descubridores de los grabados. Cómo se trata de un espacio al cual no habrá un acceso libre, esta documentación servirá para difundir los grabados a la ciudadanía, a la vez que hacerlos accesibles a los especialistas e investigadores. El Departamento de Cultura también ha encargado la documentación exhaustiva de los grabados, según el protocolo establecido en el Plan de Gestión.
Desde el año 2012 y en el marco de los Proyectos cuatrienales de investigación en materia de arqueología y paleontología del Departamento de Cultura y con el apoyo del Ayuntamiento de La Febró, un equipo de investigadores del IPHES lleva a cabo un proyecto de investigación en este punto de las montañas de Prades: “Evolución paleoambiental y poblamiento prehistórico a las cuencas de los ríos Francolí, Gaià, Siurana y rieras del Camp de Tarragona”.
El IPHES ya estaba explorando arqueológicamente la zona, con el estudio de una serie de rellenados inéditos. Gracias al desarrollo del proyecto LEADER del Ayuntamiento de la Febró se iniciaron unos trabajos de excavación sistemática dentro de la cueva que “permitirán recuperar materiales arqueológicos correspondientes a la cultura material de las sociedades del pasado”. Uno de los aspectos a destacar es el hecho que la sala de los grabados conserva niveles estratigráficos, al contrario del que encontramos habitualmente, que podrán ayudar a conocer el contexto de los grabados.
Paralelamente, mediante una ayuda de la Fundación Palarq este año se está llevando a cabo lo proyecte Imágenes digitales por luminiscencia UV-Vis y fechas por radiocarbón de las manifestaciones gráficas prehistóricas de la Sala de los Grabados de la Cueva de Vila (la Febró, Tarragona), el cual permitirá también acotar la antigüedad del mural descubierto.