Descargar como fichero iCal
Shein suspendida en Francia: entre el escándalo, la indignación y una apertura bajo tensión
Viernes, 07 Noviembre 2025, 08:00 - 17:00
Accesos : 27
Sector: Turismo


IMAGE 2

El gigante chino de la moda rápida atraviesa una tormenta sin precedentes en Francia. Justo cuando la marca inauguraba su primera tienda física en París, el Gobierno ordenó la suspensión temporal de su plataforma en línea.


Una decisión contundente del Gobierno francés

El miércoles 5 de noviembre, el Ministerio de Economía y Finanzas, dirigido por Roland Lescure, anunció que Shein debía cesar sus actividades en el país hasta que demuestre que cumple con todas las leyes y normativas francesas.
La medida llega tras el escándalo por la venta de muñecas sexuales con apariencia infantil ofrecidas por vendedores externos en la plataforma.

Ante la polémica, Shein reaccionó suspendiendo la venta de los productos implicados y expresó su voluntad de cooperar con las autoridades. Sin embargo, el daño reputacional ya estaba hecho: la marca se encuentra ahora en el centro de un debate nacional sobre los límites del comercio electrónico y el modelo de la fast fashion.

 Una apertura marcada por la tensión

La suspensión coincide con un momento clave para la empresa: la apertura de su primera tienda física en Francia, situada en el sexto piso de los históricos grandes almacenes BHV Marais, frente al Ayuntamiento de París y a pocos pasos de Notre-Dame.
Lo que debía ser una jornada histórica para la marca se convirtió en una escena de fuerte contraste.

Por un lado, cientos de clientes esperaban en fila para descubrir el nuevo espacio y aprovechar los precios bajos. Por el otro, manifestantes y activistas ecologistas protestaban contra un modelo económico que consideran injusto y perjudicial para el medioambiente y el comercio local.
La tensión fue tal que se desplegó un importante dispositivo policial para mantener el orden.

Ola de críticas políticas y sociales

La controversia no se ha limitado al ámbito comercial. Varios diputados franceses, entre ellos Antoine Vermorel-Marques del partido Los Republicanos, denunciaron las prácticas de la plataforma, incluso señalando la venta de armas ilegales y artículos peligrosos.
Al mismo tiempo, la ministra delegada de Inteligencia Artificial y Asuntos Digitales, Anne Le Henanff, pidió a la Comisión Europea que investigue las actividades de Shein.

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, también se sumó a las críticas, afirmando que la presencia de la marca “representa la deriva de un modelo de consumo rápido y sin responsabilidad social o ambiental”.

 Un modelo bajo la lupa

El caso Shein pone de relieve las contradicciones del modelo de moda rápida: producción masiva, precios ultrabajos, impacto ambiental y escasa transparencia.
En respuesta, la Comisión Europea estudia aplicar un arancel de 2 euros por paquete a las compras realizadas en plataformas de bajo costo como Shein o Temu, una medida que busca equilibrar la competencia y reducir las importaciones de bajo valor.

Entre la fascinación y el rechazo

Pese a las críticas, Shein continúa atrayendo a miles de consumidores seducidos por su oferta diversa y sus precios accesibles. Sin embargo, su imagen en Francia ha quedado gravemente dañada.
Lo que debía ser una celebración de su expansión internacional se ha convertido en un símbolo de sus contradicciones: éxito comercial por un lado, y rechazo ético y político por el otro.

 

 

Entre la innovación tecnológica y los escándalos morales, el caso Shein refleja un dilema de nuestro tiempo: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar por comprar más, más rápido y más barato?