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Es lo que se desprende de una entrevista a Jim Carter y Bob Sommers, ejecutivos de American y Delta, recientemente publicada por Travel Weekly.

Las Agencias y los Agentes de Viajes representan la más poderosa fuerza de ventas, en momentos en que sus servicios serán insustituibles para los “nuevos viajeros”, llenos de dudas y ávidos de información. Los Agentes de Viajes como profesionales individuales, están listos para ponerse en marcha, sin más requisito que el de cualquier otro negocio minorista. Para algunas Agencias de Viajes, como empresas, el panorama no es tan claro en un momento de tanta incertidumbre en el que, como dice el portal francés Tourmag: “Todo es posible, nada es seguro.”.

Por esta razón, están manifestando desde Bariloche a Berlín pidiendo ayuda para superar esta brusca y absoluta detención del movimiento turístico. Un momento en el que no obstante los Agentes y Agencias han estado muy ocupados gestionando las cancelaciones de viajes y ayudado a retornar a aquellos clientes que fueron sorprendidos por las cuarentenas mientras se encontraban en el exterior. Este esfuerzo potenció la figura de las Agenciase de Viajes presenciales frente a las Agencias virtuales (OTA’s), con las que venían perdiendo terreno en los últimos años.

De ahí las declaraciones de Gustavo Han, Presidente de FAEVYT (Federación Argentina de Asociación de Empresas de Viajes y Turismo) a LADEVI: "Las OTA’s no están a la altura de las circunstancias". Ya antes de la pandemia, Entorno Turístico afirmaba: “hay una gran cantidad de personas que prefieren acercarse a un agente de viajes para planear sus vacaciones debido al trato humano que recibe”. Un “trato humano” que será más valorado que nunca. Sobre lo mismo, Guillermo Correa, Presidente de ACJET dice: “El viajero buscará con mayor ímpetu el apoyo de un experto con trayectoria, que lo asesore y entregue información que permita minimizar los riesgos asociados a los servicios que contrate.”  De todos modos, el “Día Uno” no será fácil. Seguirán las restricciones y los temores, debiendo los Agentes de Viajes buscar nuevas e ingeniosas formas para retomar el contacto con los clientes y hacer negocios.

Una oportunidad que se presenta, en unas no deseadas circunstancias, que debe encararse revisando antiguas prácticas, políticas y costumbres para actualizarse y consolidar su posición volviendo a ser centro del sector. “El Agente de Viajes, nuestro mejor amigo” como decían las aerolíneas de la década de los ’80, en su publicidad.

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