La tradición enfrenta en una inofensiva batalla de pinturas al Cascamorras, un personaje que recuerda a los juglares medievales, con los habitantes de Baza y Guadix.
Guadix y Baza, en Granada, viven en septiembre uno de los momentos más esperados del año: el Cascamorras. Esta fiesta tiene su origen en la Edad Media, con la aparición de la imagen de la Virgen de la Piedad, que enemistó a ambas localidades. Finalmente, la Virgen se quedó en Baza. De tal manera que cada 6 de septiembre, el Cascamorras, un bufón vestido con un llamativo traje, llega desde Guadix hasta Baza con la intención de llevarse la talla de la Virgen de la Piedad. En su intento, los habitantes de Baza se lo impedirán manchándole con pinturas, y divirtiéndose con él en animadas carreras por las calles del pueblo. El día 9, tras no haber conseguido su objetivo, el Cascamorras volverá a Guadix sin la codiciada imagen, lo que provocará el enfado de sus vecinos, que volverán a pintarlo y mancharlo.
Entre carrera y carrera, el Cascamorras hace distintas paradas para descansar y, ya de paso, ondear la bandera de la Virgen de la Piedad sobre las cabezas de la gente que se arrodilla en torno a él. Además de las pinturas, otro elemento imprescindible en esta fiesta de más de cinco siglos de historia es el agua, que sirve para refrescar a los participantes durante las persecuciones.