Peñíscola rinde homenaje a su patrona con las danses, unos bailes ancestrales.
Peñíscola , en la costa de Castellón, recuerda en el mes de septiembre a la Virgen de la Ermitana. El elemento más sobresaliente de estas fiestas son las danses, unos bailes que son la máxima expresión de devoción del pueblo hacia su patrona. Se trata de unas danzas cuyos orígenes son remotos, y evocan la tradición guerrera y campesina de la localidad. Este espectáculo acaba con el castell, que consiste en una torre humana. Los últimos días de esta fiesta tienen lugar los desfiles de Moros y Cristianos, que llenan de colorido las calles de Peñíscola.
Fuegos artificiales, verbenas, conciertos, concursos, competiciones deportivas, encierros taurinos y suelta de vaquillas, pasacalles con charangas, y diferentes actos religiosos configuran el resto de actividades de estos festejos tan arraigados en el pueblo.