Si se analiza la estructura territorial de un país, es posible observar diferencias apreciables en cuanto al tipo y forma de producción, así como en la distribución geográfica de su población.
Además de una clara diferencia en el nivel de vida existente en las diferentes regiones que lo conforman. No tenemos dudas que el turismo puede contribuir al logro de un desarrollo más equilibrado del citado territorio, si se le emplea como factor de desarrollo regional en las zonas menos favorecidas. Pero debe decirse que ello requiere el establecimiento de políticas destinadas a este fin, porque de no ser así el turismo puede convertirse en enclaves que favorezcan el negocio de empresas transnacionales que buscan el rendimiento del capital invertido explotando los recursos turísticos de la región, dejando un mínimo beneficio en la misma. Por esta razón pensamos que debíamos brindar más información al respecto.
PROBALIDADES DEL TURISMO COMO FACTOR DE DESARROLLO REGIONAL
Comenzaremos respondiendo a una pregunta que seguramente todos se harán, ¿qué posibilidades existen realmente de que el turismo pueda efectivamente emplearse como factor de desarrollo regional? Diciendo que lógicamente ello depende de las características que presente la zona en la que se pretenda promover mejores condiciones de vida para su población, considerando que dicho desarrollo tiene que dar origen a mejoras permanentes en la zona considerada, pues no sería lógico hacer esfuerzos para obtener sólo mejoras pasajeras para sus habitantes.
En tal sentido diremos que para ello deben considerarse industrias que puedan llevar a cabo sus actividades sin depredar el medio ambiente en el cual deben actuar y que puedan estimular el desarrollo de otras actividades en la región. Con ese propósito pueden identificarse dos tipos básicos de industrias: las que generan las denominadas Producciones impulsoras, y las que dan origen a las llamadas Producciones inducidas.
Las industrias que generan las Producciones impulsoras, son aquellas que cuentan con capacidad para estimular el crecimiento de las industrias o actividades relacionadas, y que exportan hacia el exterior, o hacia otras regiones del país, bienes y servicios generados en la región en la cual están instaladas. Creando con ello un flujo de dinero hacia la misma proveniente desde el exterior, o desde otros puntos del territorio del propio país, pero siempre desde puntos localizados fuera de ella.
Las que dan origen a las Producciones inducidas, por su parte, son las que producen bienes y servicios para el consumo de la propia región, y que dependen de los ingresos que fluyen desde fuera de la misma.
Lógicamente cuando se desea fomentar industrias para potenciar el desarrollo de las zonas menos favorecidas económicamente, para las cuales se quiera mejoras de carácter permanente, las decisiones deben estar orientados hacia la creación de industrias impulsoras en el lugar. Tratando siempre que ello se posible, de estimular aquellas industrias que producen bienes y servicios para mercados localizados fuera de la región, que puedan impulsar fuertemente el desarrollo económico y social de la región, y que en su proceso de producción hagan uso al máximo de la materia prima y mano de obra disponible localmente.
Ahora bien, si se analiza detalladamente al turismo, es evidente que este presenta todas las características de una industria capaz de generar producciones impulsoras, por cuanto no sólo utiliza la materia prima existente en el lugar, representada en este caso por los recursos turísticos, los cuales constituyen la base del producto que se ofrece en venta en los mercados, sino que además, hace uso en gran medida de la mano de obra disponible localmente.
Aunado al hecho de que como para poder hacer uso de los servicios, el turista necesariamente tiene que trasladarse hasta el destino en el cual se localizan los atractivos que le son ofrecidos, el gasto que realiza una vez que se encuentra en el lugar equivale, de hecho, a una verdadera exportación, puesto que se está pagando con dinero proveniente del exterior o de cualquier otro punto de país, los servicios que le son brindados en el lugar. Por lo que su aporte al Desarrollo Regional puede llegar a ser muy alto si se cuidan las condiciones que a continuación se señalan.
MÁXIMO APORTE DEL TURISMO AL DESARROLLO REGION
Al respecto diremos que efectivamente el aporte del turismo al desarrollo regional puede llegar a ser muy alto, si en su empleo se cumplen una serie de condiciones las cuales enseguida pasamos a detallar, y ellas son:
a) Se produce un traslado efectivo de capital desde las zonas económicamente más desarrolladas hacia la región, y dicho capital es utilizado en el desarrollo de la infraestructura y el equipamiento turístico. En otras palabras, en la construcción de hoteles y los servicios complementarios.
b) Se hace un uso máximo de la mano de obra disponible localmente, no sólo en los servicios turísticos, sino también en toda la industria y en las actividades relacionadas, y no se le sustituye por personal externo a la región.
c) Los insumos requeridos para el desarrollo de la actividad turística provienen de la propia región o de las zonas adyacentes, y el componente importado en la misma es mínimo.
d) Los beneficios de explotación obtenidos por los hoteles, empresas prestadoras de los servicios turísticos complementarios, así como en las actividades relacionadas, especialmente el comercio, son reinvertidos en la propia región, y no son “repatriados” o “trasladados” a los centros financieros fuera de la ella para el pago de los intereses de los inversionistas de los fondos de inversión o de las Cadenas Hoteleras propietarias de las instalaciones, y finalmente,
e) Se regulan adecuadamente en el lugar los aspectos relacionados con el desarrollo urbano y la prestación de los servicios públicos básicos requeridos por la población de la comunidad local y sus alrededores.
Cuando estas condiciones no se dan en su totalidad los efectos positivos del turismo comienzan a ser menores y, eventualmente, el turismo en vez de factor de desarrollo puede convertirse en un Enclave que lo único que hace es explotar comercialmente los recursos existentes en el lugar, dejando un mínimo beneficio en la región, representado generalmente por la mano de obra utilizada y el consumo de algunos insumos básicos, provenientes normalmente del agro, y llegar a agravar aún más los problemas regionales afectando seriamente a la población local.
COMENTARIO FINAL
Pensamos que los aspectos mencionados debieran ser considerados cuando se desee emplear al turismo como factor de desarrollo regional, e incluso, ayudar a considerar la posibilidad de tomar algunas medidas para poder lograr un mayor beneficio regional en aquellos centros turísticos donde ya la mayor cantidad de cuartos de su capacidad instalada de alojamiento es ofrecida por empresas transnacionales.
En nuestra opinión el éxito del desarrollo turístico regional no se mide por el número de cuartes que se ofrece, como muchos inexpertos consideran, sino por el cumplimiento de los objetivos por los cuales se ha desarrollado la actividad.