La noche del 13 de agosto el cielo se ilumina en Elche (Alicante) gracias a un espectáculo de luz, color y sonido en honor a la patrona de la localidad.
Conocida también como la noche del fuego, esta celebración se remonta a la Edad Media, cuando las familias ofrendaban a la Virgen con un cohete por cada uno de los hijos que tenía. En la actualidad, es recomendable asistir a este espectáculo pirotécnico de alrededor de una hora de duración compuesto por más de 2.000 kilos de pólvora y 70.000 cohetes.
Lo destacable de esta fiesta es que no se trata de un castillo de fuegos artificiales normal, sino que toda la ciudad participa en este espectáculo de luz lanzando sus propios cohetes y petardos. Unos minutos antes de la media noche, se apagan las luces y suena el Gloria Patri -el último canto del Misteri d´Elx- y desde lo alto de la torre de la Basílica de Santa María surge la majestuosa Palmera de la Virgen, que alcanza los 300 metros de altura e ilumina toda la ciudad.
Tras esto, las luces se encienden nuevamente y desde la torre de esa basílica se puede ver una pequeña “Virgen de fuego” y se escucha la canción de “Aromas ilicitanos” que todos los ciudadanos cantan desde sus balcones.
Es muy común tras acabar, comer la tradicional sandía. Para los más atrevidos, se organizan además las “guerras de carretillas de fuego”, una actividad solo apta para verdaderos apasionados del fuego.
La Nit de l’Albà forma parte de las fiestas patronales de Elche, junto a otros espectáculos como la Nit de la Roà.