Un ambicioso proyecto que se construirá cerca de la costa este del Mar Rojo. Con una fuerte inversión del gobierno Saudí junto con inversionistas privados.
En enero de 2021 el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed Bin Salman, presidente de NEOM, encargado de la realización del mega-proyecto The Line, presentó ante el mundo una ambiciosa propuesta:
La construcción de un urbanismo de 170 km de largo por 200 de ancho y una altura aproximada de 500 metros, con 3 niveles de construcción. El primer nivel sería destinado al uso de los habitantes, el segundo a los robots que se encargarán del mantenimiento de los servicios y el tercero sería predestinado al transporte. De acuerdo al proyecto, la ciudad será totalmente autosustentable en todos los sentidos, en lo que respecta a los servicios de aguas, electricidad, entre otros; los cuales serían suministrados con energías renovables; asimismo, el urbanismo estará conformado por módulos con capacidad para 80.000 habitantes. arrojando la cantidad de aproximada de 112 módulos para los 170 km de extensión. Igualmente, esta ciudad contará con estadio de futbol, aeropuertos y un embarcadero de yates. Para satisfacer el transporte público se utilizará un tren de alta velocidad, adecuado para de hacer el recorrido de punta a punta, en un lapso de 20 minutos. El diseño está concebido de forma tal, que cualquier individuo, caminando desde su casa, en menos de 5 minutos podría tener acceso a todos los servicios
A criterio del príncipe, el urbanismo estará ubicado cerca de la costa del Mar Rojo, de Este a Oeste, atravesando desiertos y montañas en su recorrido de 170 km. No existirá tráfico de automóviles de combustión interna. Tendrá una pared de espejo, con una medida de 500 metros de altura; permitiendo el camuflaje de la estructura, con el resto del medio ambiente.
Propuestas innovadoras para el proyecto The Line
La ciudad contará con una luna artificial que mantendrá iluminada la ciudad por las noches.
Ofrecerá una innovadora existencia de taxis y/o drones voladores, para recreación. El transporte largo será realizado por trenes de alta velocidad.
Sistema avanzado de vigilancia. Con cámaras de inteligencia artificial, drones con reconocimiento facial y micrófonos en toda la ciudad.
Nubes artificiales para crear lluvia y modelar la temperatura del ambiente.
La educación será impartida por profesores holográficos disponibles a cualquier hora y día.
Dispondrá de un ejército de robots que se hará cargo de mantener todos los servicios de la ciudad. Inclusive los domésticos. Habrá más robots que humanos.
El sistema de salud será óptimo, tan bueno que será diseñado para prolongar la vida de sus habitantes.
Un parque de diversiones con robots dinosaurios, diseñados para propiciar reacciones e interacciones entre ellos.
Ninguna forma de emisión de CO2 en perjuicio del ambiente.
La energía será totalmente renovable, no contaminante.
Sin autos y calles.
La ciudad será concebida como un estado con Leyes y economía propia. Tendrá una condición similar a la zona económica de China, llamada Hong Kong.
Precedentes.
Dentro de la estrategia "VISION SAUDI 2030", el gobierno saudí se ha propuesto minimizar en el área económica, la dependencia de los combustibles fósiles. En la actualidad, Arabia Saudita recibe el 90% de sus ingresos por concepto de venta de petróleo, su meta es diversificar la economía y que ésta le permita sobrevivir la era post petrolera. Para ello, desarrolló varios planes, entre ellos, los proyectos Qiddiya, Neom. Etc. Esta visión es compartida por varios países de la Zona; la ciudad Dubái es parte de la visión de los Emiratos Árabes para diversificar su economía.
El proyecto The Line está dentro del área del proyecto Neom; aunque la información no es muy clara en cuanto a que vaya a sustituir a Neom, o será más bien, un distrito del megaproyecto, ciudad Neom.
El proyecto ciudad-Neom ya tiene cierta infraestructura construida: un aeropuerto Internacional, zonas residenciales y varios palacios para la élite gobernante. The Line está totalmente en proyecto no ejecutado.
La propuesta arquitectónica The Line, está a cargo del arquitecto español Arturo Soria y Mata. En relación a esto, hace 140 años, en Madrid, España, se diseñó un distrito llamado "Ciudad Lineal", el cual maneja el mismo principio de arquitectura. Está concebido para tener la mínima diferenciación social, una sola línea recta, con módulos replicables y una sola avenida, simplificando al máximo la infraestructura y dándole más oportunidad a la interrelación entre personas.
Financiamiento del proyecto The Line
El proyecto tiene un presupuesto de inicio de unos 500 mil millones de euros que el gobierno saudí proporcionará; asimismo, se aspira que el resto sea proporcionado por inversión privada. Hasta ahora, el grupo privado BlacStone ofreció 20 mil millones de euros, SolftBank 45 mil millones de euros. Uno de los objetivos es convertir a The Line en un centro financiero Internacional, con un gran volumen de transacciones comerciales que pase por la ciudad.
Duración del proyecto
El tiempo estimado para terminar el proyecto puede ser de 50 años, aunque se aspira que para 2030, exista un avance significativo.
Conclusiones.
Un proyecto de las dimensiones y sin muchos precedentes como The Line ofrece muchos retos e inconvenientes. Su objetivo principal -como es de ser básicamente una ciudad dedicada al comercio, finanzas y diversión- es alcanzable solo en una economía mundial de crecimiento y abundancia. Problemas como la última pandemia, o una recesión mundial de la economía, lo pondría en serios aprietos, Asimismo, presenta varios escollos técnicos como el impacto ambiental que pueden ocasionar una barrera de 170 Km ininterrumpidos entre la costa y el resto del territorio y la logística que implica el desplazamiento forzoso de una considerable cantidad de tribus nómadas que transitan en esta parte de la península. Otro inconveniente por sortear, se relaciona con la idiosincrasia muy conservadora de los habitantes y gobierno (monarquía absoluta hereditaria) que resulta incompatible con muchas de las bondades del proyecto. En todo caso, la obra no será para el disfrute del pueblo árabe, sino para las élites financieras del mundo.
Tendremos que esperar 50 años, para saber si The Line, deja de ser un proyecto de ciudad para convertirse en una realidad.